Mi vecino es un espía

8 meses

Acabo de llegar del doctor por mi chequeo médico para saber cómo están los bebés y por lo que me dijo estaban de maravilla, cada vez más grandes y más saludables, completamente listos para salir. Mi estado fisico iba cambiando cada mes, ahora no puedo verme los pies porque mi barriga ha crecido el triple que yo, parezco una pelota de Basketball, lo bueno de todo es que mi querido novio está al pendiente mío.

- Nena iré a comprar algo de comida ¿Qué se te antoja?__pregunto Mathew visualizando mi estado de ánimo, estoy algo cansada y mi carácter suele cambiar repentinamente con decirles que lloro hasta por lo que vuelva una mosca.

-Lo que quieras__sonrío__aunque si no es mucho pedir quisiera comerme unos tacos__remojo mis labios.

-Amor__dijo frunciendo el ceño__¿Dónde quieres que consiga tacos en Los Ángeles?

-No lo sé__me encojo de hombros__supongo que en algún restaurante mexicano.

-Cuando nazcan mis hijos prometo que me las pagarás todas y cada una de las cosas que han pasado en estos meses en especial en lo haber tenido contacto físico__espetó.

-Ve antes que se haga tarde__reí__ y no vuelvas a casa sin mis tacos.

-También te amo nena__ salió de casa.

Luego que Math se haya ido a comprar comida y mis tacos bajé al salón a ver una película, el doctor me dijo que debo permanecer en reposo hasta que los bebés nazcan así que lo único que he pasado haciendo es dormir, ver televisión y comer. Debe ser por eso que he engordado y parezco un jabalí. 
Entre tantas películas que Mathew me había comprado siempre escojo el género de terror, es mi favorito y mas aun cuando estoy sola en casa es una tentación para mi. En este caso decidí ver Insidius, hice palomitas de maíz, un poco de bebida natural de mora, una manta y a ver la película.

Me recoste en el sillón más largo, y puse play al vídeo. Mientras veía la película me metía una gran bocanada de palomitas a mi boca junto con un sorbo de mi bebida de mora cuando de pronto sonó el timbre.

-Al parecer ya encontró mis tacos.

Me levanté del cómodo sillón, me puse mis pantuflas de panda y me acerqué hacia la puerta.

-¡Hola cuñadita! __Era Emma quien había venido.

- Hola Em__dije un poco sorprendida__que milagro.

-¿Puedo pasar?__rió.

-Oh Si, perdón pasa.

Nos acercamos hasta el salón sentándose ella alado mío.

-Y dime cuál es el agrado de tenerte por aquí__cogí un puñado de palomitas y me metí a la boca__Si buscas a Mathew no está, fue a comprar tacos__Dije con la boca llena.

-¿Tacos?__fruncio el ceño__No vengo a ver a mi hermano sino a ti.

-¿A mi?__dije sorprendida__¿pasó algo?

-¡Oh No, No! Todo está bien__replicó__Hanna debo decirte algo.. bueno en realidad necesito que me ayudes ya que sólo tu lo sabrás__dijo Emma seriamente.

La miré unos segundos dejando a un lado mi comida__Me estás asustando Emma.

Ella ladeo la cabeza son una sonrisa de lado__No estoy embarazada__habló.