Capítulo 30

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NICOLE

Me concentro en el sonido de las gotas de lluvia que golpean el paraguas. El repiqueteo constante me mantiene en calma mientras me paro sobre la tierra mojada. A varios metros de distancia, una dolorosa escena provoca el encogimiento de mi corazón.

El cielo llora sobre el ataúd de madera oscura que permanece a la espera de su destino final. Pronto será introducido en el agujero junto a él y cubierto tierra. El cura sujeta con la mano derecha el paraguas mientras que la izquierda mantiene abierto el libro que utiliza para guiarse en este tipo de eventos.

No quiero escuchar lo que está diciendo. No quiero oír sus falsas promesas de que ahora su alma está en un lugar mejor. Keila debería estar aquí junto a mí y no dentro de ese ataúd.

Una gran multitud ha asistido al funeral. Compañeros de instituto, profesores, vecinos y conocidos del pueblo. Todos ellos lloran silenciosos la muerte de una persona tan joven que se ha ido antes de tiempo. De entre la multitud surge una mujer que deja caer su paraguas y se lanza sobre la caja de madera que guarda el cuerpo de su hija.

— ¡No! Keila ¡No! —llora desconsolada —. Mi niña, mi niña...

Mis dedos aprietan con fuerza el mango del paraguas viendo la desoladora escena. La madre de Keila no lo entiende. Ella creía que su hija estaba bien y a salvo con su abuela. Siento rabia y furia por lo que ha pasado, pero lo peor de todo es la culpa.

— No te culpes —murmura Kilian a mi lado como si me hubiese leído la mente.

Aparto mi mirada del funeral y lo observo. Está vestido con una camisa negra y pantalones oscuros. Y mantiene su mirada seria al frente. Recuerdo la forma en la que me abrazo durante los angustiosos momentos en los que me di cuenta de que mi amiga estaba muerta. Extiendo mi mano y agarro la suya. Él me mira sorprendido y aprieta transmitiéndome su apoyo. Nos mantenemos así hasta que el funeral acaba y las personas comienzan a dispersarse.

— Nicole, lo siento mucho —se disculpa él mientras caminamos fuera del pequeño cementerio.

Sin poder articular palabra asiento mostrándole que le he oído. Kilian se detiene y me obliga a mirarlo.

— Sé que lo que ha pasado es duro. Has perdido a alguien a quien querías a manos de otra persona que te importaba —dice él refiriéndose a Salvador —. Los has perdido a ambos. Pero lo superarás. No te puedo prometer que será fácil pero con el tiempo, el dolor disminuirá.

Sus ojos son tan intensos, que incapaz de soportarlo, aparto la mirada. A lo lejos veo a Gabriela acompañando a la madre de Keila hacia el coche. No he hablado con ella desde el incidente... no he hablado con nadie.

Para la gente la muerte de Keila es un misterio. Nadie sabe que estoy envuelta en todo ello y Kilian se ocupó de los cadáveres cenicientos de los vampiros, por lo que nuestro secreto sigue a salvo.

— Nicole — llama mi atención Kilian —. Estoy aquí para ti ¿lo sabes verdad?

— Kilian, yo... —comienzo pero él me interrumpe.

— Escúchame. No puedo ni imaginar cómo te debes de sentir después de lo de Salvador pero quiero ayudarte. Tú eres importante para mí —dice él cogiendo mí mano.

Lo miro y veo la sinceridad en sus ojos pero, a pesar de ello, no pudo hacer lo que me pide. Primero fue Gabriel y después Salvador. ¿Cómo puedo volver a entregar mi confianza a alguien de nuevo para después ser destruida sin compasión?

Niego y me alejo un paso. Nuestras manos se separan y Kilian la cierra en un puño.

— Nicole...

— Lo siento. No puedo hacer esto ahora mismo. Esto es demasiado. Necesito tiempo para mí para descubrir quién soy. Desde el comienzo he estado apoyándome en alguien: Gabriel, Salvador... y después en ti. No quiero volver a sentirme de esta manera nunca más.

— Yo no soy como ellos —protesta —. Jamás te haría algo así.

Mi corazón se ablanda. Sé que él es bueno pero ya he tomado mi decisión.

— Voy a irme del pueblo durante una temporada. Necesito estar sola.

Kilian aprieta los puños con más fuerza y temo que vaya a hacerse daño. El permanece callado y me mira con enfado pero lentamente su expresión se suaviza y suspira en derrota.

— Está bien... de todas formas yo también tenía pensado dejar el pueblo pronto —acorta la distancia que nos separa y coge mis manos entre las suyas. Esta vez no las aparto por sé que esto es un adiós —. Como ya he dicho, eres importante para mí. Tienes mi número. Llámame en cualquier momento o lugar y estaré allí ¿vale?

— Lo haré —prometo.

Las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa triste y deja caer mis manos. Toma una gran inspiración y se da la vuelta. Comienza a andar con paso lento alejándose de mí.

— ¡Espera! —lo llamo.

Kilian se detiene y me mira. Cuando estoy frente a él de nuevo me coloco de puntillas y beso sus labios. Él coloca su mano en mi cintura y presiona su boca dulcemente contra la mía. El beso es corto y cuando acaba Kilian esboza una verdadera sonrisa.

— Nos volveremos a ver —susurra.

— Sí, lo haremos

Esta vez sí observo como Kilian se aleja y sale del cementerio. Sé que sin importar el tiempo que pase volveremos a vernos algún día porque, después de todo, somos vampiros.

Mis pasos son lentos mientras me alejo de la tumba de mi amiga y al llegan a la salida me detengo junto a una de las papeleras. Introduzco mi mano en el bolsillo de mi chaqueta y saco el anillo impregnado en verbena. Mi piel se quema con su tacto y el dolor es fuerte. No es nada comparado con la presión que acongoja mi corazón por la muerte de Keila, así que lo soporto.

Lo mantengo en mi palma y lo observo durante varios segundos. El fino y delicado. Bañado en oro con una pequeña piedra que destella en azul cuando el golpeada por el sol. Es precioso.

Después lo dejo caer sobre la basura que llena la papelera y mientras mi palma se cura, no sólo el dolor por la quemadura desaparece sino también el sufrimiento que hasta el momento había sentido por la muerte de Gabriel. Simplemente lo dejo ir, siendo algo que debería haber hecho hace mucho tiempo.

Bajo el paraguas, la lluvia se vuelve más intensa y camino por la calle. Miro hacia delante con la cabeza en alto hacia mi nueva vida... hacia mi nuevo futuro.


¿FIN?



Drinking BloodWhere stories live. Discover now