Capítulo 13

268 20 7
                                    

Esta vez, han decidido organizar la fiesta en una casa diferente a la del año pasado. Por eso mismo, y porque la casa es demasiado grande y hay demasiada gente, nos lleva un pequeño rato encontrar a nuestros amigos. Sabemos que fuera no van a estar, así que entramos dentro de la casa sin pensarlo dos veces. Es una casa enorme, y me pregunto de quién será. Debe de tener bastante dinero para tener una casa así de grande y bonita para él solo. A no ser que viva con sus padres, o con su pareja y los dos sean suficientemente ricos como para mantener una casa así. En fin, no sé porque estoy pensando en esto. Supongo que estoy nerviosa por volver a ver a mis dos mejores amigos. Será eso.

—¿Les ves por algún lado?—me pregunta Amanda, mientras buscamos entre toda esta gente que no creo que tenga intención de volver a casa hasta la mañana siguiente.

—No, hay demasiada gente y no... ¡Aaaaaaa!—me sobresalto cuando alguien me agarra por detrás, pegándome un susto.

—¡Me alegro de veros!—nos dice Adam, y nos pega a él para que le demos un abrazo. Le echábamos de menos.—Venid, estamos todos allí.

"Espera, ¿todos?"

No, no puede ser. Me da un vuelco el corazón al imaginarme a Dylan aquí, pero me relajo al recordar que se había marchado sin intención de volver.

—¿Y Damon?—me pregunta Adam.

—No ha podido venir, tenía que adelantar trabajo.

—No te preocupes, quedan muchas fiestas por delante—me dice Amanda, y yo pongo los ojos en blanco— ¡Vamos!

Cuando nos vamos acercando a donde se supone que están los demás, puedo ver a Daniel sentado enfrente de un chico que no consigo ver porque está de espaldas.

—¡Daniel!—grita Amanda, y sale corriendo hacia él.

Cuando Amanda grita y sale corriendo, el chico al que no conseguía ver se da la vuelta y, en ese momento, mi corazón deja de latir. Me he quedado paralizada, mis pies no me dejan avanzar. Él todavía no me ha reconocido, y quiero irme de aquí antes de que lo haga.

—Vamos, ven—me dice Amanda agarrando me de la muñeca y llevándome hasta allí.

Pero en el momento en el que estoy delante de todos los chicos, sé que ya me ha reconocido. Cuando le miro, él ya está mirándome. Noto en su mirada que no está bien, que esta igual de sorprendido que yo. ¿Qué hace aquí? Rápidamente apartó la mirada. De repent, hace más calor aquí dentro. Me tiemblan las manos. Solo quiero irme de aquí.

—Mierda, Alissa. Mierda, mierda, mierda.—me dice Amanda en cuanto se da cuenta de lo que está pasando.—¿Qué coño hace aquí?

Ignoro a Amanda, y me voy de allí diciendo que necesito un momento. Lo he dicho tan bajo que creo que nadie me ha oído, pero no me importa: solo quería salir de ahí.

Debería darme igual que esté aquí. Todo estaba superado, ya no siento nada por él...¿no? Esto es una locura. En cuanto nadie puede verme, salgo corriendo y me dirijo al baño. Mierda, esta ocupado. No tengo ganas para buscar otro baño, ni tiempo para esperar a que salga quien sea que esté dentro, así que me meto en la habitación libre más cerca que hay. Cuando entro, me apoyo contra la pared y no puedo evitar ponerme a llorar. No puedo creerme que esté aquí. No puedo creerme que haya vuelto. Se había marchado y no iba a volver, ¿qué hace aquí? ¿por qué ha tenido que venir? Esto tiene que ser una maldita broma. Lo había superado por completo, pero al volver a verle, todo se ha vuelto a caer. Y no he podido hacer nada para evitarlo.

—¿Alissa?—oigo una voz que viene desde la puerta que tengo justo a un metro de mi.

Me limpió las lágrimas de la cara lo más rápido que puedo y me giro para ver quién me está llamando. Cuando lo hago, me cruzo con unos ojos verdes que pensaba que no volvería a ver. Volvemos a mirarnos, después de un año entero.

—Alissa—me dice Dylan suspirando. Con solo verle los ojos, sé que esta triste y preocupado.

Yo no digo nada, solo me limito a quedarme quieta mirándole. No tengo nada que decirle, no soy yo quien se fue sin explicaciones. Decidido, se acerca a mi rápidamente y me besa cogiendome la cara con sus enormes manos. Debería apartarme. Debería decirle que me olvide. Debería irme y hacer lo correcto. Pero cuando se trata de Dylan, nada me importa. Le devuelvo el beso sin poder evitarlo. Echaba tanto de menos sus labios; le echaba tanto de menos a él... "Esto no está bien"—me recuerda mi subconsciente, pero no le hago caso. No cuando se trata de Dylan.

—Te he echado tanto de menos...—me dice Dylan, cuando separa sus labios de los míos y apoya su frente en la mía. Yo cierro los ojos.

—Dylan, no puedo hacer esto.—digo apartándome, y volviendo a la realidad—No puedo. Esto acabó hace un año.

—Por eso he vuelto, Alissa. Por ti—me dice intentando agarrarme de las manos, pero yo las apartó.

Suspiro mirando a Dylan con resignación, y me limito a salir de esta pequeña habitación para ir a buscar a Amanda.

—Alissa, por favor. Tengo que...—me dice Dylan, pero ya estoy bajando por las escaleras y no termino de escuchar lo que dice.

Ha sido una mala idea venir a esta maldita fiesta. Siempre es una mala idea salir de fiesta. No habrá ni una sola vez en la que me lo pase bien. No sé cómo lo hago, pero siempre acabo llorando. Y siempre por un chico.

Nuevo capitulo! Votar en este capitulo para hacerme saber que os ha gustado!
Pregunta: ¿Qué os ha parecido? ¿Qué creeis que va a pasar?
Podeis contestar en los comentarios!!!! Gracias!

Never loved youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora