Arco 0: Los primeros años.

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Un frío infinito, la falta de sentidos, el no experimentar emociones más allá de la indiferencia. La nada total. Esa era la muerte.

Pero no duro mucho. A lo lejos, una luz y una voz, cálida, femenina. Maternal. Eso fue lo que me hizo regresar.

—Ven, vive una vez más, hijo de la tormenta.

Abrí los ojos.

El mundo se veía borroso, ¿esto es la muerte?

Mi último recuerdo es dolor y luego frío. Si eso no es morir, no se que pueda serlo.

Sin embargo, contrario a lo que me esperaba, siento que me encuentro en un lugar cálido, muy cálido, además de cómodo, puedo reconocer la sensación familiar de estar acostado en una cama, pero a la vez es diferente, no es el mismo lugar al que me he acostumbrado todos estos años.

No soy un experto, digo, no he muerto mas que una vez, pero he leído que se supone la muerte es fría, vacía, donde no sientes nada. O puede ser que sea como en esas caricaturas o como la mencionan las religiones, un lugar donde puedes descansar sin sentir dolor ni miedo.

Aunque dudo que sea eso porque comienzo a tener miedo.

Intente moverme, pero mi cuerpo no reaccionaba bien, no se sentía como lo recordaba, mi cabeza estaba inerte, por mas que intente ver lo que me rodeaba, no podía moverla para nada.

¿O estaré en coma? Tal vez. A lo mejor es cierto lo que escuche una vez, que la gente en coma puede saber lo que pasa a su alrededor.

Sin embargo, de ser así, ¿porque puedo mover mis manos? No debería ser posible, digo, es un movimiento torpe y en realidad no puedo verlas, pero siento como se mueven.

Bien, bien, creo que puedo empezar descartar la opción de que esto es la muerte y es casi seguro que no estoy en coma. Tal vez no puedo mover mi cabeza porque esta sujeta con algo y no lo siento porque estoy anestesiado, igualmente podría ser por eso que mi cuerpo me parece extraño.

Intente hablar, con la esperanza de que alguien estuviera por ahí y así obtener una respuesta para saber más o menos que esta sucediendo, pero de mi boca solo salieron balbuceos y la sentí muy rara.

Toque las encías con mi lengua.

¡Oh, dios mio! ¡Perdí mis dientes!

¡Que diablos paso! ¿Un enfermo me secuestro e hizo experimentos conmigo o algo? ¡Que forma tan espantosa de morir! ¡He escuchado que cosas de estas pasan! ¿Y porque sale un llanto de mi? ¡Quiero gritar, maldita sea! ¿Acaso me pusieron una traquea de bebe? ¡Pero que enfermos!

Cálmate, David, cálmate, desesperante no te lleva a ningún lado.

De pronto escuche los pasos de alguien que se acercaba y luego una puerta abriéndose, aunque intente ver quien era, no pude, aunque mi visión mejoraba poco a poco. Unos momentos después unas manos gigantescas me tomaron y me levantaron en el aire, a la vez que escuchaba como, lo que sea que estuviera sosteniendome, hablaba en un idioma desconocido.

En cuanto estuve arriba pude ver bien a quien me cargaba: era una mujer.

Muy bien, esto ya se pasa de raro. O quien me sostenía era alguien muy grande o yo me encogí bastante, es físicamente imposible que un humano cargue a otro así de fácil y además ella es enorme.

La mujer que me sostenía lucía joven, de unos veinticinco años, más o menos. Hice otro esfuerzo más para ver bien mi cuerpo; era muy pequeño y de proporciones algo extrañas, que yo solo había visto en aquellos pequeños que sólo sabían comer y llorar. Me había convertido en un bebe.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Where stories live. Discover now