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Londres, Inglaterra.

Isabelle estaba en la sala de la casa de Magnus, alimentado a su pequeña. Mientras, Simon estaba en la casa que compartían con la madre y la hermana de su marido. Rebeca y Elaine habían logrado salir a tiempo de Francia y ahora vivían en la residencia que tenían allí en Londres.
Desde que Magnus se había ido a buscar a Alec, la madre de su amigo la invitaba a pasar el tiempo en la casa.
Ambas mujeres tomaban el té, charlaban y leían libros de la casa. La madre de Magnus le contaba a Isabelle, historias de cuando Magnus era muy pequeño. Por las historias, Magnus nunca había sido alguien que se quedara quieto y siempre había sido su deseo heredar el negocio de su padre al crecer para viajar por el mundo.
A Isabelle le parecía algo gracioso imaginar a Magnus de ese modo, bueno, no había cambiado mucho. El chico seguía siendo alegre y entusiasta.
A Isabelle le gustaba charlar con la madre de Magnus sobre cualquier cosa, la ayudaba a apartar su mente de las preocupaciones.
Entonces, se callaron al escuchar sonar el timbre. Isabelle dejó a Alexa en el piso y empezó a jugar con Presidente Miau, el gato de Magnus.
La chica fue hacia la puerta. Volvió a sonar el timbre.
Izzy abrió la puerta y no pudo creer lo que veía.
Con lágrimas en los ojos, fue a abrazar a sus hermanos.
-Están aquí- le dijo Isabelle- Regresaron. Magnus, los trajiste.
-Te prometí que regresaría con ellos, Isabelle.
-Podemos pasar?- preguntó Alec.

Isabelle les abrió el pasó. Cuándo entraron, la señora Bane abrazó a Magnus y Max corrió a ver a su pequeña sobrina. La bebé miraba para todos lados y hacia los desconocidos, pero empezó a reír, como si entendiera lo que pasara y quisiera ser parte de la felicidad que acontecía.
-Donde están mamá y papá?- preguntó Isabelle.
-Ellos están de camino hacía aquí- dijo Alec- Tuvimos complicaciones en Francia.
-Que pasó?- preguntó la señora Bane.
-Nos arrestaron en Francia- dijo Max- Iban a ejecutarme. Pero logré escapar. Me encontré con Magnus y junto con Will, Arturo y unos amigos de Magnus, logramos sacar a Alec de prisión.

Magnus empezó a relatar lo que le había pasado en París: conoció a su padre biológico, el plan de su padre contra los Lightwood, el plan para sacar a Alec de prisión, el plan para sacar a los Lightwood y a Will.
Max relató su huida de la prisión, en varias ocasiones, a Isabelle parecía que le iba a dar un infarto.
Ahora, solo tenían que esperar la llegada de Will y los demás.

***

Un mes después.

-Estás listo, hermano?- le preguntó Alec a Jace.
-No me preguntes de nuevo, Alec- respondió Jace- Y que pasa si se arrepiente? Y si me deja en el altar? Y si ella se arrepiente?
-Qué?- dijo Alec- Ustedes han esperado mucho para este momento. No te va a dejar.
-Si, tienes razón. Son los nervios.

Alec le sonrió a su hermano. Jace estaba en el altar y Alec a su lado como padrino.
El ojiazul miró hacia el público. Allí estaban: su hermana con Simon y su hija; Juliet y su pequeño (a quién le puso Raphael, por su hermano fallecido) ; Magnus y su madre; Will y Tessa; Marie y Luís; Robert, Maryse y el pequeño Max.
Alec le sonrió a Magnus y este le devolvió la sonrisa.
Entonces, Clary entró acompañada de su hermano.
Arturo y Jem Carstairs empezaron a tocar sus violines.
Clary subió al altar, tenía una hermosa sonrisa en su rostro.
-Clarissa Fairchild, aceptas a Jonathan Lightwood como legítimo esposo hasta que la muerte los separe?- preguntó el sacerdote.
-Acepto- respondió Clary.
-Y tu, Jonathan Lightwood, aceptas a Clarissa Fairchild como legítima esposa, amándola y respetándola hasta que la muerte los separe?- preguntó el sacerdote.
-Acepto- dijo Jace.
-Entonces los declaro: marido y mujer- dijo el sacerdote- Pueden besa...
Pero antes de que terminara, ellos ya se estaban besando.

***

Un año después

Magnus y Alec llegaron a la casa que compartían. Ambos, venían del funeral de Juliet. Ella había muerto por enfermedad, dejando huérfano a su hijo de un año.
Alec se sentó en sillón y se tapó la cara con las manos.
Magnus se acercó a Alec y lo abrazó. El anillo de compromiso resplandecía en la mano de Alec.
Magnus no se había llevado muy bien con Juliet, pero Alec había perdonado a la chica por los inconvenientes del pasado y le dolía la perdida de quién llegó a convertirse en una buena amiga.
Magnus deseaba encontrar las palabras adecuadas para Alec, pero no podía.

Al llegar la noche, ambos estaban en la cama. No habían tenido sexo, solo estaban acostados y disfrutando la compañía del otro.
-En que piensas?- le preguntó Magnus, mientras besaba el hombro de Alec.
-Pienso en Raphael- dijo Alec- El va estar muy solo.
-No tiene tíos o a alguien?- preguntó Magnus.
-No tiene a nadie- respondió Alec- A veces, me invaden recuerdos de cuándo me reencontré con Juliet en la Bastilla, ella estaba condenada a morir en la guillotina. Me hizo prometer que cuide a su bebé.
-Quieres adoptarlo?- le preguntó Magnus.
-Tu no?- le preguntó Alec.
-Cuidar a un niño es...algo muy serio- respondió Magnus- Recuerdo que era muy travieso.
-Lo se- respondió Alec, con un sonrisa- Tu madre me cuenta historias. Se que cuidar a un niño no es tarea fácil. Pero quiero hacerlo.
-Yo también- le respondió Magnus.

El mayor envolvió al menor entre sus brazos y empezó a besarlo por toda la cara.
-Te amo, Magnus.
-Yo también te amo, Alec.
Cuándo te conocí, me pregunte en donde estuviste toda mi vida.
-Buscándote, Magnus. Buscándote.

Fin de la segunda parte

***

Aquí finaliza este maratón sorpresa. Mañana término de editar el siguiente maratón (que no será sorpresa)

Este fic tiene tres partes 😘

Entre El Amor Y El Frio Acero (Caigo Cautivo #2. Malec AU)Where stories live. Discover now