Mi vecino es un espía

Baile..

Era un sábado por la mañana me había despertado temprano para hacer algunas cosas antes de ir a ese dichoso baile.

-¿Diga?

-¡Hanna! __Hablaba Kathe a través del teléfono.

-Hola Kathe

-Sabías que la pelea que hubo ayer entre tu vecino y Logan se hizo tan popular, ¡Qué afortunada, yo desearía que alguien se pelee por mi! __Había bajado su tono de voz.

-No sabía eso__Contesté.

-En fin, te llamaba para decirte si ya sabes con que irás vestida al baile.

No tenía nada en mente aún.. 

-No lo sé todavía Kathe. __Estaba pensando en otras cosas que no prestaba atención a lo que decía mi mejor amiga.

-Como lo pensaba__Dijo__En media hora llegaré a tu casa con un vestido que compre pero a mi no me quedó y estoy segura que a ti te quedará perfecto. __Y colgó.

****

-¿Es en serio Kathe?

-¡Vamos Hanna! Te ves hermosa.

Kathe me había traído un vestido negro más arriba de mis rodillas.. mucho más arriba con un escote en su espalda y con una tela transparente que rodeaba mi vientre. Era hermoso pero... yo  no usaba ese tipo de cosas.

-Claro que  no Kathe, es muy corto y.. provocativo.

-Una vez en tu vida que te lo pongas no hará daño a nadie y aparte que me costó un ojo de la cara. ¿Tienes otro vestido entonces? __Decía Kathe mientras buscaba en mi closet algún vestido.

No tenía más vestidos, bueno tenía uno pero me quedaba como una camiseta y no me lo iba a poner ni loca. Entonces resignada acepté, faltaba sólo media hora para el baile y Math pasaría por mi.

-Esta bien Kathe.. tranformame__Dije sarcastica.

-¡Eso es!

...

Kathe me había dejado como una Barbie; mi cabello largo colgaba de unas ondas, llevaba maquillaje más de lo habitual, rimel, labial rojo, base y un poco de rubor. Con unos zapatos tacón negro de gamusa. Sinceramente estaba hermosa.

-¡Hanna! Mathew ya está aquí. __Gritaba desde abajo.

Tenía miedo de tropezarme con aquellos zancos que llevaba puesta. Aunque no eran tan altos no sabía andar muy bien en tacos.

Entonces fui bajando las escaleras y allí en la puerta de la entrada estaba él; llevaba un smoking negro con un corbatin. Sus músculos se pegaban a la ropa haciéndose notar. Estaba muy guapo.

-Estas... hermosa Hanna. No me hagas esto nena__Su mirada no se despegaba de mi.

-Lo mismo digo Mathew.

-Bueno, bueno. Mucha charla y menos acción, es hora de irse tortolos se les hará tarde__Decía Kathe empujandonos hacia la salida.

-¿Tú no vendrás con nosotros? __Pregunté.

-Los veré allá__Dijo Kathe Kate y cerró la puerta de mi casa, mi casa. Ella era como mi hermana así que no tenía problema que se quedará ahí.