Capítulo 32

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MAIA

Kayden quiere que hablemos. Quiere pedirme perdón y darme la explicación que durante tanto tiempo le pedí pero en este momento no puedo ni quiero hablar con él. Me ha hecho mucho daño y no creo que sea conveniente para ninguno de los dos hablar cuando las emociones están a flor de piel. No sería sano.

No voy a negarle la conversación que quiere que tengamos, nunca haría eso porque todos cometemos errores y creo en las segundas oportunidades pero hay que darle tiempo al tiempo.

Una parte de mí se alegra por saber que ha recapacitado pero otra no deja de preguntarse una y otra vez si podría perdonar y olvidar lo que ha hecho. Le quiero y eso no cambia de un día para otro por mucho que sus actos dejaran mucho que desear. Y mis sentimientos por él no han mermado después de todo. Pero una cosa es perdonar y otra olvidar. Yo puedo perdonarlo, claro que puedo pero olvidar lleva su tiempo y volver a confiar en quien te ha lastimado también.

—Aquí están los chocolates bien calentitos.

Brooke deja las dos tazas humeantes sobre la mesa y ambas nos sentamos en la alfombra cobijadas bajo unas suaves mantas.

Tras el último encontronazo con Kayden, después de lo de Katherine, le hice caso y fui directa a Brooke quien como siempre me ha recibido con los brazos abiertos y no me ha dejado sola en ningún momento desde entonces.

—Me voy a poner como una cerda— dice llevándose un churro a la boca después de sumergirlo en chocolate— Mmm, esto es el paraíso nena.

Me río ante su usual desparpajo e imito su acción. La verdad es que tiene razón, con el frío que hace esto sabe a gloria.

—Y... ¿Has pensado en llamar a Kath?— pregunta antes de mordisquear el churro.

—No, todavía no.

—¿No crees que estará preocupada? Saliste de su casa corriendo y hecha un mar de lágrimas, May. Encima no tienes el móvil y no podrá contactar contigo.

Me entretengo revolviendo el chocolate con un churro mientras pienso en Kath y comienzo a soltar todo lo que se me pasa por la mente en este momento.

—Mi malestar con ella no significa que no vaya a perdonarla. Voy a estar eternamente agradecida por lo que ha hecho. Ha dejado su vida a un lado para buscarme y una vez que me ha encontrado se ha mudado para estar cerca de mí y eso no tuvo que ser fácil. Pero me molesta que haya esperado tanto tiempo para contarme la verdad. Por mi situación me ha tocado madurar antes de lo normal y hace muchos años que habría sido capaz de aceptar todo esto. Además, por su reacción parece que si no lo llego a descubrir yo por su parte nunca me habría enterado.

Brooke me mira dándome toda la atención del mundo y tras dar un mordisco al delicioso manjar que hemos comprado continuo.

—Si no fuera por el egoísmo de mi madre biológica— digo con disgusto porque realmente me incomoda llamarla así—, no habría tenido que pasar por todo lo que pasé en el centro ni en los hogares de acogida porque Kath habría sido mi madre desde que yo era un recién. Supongo que no me ha hecho gracia que después de que esa mujer le haya prohibido tener contacto conmigo y me haya privado de tener una familia ella se mantuviera fiel a una parte de la promesa que le ha hecho en su día.

—Pero no habrías conocido a Kayden— murmura pensativa.

Me quedo en silencio y ella reacciona sacudiendo la cabeza y con cara de arrepentimiento.

—Lo siento, no debí haber dicho eso.

—Está bien, Brooke. No te disculpes por eso.

Mi Primera Maravilla ©Onde histórias criam vida. Descubra agora