013 ✧ Sin secretos

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Cine, prácticamente Rosie había visto como el séptimo arte se desarrollaba hasta lo que era hoy en día, siempre yendo a ver las películas que le llamaban la atención

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Cine, prácticamente Rosie había visto como el séptimo arte se desarrollaba hasta lo que era hoy en día, siempre yendo a ver las películas que le llamaban la atención... aunque nunca en forma de cita. A decir verdad, la impresión que Jay le dejó no era muy buena, seguía prefiriendo ir sola para realmente poder disfrutar de lo que veía, pero por alguna razón en esa ocasión todo era distinto. La idea de ir con Cayo la aceleraba y le hacía recordar aquellas escenas en donde las parejas se tomaba de las manos, se abrazaban o incluso besaban, sin mencionar algunas otras cosas más subidas de tono que estaba segura que jamás realizarían.

Era raro, no desagradable, pero si estresante el imaginar como sería. ¿Cayo podría vestirse de manera informal?, ¿andar entre la gente?, ¿usar lentillas?, ¿llegaría a lucir como una persona corriente? Desconocía si había traído un bolso, pero el Vulturi parecía estar preparado para los distintos escenarios, aunque por su parte, a pesar de tener todo, ¿estaba lista para esta especie de cita?

Tomó las recomendaciones que Alice alguna vez le dio y se vistió como cualquier otra chica lo haría para una juntada con el chico que le gustaba, en ese momento aprovechando las prendas más destacadas que alguna vez la vampiresa le consiguió. Para su suerte, Cayo, había decidido quedarse hasta ese día en el hotel, por lo que pudo mentir y decir que se iba a juntar con sus amigas a pesar de que se ganó un análisis de Rosalie al lucir algo más arreglada que de costumbre.

Como sabía que no era una típica salida de dos personas que se atraían mutuamente, Rosie estaba abierta a todo y por eso no pensó mal o raro cuando fue ella quien lo recogió considerando las costumbres antiguas que traía encima. Definitivamente algo se movió en su interior cuando lo vio con el cabello lacio, aunque algo más desarreglado o distinto al estilo que llevaba en Volterra, y ropas que jamás pensó que poseía. Lucía bien, más que bien, aunque no prefería aquel aspecto por sobre el usual suyo, porque ambos le encantaban de igual manera.

Se dieron unos cortos saludos y fueron caminando al cine, allí viendo las opciones y deduciendo que lo mejor que había era una de terror mientras Rosie planeaba una masacre al unas chicas no parar de mirar y chocar "accidentalmente" a Cayo sin ser nada recatadas sobre el interés en él. Algo en ella sabía que era inevitable que llamara la atención, era la naturaleza de un vampiro ser seductores y atrayentes para los ojos del resto al así atrapar a sus presas, pero le costaba calmarse cuando encima habían escogido la misma película gracias a que los habían oído hablar por lo pegadas que estuvieron.

Rosie realmente quería disfrutar de su momento con el rubio, pero la humana afortunada que se le sentó al lado se hacía la desentendida y casi que tenía todo su brazo pegado al suyo, de alguna manera ignorando el frío de su piel que se traspasaba por la camisa.

—Tomaré un poco de aire —le dijo a Cayo empezando a levantarse, a lo que él la miró sin entender—. Ya vuelvo.

Camino una vez ida y vuelta el corto pasillo de las puertas de las salas inspirando y exhalando, el olor a la sangre no haciéndole nada al solo querer golpear a un grupo en especifico, pero se logró calmar al recordar que el Vulturi estaba ahí por su persona y no ellas.

𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora