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Londres, Inglaterra. Agosto de 1789.

Magnus giró su cuerpo para abrazar el de su novio, pero entonces, recordó que Alec estaba en Francia. Hacía mucho, le había escrito, pero este no contestó. Magnus se había preguntando si Alec había perdido el interés en él, pero entonces pensó en que sus hermanos también estaban allí. Alec podría perder el interés en el, pero nunca dejaría de querer a sus hermanos. Magnus suspiró y se levantó de la cama.
Fue a la cocina y se preparó el desayuno. Estaba en su casa, completamente solo. Vio a la esquina, la gran biblioteca que tenía y el cómodo sillón que tenía: inevitablemente pensó en que Alec podría estar leyendo ahora mismo en él o ambos podrían estar haciendo el amor allí.
Luego, fijó su vista en el piano que compró para él, pensó que Alec podría estar tocando allí mismo, para el o ambos podrían hacer el amor en ese piano.
La mente del mercader siempre iba para los recuerdos de el y su Alec. Su garbancito, como solía decirle en las cartas. Extrañaba los besos de Alec, su voz y sus caricias. El universo debía estar acabándose para explicar por que no estaba con Alec.
Pero el mundo seguía en su total normalidad. El único universo derrumbándose allí mismo, era el de Magnus, por que Alec no estaba con el. No podía vivir sin Alec. Lo extrañaba todo de el: su voz, sus cambios de humor, su inteligencia, su risa, su honestidad, todo de el.
Magnus no era nada sin la compañía de Alec.
Entonces, escuchó que tocaban la puerta e inmediatamente fue a abrirla. En el umbral, estaba Jace y un hombre desconocido.

-Puedo entrar?- preguntó Jace.
-Si, claro- dijo Magnus, algo confundido. Que hacía Jace con ese extraño?

Jace fue a la sala y el hombre se sentó en uno de los sillones. El desconocido había mantenido silencio en todo momento y Magnus preguntó si aquel hombre hablaría alguna vez.
-Dile lo que me dijiste- le ordenó Jace al hombre. Este asintió.
-Soy de Francia- dijo el hombre.
-Y eso que tiene de importante?- preguntó Magnus.
-Solo escucha- dijo Jace. El hombre continuó hablando, ignorando a su público de dos personas.
-El mes pasado, el pueblo de Francia tomó la bastilla y ahora dirigen el gobierno a través de el rey y la reina. El rey nos aconsejó que saliéramos del país, el temía que algo le pudiera suceder a aquellos leales a la corona o incluso a los que tuvieran títulos nobles.
El hombre siguió relatándole a Jace y Magnus, el estado de Francia.

Con el tiempo, mas personas empezaron a salir del país y varios llegaron a Inglaterra y relataron lo sucedido.
También empezaron a llegar cartas de los Lightwood. En ellas, Alec (quien más escribía) relataba lo que sucedía en París. Lo peor, fue cuándo dijo que no podía salir del país. Ambos estuvieron separados un largo tiempo, pero no para siempre.

***

Londres, Inglaterra. Agosto de 1790.

Magnus empacaba todo en su maleta todo lo que iba a necesitar. Pensó en los meses en los que Alec y el habían estado separados, ahora marcharía a París, como había planeado hacer y sacaría a Alec de allí.
No paraba de pensar en que si no lo sacaba, cosas malas pasarían.
-No te vas a ir tan fácil- dijo una voz.
Magnus se dio vuelta y vio a Will Herondale.
-Voy a buscar a Alec y no vas a detenerme- le contestó Magnus.
-Te creo, pero no irás solo- respondió Will.
Magnus sonrió a su amigo.
-Se lo que ese chico significa para ti- le dijo Will.
-Gracias- dijo Magnus- Pero puede que sea peligroso.
-Peligroso?- dijo Will, con esa sonrisa que desafiaba el mundo- Mejor, me gusta cuando las situaciones son peligrosas.

El muchacho desapareció por la puerta y antes de que Magnus se fuera con el, miró su habitación.
Una habitación que no sabía si volvería a ver, pero no dudaba de volvería a encontrar al chico que amaba, aquélla alma que lo estaba esperando.

Cuándo salió de la casa, se encontró con Jace, Clary, Simon e Isabelle.
La hermana de Alec lo abrazó.
-Traelo devuelta- le dijo a Magnus, con lágrimas en los ojos.
-Lo prometo- respondió Magnus.

***

Magnus al rescate.
Perdón que este capítulo sea tan corto, espero que les gustara.
Nos leemos luego, besos.

Entre El Amor Y El Frio Acero (Caigo Cautivo #2. Malec AU)Where stories live. Discover now