𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀

020 ✧ Juntos

En Volterra la noticia del casamiento generó un escándalo de los buenos, aunque bendiciones fueron dadas e inmediatamente se decidió que la boda se ofrecería en el castillo. Sulpicia se convirtió en la coordinadora y tomó de ayudantes a Heidi y dos vampiros que Rosie jamás había visto u oído. Eran excelentes en su labor y la pareja pudo distenderse de muchas cosas a pesar de que necesitaban su opinión para casi todo.

—Hace tantos siglos que no sucede algo como esto —dijo Sulpicia mientras pasaba diseños de tarjetas, la sonrisa estando tatuada en su precioso rostro desde hacía dos meses.

—Deberíamos celebrar más seguido, incluso si no hay nada por lo que festejar —opinó Marco recibiendo rápido apoyo de la mujer.

Alec y Zara se miraron disimuladamente, ya que, en la fiesta de graduación, se dieron cuenta que juntos eran capaces de gozar ese tipo de eventos.

—Les enseñaré sus opciones finales, escojan —dijo Sulpicia pasando cuatro modelos de invitaciones.

Los futuros esposos observaron y señalaron sus favoritos, enseguida viéndose cuando no coincidieron ni en el color de las letras. Heidi, que se había acercado a atestiguar la decisión final, intervino y creó un punto medio con ambos gustos.

A la semana las tarjetas fueron enviadas, un solo día siendo necesario para que el celular de Rosie comenzara a sonar hasta casi explotar. Recibió muchas felicitaciones al igual que decenas de advertencias, incluso le explicaron varios planes de huida por si en realidad estaba siendo retenida contra su voluntad.

Tomando en cuenta que el lugar era de ellos y con la velocidad sobrenatural que poseían no era necesario mucho tiempo para poner la decoración, solo tomó dos semanas arreglar los pasillos y el jardín. En los días previos, vampiros de todo el mundo se acercaron al castillo, en ningún momento logrando cruzarse con los novios al haberse decidido guardar el factor sorpresa para el gran momento. De todas formas, la mayoría evitó salir de sus habitaciones y cruzarse con algún Vulturi al sentir que estaban en el nido de las serpientes, con la clara excepción de algunas personas que no pudieron salvarse de conversar con Aro o Marco en señal de cortesía y respeto.

Cuando el día llegó, el olor a flores invadió desde tempranas horas de la mañana cada rincón. Los habitantes se vistieron de manera elegante y arreglaron sus seres para el gran evento, el cual no era como cualquier otro considerando que uno de los grandes Vulturi se iba a casar. En la recepción todos hablaban con alguien, cierto nerviosismo rondando los espíritus de cada uno al todavía temer que terminaran muertos por algún tipo de trampa. La Guardia Real mantenía distancia de los que no eran de su clan, solo Alec y Zara animándose a intercambiar un par de palabras con los Cullen hasta que Jane intervino e instaló el silencio.

—La novia le busca —fue su corto aviso mientras observaba a Will.

Aquello hizo que relajara los hombros y por lo bajo agradeciera al universo, ya que se moría por ver a su vampiro más preciado. La siguió durante unos pasillos hasta acercarse a una zona que transpiraba exclusividad y lujo, él esperando hasta que Rosie diera el permiso y pudiera ingresar a la habitación.