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Robert Lightwood estaba en su estudio, en sus manos sostenía una pintura de tamaño pequeño en la que estaba el, con sus amigos Claudia y Maurice. La pintura estaba vieja por los años. Cuando pintaron el cuadro, ellos aún eran amigos, incluso Claudia y Maurice aún no se habían comprometido. Ahora, Robert se ponía a ver la foto, recordando aquellos tiempos sepultados.
Como pudo su amistad terminar de esa forma? Como pudo ser que Claudia los dejara, mientras que Maurice y el juntaran rencor?
El culpaba a Maurice por tratar horriblemente a Claudia y lograr que se fuera, pero Maurice lo culpaba a él por hacer que Claudia se fuera.
Cuando Maurice se había enterado del plan que hicieron Robert y Claudia para que ella se alejara de su marido, fue a la casa de Robert y le dijo que no lo olvidaría.
Robert dejó la pintura en el cajón del escritorio y se tapó la cara con las manos.
Como pudo terminar tan mal las cosas?

***
L

as notas del piano sonaban en toda la estancia. Alec tocaba la melodía que había tocado cuándo conoció a Magnus. También tocaba otras piezas, Mozart, Vivaldi, Bach y entre otros. Alec esperaba estar entre estos compositores algún día.
Cuándo terminó, miró a su madre y su hermano, ellos empezaron a aplaudirle y Alec se sonrojó.
Entonces, escucharon el galope de unos caballos. Maryse vio a sus hijos y ellos le devolvieron la mirada. Alec entendió lo que Maryse le dijo con la mirada. Sabían que ese día llegaría.
Pero no se rendirían tan fácil.
Alec y Max abrazaron a su madre y salieron de la estancia.
Cuándo se fueron, los hombres entraron por la puerta. Ellos tenían escopetas y espadas en la mano.
Liderando el grupo, estaba Maurice con una sonrisa radiante.
-Maryse Lightwood- dijo el hombre. La mujer no mostraba temor alguno- Esta arrestada.
-Por que si se puede saber?- dijo la mujer.
-Por crímenes contra el pueblo francés- respondió Maurice.
-Eso es ridículo- dijo Maryse.
-Su marido también está arrestado por los mismos crímenes- dijo Maurice- Y sus hijos también. Donde están?
-No te lo diré- dijo la mujer.

Maurice le ordenó a sus hombres que buscaran a Robert y sus hijos. Mientras, a Maryse le pusieron unas esposas y la subieron a un carruaje que iba directo a la bastilla en donde estaría hasta su juicio. Los hombres y Maurice iban por toda la casa, buscando al padre y a los hijos.
Maurice encontró un estudio y allí vio a Robert, estaba de espaldas y Maurice pensó lo fácil que sería matarlo. Pero tenía una venganza que cumplir. Robert se tensó de inmediato, como si supiera que no estaba solo.
El hombre se dio la vuelta y quedó frente al revolucionario.
-Robert Lightwood- dijo Maurice- estás arrestado...
-No vengas con eso- le reprochó Robert- Se por que estás aquí.
-La pasión es lo que mantiene el fuego de la vida y la venganza es el fósforo que la enciende- dijo Maurice.
-Siempre dramático- dijo Robert- No es mi culpa que tu esposa de dejara hace veinticuatro años. Tu la alejaste.
-Mentira! Tu lo hiciste. Fui a Londres a buscarla. Ella murió antes de que llegara.
-Lo se. Era mi amiga.
-Ella murió con mi hijo en su vientre. Los perdí a ambos por que tu los alejaste de mi lado.
-No seguiré discutiendo contigo sobre esto.
-Yo tampoco. Llevenselo.

Unos hombres aparecieron y esposaron a Robert, mientras los revolucionarios se llevaban al señor Lightwood, Maurice se fijo en el cuadro que Robert estaba mirando.
-Ella tenía unos ojos hermosos- dijo Maurice.
El revolucionario salió de la casa y fue a ver al matrimonio Lightwood antes de que los pusieran en el carruaje que los llevaría a la Bastilla.
-Donde están sus hijos?- les preguntó Maurice.
Maryse le escupió en la cara y le dijo que preferiría morir antes que decírselo. Maurice fruncio el seño y vio el establo. Les ordenó a sus hombres que cerraran el establo y cuándo revisaron que estuviera bien sellada la puerta, ordenó que cerraran las demás. Una vez que la tarea estuvo hecha, Maurice gritó que quemaran la casa.
Rápidamente, las llamas empezaron a devorar todo.
La mansión Lightwood, con todos sus cuadros, reliquias y otras cosas importantes, empezaron a desaparecer y la luz del incendio iluminaba la noche.
Pero el silencio no duró por mucho tiempo, del gran ventanal, emergió un caballo. En su lomo, habían dos figuras encapuchadas. Una mas grande que la otra.
Los revolucionarios les apuntaron con sus rifles, pero la figura mas alta sacó un arco y una flecha que tenia escondida. Empezó a disparar las flechas y los hombres caían muertos. Uno disparó al brazo del arquero y cuándo la bala perforó la carne, el chico gritó.
El caballo empezó a correr y desapareció entre la noche. El humo del incendio atrajo nubes de lluvia. Empezó a llover.

***

A

rturo estaba en su casa, muy tranquilo. Estaba tomando una taza de té y vio que empezó a llover.
Iba a ponerse a leer, cuándo escuchó que tocaban la puerta. Arturo se preguntaba quién sería. El hombre abrió la puerta y se topó con dos rostros familiares: Alec y Max Lightwood.
Recordó el plan que había hecho con la señora Lightwood en el que si venían a buscarlos, huirían y los escondería en su casa.
Arturo detectó que Alec estaba herido y les dijo a los muchachos que entraran.
-Y sus padres?- les preguntó Arturo. Cerró la puerta y se fijó que nadie lo haya visto.
-Los llevarán a prisión- dijo Max. Se sacó su capucha y Arturo vio que Max había traído a su gato, Iglesia. El animal se sentó en un sillón al que se adueñó rápidamente.
-Estábamos en casa, cuando ellos llegaron. Mamá supo que teníamos que ejecutar el plan. Tomamos unas capuchas y me llevé mi arco. Fuimos a los establos a buscar un caballo y huir. Pero Maurice y sus hombres cerraron todas las puertas y quemaron la casa con nosotros adentro.
-Y como escaparon?
-Saltamos por una ventana.
-Max, no digas incoherencias.
-No, Arturo. Saltamos por una ventana. Maté algunos revolucionarios cuándo éstos iban a matarnos. Me dispararon.
-Alec, te buscaran por asesinato. No pueden encontarte. A ninguno de los dos.

-Menos mal que mi madre ideó este plan contigo por si venían a buscarnos. Nos quedaremos aquí un tiempo y luego nos iremos.
Alec empezó a gruñir por el dolor. El ex mayordomo buscó unas herramientas médicas y le quitó la bala a Alec. El joven se quedó dormido.

***

Espero que les haya gustado el capítulo.
Nos leemos luego.

Entre El Amor Y El Frio Acero (Caigo Cautivo #2. Malec AU)Where stories live. Discover now