Capítulo 24

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DYLAN

Ha sido una semana horrible. A penas he salido de la universidad, y cuando lo he hecho ha sido porque Daniel me insistía con que tenía que salir, por lo menos a tomar un poco el aire. Tenía razón, no lo negaba, pero después de lo que pasó en la fiesta no me apetecería hacer nada. Estoy cansado, cansado de que haya problemas. Alissa y yo no nos hemos dirigido la palabra desde que salió de mi habitación después de intentarme explicar que es lo que realmente pasó. Cuando nos cruzamos por los pasillos de la universidad, rara vez nuestras miradas se juntan, pero yo rápidamente aparto la mirada. La gente, mis compañeros de clase, me preguntan qué es lo que me pasa, si estoy bien o si necesito algo. Siempre les digo que estoy cansado porque no he dormido lo suficiente; aún que, por un lado, es verdad. Desde lo sucedido, apenas puedo dormir a gusto. No sé qué pasó realmente en la fiesta, solo sé que lo que vi fue real. Vi perfectamente cómo Austin le sujetaba por los hombros contra la pared mientras sus labios estaban juntos. No pude ver más, no quise ver más. Se que tendría que dejar que Alissa me lo explicará, porque sé que Alissa nunca me haría eso. Pero fue tan fuerte el dolor que sentí en el pecho al verles juntos, que ya nada me importaba.

Ahora mismo, estoy en mi mundo. Veo como el profesor está explicando algo, pero yo no estoy escuchando. Solo miro al reloj esperando que sea ya la hora de salir de esta clase que me está agotando. Quiero salir y volver a mi cuarto, pegarme una ducha y tumbarme en la cama.

—Hasta la próxima. Podéis marcharos—dice el profesor cuando, por fin, es la hora de irse.

Recojo mi mochila del suelo, me hago paso entre la gente y salgo por la puerta. Miro hacia los lados, como de costumbre, y giro hacia la derecha. De repente, alguien aparece por detrás de mí tan de repente que el libro que llevaba conmigo se me cae al suelo. Maldigo entre dientes, lo recojo y miro a la persona que está al lado mío.

—Amanda, me has dado un susto de muerte—digo poniendo los ojos en blanco.

—Lo siento—me sonrie—Tengo que hablar contigo, es muy importante.

—Adelante—digo sin más.

—Aquí no...Hay demasiada gente—me mira y me paro enfrente de ella.

No sé por qué, pero creo que ya se de qué va a hablarme. Bueno, en realidad estoy seguro. Simplemente le miro, y nos acercamos a una zona donde solo hay un par de personas. Me paro y me giro sobre mis talones para mirarla.

—¿Qué pasa?—pregunto, escondiendo mis manos temblorosas detrás de la espalda, ocultando mi nerviosismo.

—Por dónde empiezo...—dice Amanda mirando hacia arriba. Me mira con cara de preocupación, suspira y habla—La noche de la fiesta, volví a casa y me encontré a Alissa en el suelo...

—¿Cómo?—le interrumpo.—¿Qué le ha pasado?

—Relájate, solo se quedó dormida—me tranquilizo al oírlo, y sigo escuchando—A la mañana siguiente, me contó todo lo que había pasado, y justo después, Austin le llamó por teléfono.

—Genial—digo girándome hacia un lado y suspirando.—Oye creo que...

—Dejame hablar, Dylan.—me interrumpe, y vuelvo a poner toda mi atención en ella—Estaba yo, puso el altavoz y escuché todo. ¿Sabes para qué le llamó? Se disculpó por lo que pasó, dijo que estaba borracho y que no sabía lo que hacía.—siento una punzada en el corazón al escucharlo, y doy un paso hacia atrás.

—Yo...—digo, pero no sé qué decir.

—¿De verdad te creías que Alissa haría algo así, después de todo lo que ha pasado? Ha estado enamorada de ti desde que te vió, eres... eres una de las personas más importantes para ella, y lo está pasando mal.

Lo único que quiero hacer ahora mismo es correr a su habitación y abrazarle, pero sé que no puedo. Sé que está enfadada conmigo por haber pensando lo que pensé. Me siento estupido, me siento una mala persona.

—Dios...—digo pasándome las manos por el pelo—No se-no sé qué decir.

—Habla con ella, Dylan.—me dice acariciándome el hombro, intentando animarme.—Sé que puedes arreglarlo. Tengo que irme. ¡Piensa en esto!

Y diciéndome eso, se va dejándome aquí, sin saber qué hacer.

Quiero decirle a Alissa cuanto lo siento. Quiero decirle que todo fue un malentendido. Quiero decirle que me comporté así porque estoy completamente enamorado de ella. Quiero decirle que le quiero y, que ella, ella sí que es la persona más importante para mí. Pero no puedo, no puedo hacerlo. Por mucho que mi corazón quiera, mi cabeza me dice lo contrario. ¿Qué he hecho bueno para Alissa? A pesar de que siempre intentaba hacer lo mejor para ella, he hecho lo contrario. La he hecho daño muchas veces, y para mí, lo peor en este mundo es verla sufrir, y más por mi culpa. Sé que Alissa y yo no encajamos. No soy bueno para ella. Sé lo que debo hacer, y aún que me duela, voy a hacerlo ahora mismo. 

Never loved youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora