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(Después)

París, Francia. Marzo de 1789.

Magnus salió de la cabina y fue corriendo al exterior del barco. Se dirigió a la proa de la nave y respiró el aroma del mar y sintió la brisa del viento en su cara. Espléndida y maravillosa como siempre.
-Capitán- dijo una voz a su espalda- Llegaremos a los puertos de París en unas horas.
-Genial. Gracias, Denis - dijo Magnus- Ahora tengo que saber que haré mientras espero que lleguemos al puerto.
-Pero soy Damian- dijo el hombre.
-Yo le propongo, capitán- dijo alguien- Que se vista apropiadamente. Imagino que no quiere espantar terriblemente a la población francesa con algo mas que su rostro.
-Que amable eres querido Ragnor- dijo Magnus.
Empezó a alejarse de la proa mientras le hablaba a su amigo y a caminar por el barco.
Magnus no usaba mas que un par de pantalones viejos para dormir, una camisa desabotonada y suelta, estaba descalzo y con el pelo por todas partes.
La clara apariencia de alguien recién salido de la cama.
-Esa es la gratitud por sacarte de nuestra vieja, tradicional y aburrida Inglaterra y traerte a conmigo a explorar y comerciar por el mundo, cuando acabamos nuestros de estudios de navegación y haber heredado el negocio de mi padre (que en paz descanse) y estando tu necesitado de unirte a una tripulación?
-Se que el negoció que hicimos en Perú fue horrible- le reprimió Ragnor.
-Eso ya pasó hace mucho tiempo. Cuándo vas a olvidarlo?
-Fue hace dos meses! Y te perdonaré cuando mi ropa deje de oler a guano de pájaro.
-Oh. Y una tarjeta de disculpas no podría arreglarlo todo?
-No.
Magnus se acercó a las velas del barco.
-Y dormiste bien con Catarina?- dijo Magnus, tratando de cambiar del tema.
-No cambies del tema- le dijo Ragnor.
-Lo tomaré como un si- contestó Magnus. Ragnor hizo un ruido de exasperación.
-Sabes, Magnus- empezó Ragnor- Se que no sos de los que entablan relaciones, pero un día, encontrarás a alguien que logre tomar tu corazón.
-Hasta entonces- dijo Magnus, sin creer en lo que su amigo le dijo- me basta con tener amantes.

Magnus empezó a subir las cuerdas de las velas hasta llegar a lo mas alto que pudo llegar.
Dio un grito de emoción al sentir nuevamente el aire en su cara. Siempre hacía eso de subirse por las cuerdas y sentirlo todo.
Allí, se sintió invencible y miró a sus hombres que estaban muy pequeños (tomando en cuenta la distancia por altura).
Miró la infinidad del mar y bello cielo azúl.
-Soy el rey al mundo- gritó Magnus.

Pensó que era allí donde pertenecía, en el mar, junto a su barco y sus amigos. Recordó lo que Ragnor le había dicho con anterioridad, que encontraría a alguien en algún momento y quizá pasaría, pero no iba a apresurar nada. Por ahora, solo se concentraría en el comercio y en algún prostíbulo a francés al que iría, recordó que una vez le habían dicho que las prostitutas francesas eran aterradoras.
Quizá encontraría a una buena mujer para que le haga compañía durante su estadía en París o incluso una compañía masculina.
Siento que está ciudad me deparará muchas cosas...



Entre El Amor Y El Frio Acero (Caigo Cautivo #2. Malec AU)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें