Una visita inesperada.

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Me sentía culpable, ¿está bien que Mathew se haya enojado conmigo? Sinceramente hubiese hecho lo mismo si él me hubiese ocultado algo similar. Hace una semana que no sé de el, o hasta donde tenía entendido Mathew se encontraba con Julen, pero soy incapaz de ir a buscarlo ¿orgullo? No. Simplemente tengo miedo que me rechace, aunque pensándolo bien, no fue tan grave lo que hice, es sólo una maldita relación y además él debió haber superado lo que nunca pasó hace varios años con Nick, he pensado que está exagerando un poco, con quien debería sentirse engañado es con Emma ¿cierto?, ella es la novia no yo. Pero lo que más me duele es que el no ha hecho ni el más mínimo esfuerzo por buscarme, no entiendo.. tanto le molestó a Mathew sobre la relación de Emma o algo más está pasando.


Es lunes, últimamente los días han estado nublados, aún seguía recostada en mi cama. Me giré a ver la hora ¡12! .. Dios mío, eran las 12 del medio día, pero con este clima creí que era más temprano, me levanté enseguida de la cama, los gemelos se encontraban en casa de mi madre pues como el señor Worren se desapareció no tenía quien cuide de los niños mientras yo trabajaba, estarán con mi madre hasta encontrar una niñera.
Agarré mi toalla y fui a ducharme, dejé caer el chorro de agua sobre mi nuca, me desestresaba mucho, pues bañarme era mi pasatiempo favorito, parecía pez en el agua. Salí de la ducha después de varios minutos, ya que tomaba tiempo darme un buen baño. Fui a mi closet, rebusque entre mi ropa y cogí unos jeans de mezclilla, una camiseta de lentejuelas y mis vans, me encantaba estar cómoda para mi trabajo. Fui a mi tocador y traté de maquillarme un poco, debo admitir que soy pésima haciéndolo pero hago lo que se puede. Uso una máscara de pestañas, corrector para mis ojeras y un poco de labial, no necesitaba rubor ya que mis mejillas son naturalmente ruborizadas.

Bajé a la cocina por algo de comer pero al ver que no me daba tiempo sólo agarré una manzana y me fui. Puse mi auto en marcha y me dirigí hacia mi trabajo luego de tanto tiempo sin haber ido, ya lo extrañaba. Mientras iba manejado cantaba a todo pulmón Kill me with kidness, quería distraer mi mente con lo que había pasado con Mathew. 

Saludé al guardia con una gran sonrisa mientras que el chofer se dirigía al parquear mi auto.

-Buenos días Dra Jhonson__Bienvenida de vuelta.


-Hola Dann__esboce una sonrisa al guardia__Gracias.


Entré a la clínica y saludé a algunas personas que por lo visto eran nuevas. Caminé todo recto por el pasillo hasta llegar a mi consultorio, justo cuando iba a girar el pomo una voz me asustó.



-¡Hey!__gritó Kathe en mi oído, me volteó a ver y se encontraba radiante con su bata blanca, tenía el cabello recogido en un moño despeinado, llevaba una camiseta holgada y un pantalón de mezclilla con unos tenis.


-¡Dios, me asustaste!__la regañe.


-Lo sé__sonrió__bienvenida nuevamente__dijo Kathe con una cálida sonrisa reconfortante.


-Gracias, pero será una molestia trabajar contigo__dije burlona.


-Eso dolió__hizo expresión en su rostro.


Reí.


-Te veré luego__ella asintió y yo entre a mi oficina.


Tal y como la había dejado hace seis meses. Las paredes pintadas de blanco, a un lado un mueble negro de cuero y al frente mio se encontraba mi escritorio con todas mis cosas encima. Reí al recordar la vez que me enteré que estaba embarazada, justo pasó en este lugar.


Me adentre más al lugar y deje mi bolsa encima de la mesa, acto seguido me senté en mi escritorio, agarré mi celular para revisar alguna llamada de Mathew, pero no.. ni una sola.


-Idiota__dije entre dientes cuando de pronto mi puerta sonó interrumpiendo mis pensamientos.


-¡Adelante!



-Disculpe señorita Jhonson, pero tiene un paciente__dijo mi secretaria Marie.



-Vaya, buen comienzo__dije riendo__hazlo pasar__ella asintió y se retiró.




Después de unos segundos volvió a sonar mi puerta.


-Pasa__dije con una sonrisa.


La persona abrió lentamente la puerta, visualice su atuendo. Llevaba pantalones negros, una camisa a cuadros, encima de ella llevaba un abrigo puesto la capucha, no podía ver su rostro aún. Cerró nuevamente la puerta y se sentó frente a mi sin decir ni una sola palabra. Frunci el ceño al notar el comportamiento de esta persona.


-¿Puedes quitarte la capucha?__dije amablemente, tenía mucha curiosidad de saber quién se escondía detrás de ese atuendo.




El asintió y poco a poco su capucha fue deslizándose dejando al descubierto su rostro.




Y cuando lo vi, no podía creerlo. Mi corazón se paralizó, juro que si hubiese estado de pie me hubiera caído porque mis piernas en este instante no me están respondiendo.


-Tú..


-Hola Hanna.

Mi vecino es un espíaWhere stories live. Discover now