¿Es posible que ella sea la persona que él estuvo esperando y deseando conocer? ¿Es posible que ella tenga el poder de hacerlo cambiar?
ɴᴏᴛᴀ: ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴢᴀʀ, ǫᴜᴇʀɪ́ᴀ ᴀᴄʟᴀʀᴀʀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴇ ꜰᴀɴꜰɪᴄ ɴᴏ sɪɢᴜᴇ ʟᴏs ʟɪʙʀᴏs ᴏ ʟᴀs ᴘᴇʟɪ́ᴄᴜʟᴀs. ᴘᴀʀᴀ ᴇxᴘʟɪᴄᴀʀ ᴍᴇᴊᴏ...
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—Mira lo que te conseguí.
Rosie levantó la vista de su celular y se fijó en como Alice, parada a unos metros de su cama, sostenía un conjunto de invierno digno de una tapa de revista de moda.
—Oh, es muy bonito.
—Para que te lo pongas esta noche —dijo ligeramente maliciosa—. Rosalie participó en el armado.
De inmediato la mayor suspiró y bajó la cabeza, ya que pensar en lo que pasaría le daba ansiedad.
—¡Te quedará hermoso! —exclamó al pensar que no le agradaba lo que veía.
—No lo dudo, solo que la situación es... estresante.
—Irá bien, no le des demasiadas vueltas al asunto —guiñó un ojo, provocando que algo en Rosie se encendiera.
—¿Acaso tuviste alguna visión?
—Si —dijo colgando las prendas en el respaldo de la silla del escritorio.
—Dime —insistió poniéndose de pie y abrazándola desde un costado.
—¿Segura? El factor sorpresa de la cita se arruinará.
Rosie inspiró mirando el teclado de la computadora y negó luego de unos segundos.
—No, mejor no —respondió, a lo que la femenina le acarició la cabeza.
—Has tiempo, más tarde te maquillo.
Nuevamente en soledad, ella regresó a su antigua posición hasta que Cayo llegó de alimentarse.
—¿Cómo estuvo la caza?
—Igual que siempre, no es difícil hallar gente en Seattle.
—Aún así tardaste —marcó ese hecho.
—No me apuré —se excusó sentándose en el borde del colchón, ahí colocado una mano en su mejilla—. ¿Sigues afectada por lo de ayer, verdad?
—Temo que reconsideres la muerte de Athenodora y termines enojado conmigo.
—Escucha —dijo más serio que nunca—. Si me arrepintiera debería acabar conmigo mismo, porque no la defendí y solo te ayude a que la mataras; fui parte de aquello y, siendo sincero, estoy aliviado de que ya no estés en peligro.
—Es verdad, lo siento, es que como pasaste tanto tiempo con ella... No deseo que me odies.
—Tranquila, ¿si? —puso una mano en su rodilla, eso casi haciéndola saltar mientras asentía.
—Si...
Dos horas más tarde, Rosie, estaba en la habitación de Emmett y Rosalie siendo maquillada por Alice, Bella viendo desde un costado al todavía estar aprendiendo de esa área de la belleza.
—Lista —determinó la de cabellos cortos observando el reflejo del espejo.
—Me gusta, gracias —sonrió teniendo un simple brillo rosado en los labios.
