Harry Potter y la travesía hacia el futuro.

2. Minerva McGonagall.

Los muchachos subieron las escaleras apurados, para llegar rápidamente hacia dónde Dumbledore se encontraba. Pero cuando entraron en la habitación, se sorprendieron. En el lugar que Albus Dumbledore ocupaba en su presente, se encontraba Minerva McGonagall. La anciana bruja estaba leyendo unas cartas, y se la veía cansada. Llevaba puesta una túnica color esmeralda y un gorro puntiagudo del mismo color. Pero su cara en cuanto vio entrar a los niños en el despacho cambio a varias otras. Empezó con confusión, luego con asombro y luego los miró con severidad.

— ¡Por las barbas de Merlín! –Exclamó la directora del colegio, sin entender nada-. ¿Cómo... cómo es esto posible?

— ¿Profesora McGonagall? -preguntó Harry-. ¿Dónde está el profesor Dumbledore?

La cara de Minerva se entristeció.

— ¿Harry, Hermione? ¿Cómo llegaron hasta aquí? -preguntó Minerva, buscando respuestas en los rostros de los niños. No era normal que ella los llame por sus nombres de pila. Algo no estaba bien.

— ¿Nos conoce? –Preguntó Hermione, arrugando la frente-. ¿Cómo es eso posible? Hemos viajado al pasado...

—Señorita Granger... –la interrumpió la profesora McGonagall-. Han viajado al futuro.

— ¿Eso es posible? -preguntó Ron, hablando por primera vez, saliendo del shock-. Yo tenía entendido que sólo se podía viajar al pasado.

—Creo que todos los que estamos aquí en la habitación pensábamos los mismo, señor Weasley. -respondió McGonagall-. ¿De que época son? ¿Como han llegado hasta aquí? Necesito explicaciones.

—Hemos venido con el gira-tiempos de Hermione, profesora. –contestó Luna, con su voz soñadora-. Venimos del año 1995.

— ¿De 1995? –preguntó la profesora, a lo que Ginny asintió-. ¿Con un gira tiempos? Yo tenía entendido que me lo había devuelto, señorita Granger.

—Bueno... La verdad es que... Le di una réplica exacta... -murmuró Hermione, avergonzada-. Lo siento, profesora.

—No... Eso... no importa ahora. –Dijo la profesora-. ¿Puedo verlo? Al gira tiempos...

—Verá... -comenzó explicando Neville.

—Ron asustó a Hermione... lo que provocó que esa cosa explotara y nos traiga hasta aquí... -explicó Ginny-. Y se rompió...

La profesora McGonagall observó a todos sus estudiantes y suspiró.

—Tengo contactos... Podremos conseguir un nuevo gira tiempos. –les dijo, ajustando sus anteojos-. Pero llevará tiempo... Habrá que hacer uno nuevo... es complicado...

—Profesora... –la interrumpió Ron-. Perdón, pero ¿Dónde está el profesor Dumbledore? Yo creo que él podría arreglarlo fácilmente...

Los seis niños presentes querían la ayuda del profesor Dumbledore. Harry sabía con seguridad que él los podría ayudar.

—Justo aquí, joven Weasley. -murmuró el cuadro de Albus Dumbledore, con una sonrisa en el rostro.

—Espere... si usted está allí en ese cuadro... -comenzó Hermione-. Eso significa que... usted está...

Sin poder contener las lágrimas comenzó a llorar. Luna, Neville, Harry, Ron y Ginny la miraron sin entender lo que sucedía. Pero luego Harry recordó que una vez, el sabio profesor, le había dicho que todos los directores de Hogwarts una vez que fallecían, tenían su propio cuadro en Hogwarts.

Eso significaba que...

— ¡No! –Gritó Harry, y sus ojos se pusieron vidriosos-. ¡Usted no puede estar muerto! No es posible...

No podía creer que en algún momento el profesor no este presente para apoyarlo y aconsejarle. Aunque en ese último año, el profesor no le había dirigido la palabra sabía que podía confiar en aquel hombre.

—Lo siento, Harry... -dijo el profesor, con tristeza-. No quería hacerte ningún daño...

— ¿En que año estamos, profesora? -preguntó un curioso Neville.

—En el año 2021, señor Longbottom. –contestó la mujer.

— ¿Qué haremos mientras estemos aquí? -preguntó Ron-. Digo, ¿nadie nos reconocerá?

—Irán a clases normalmente... –dijo la profesora, luego de pensarlo unos momentos-. Es la mejor opción. Los profesores se pondrán al tanto, así no sé asustarán cuando los vean. Irán todos a Gryffindor, permanecerán allí, como en su época.

—Profesora, yo estoy en Ravenclaw... -dijo Luna, pensativa.

—Lo sé, señorita Lovegood. Pero será mejor que permanezcan todos juntos... -les sonrió levemente a todos-. Ahora vayan a la sala común, verán una habitación vacía equipada para ustedes.

Los seis salieron de la habitación y bajaron las escaleras para ir hacia la sala común de Gryffindor. Estaban en silencio, sin saber bien que decir. Era una situación muy extraña.

—Entonces... -empezó Ron, quien fue interrumpido por Hermione.

—Sh... Ron. –lo calló-. En la sala común lo hablaremos.

Ron rodó los ojos y continuaron caminando.

Estaban todos tan entretenidos en hacer silencio y en que nadie los vea, que ninguno se dio cuenta que había un gran grupo de chicos observándolos, con el ceño fruncido, y caras de sorpresa.

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Capítulo editado el día 05/03/2019.