Harry Potter y la travesía hacia el futuro.

9. Rubeus Hagrid.

N/A: Los nombres de adultos serán escritos así y los adolescentes así.

***

Ginny Weasley se despertó y besó los labios de su esposo, provocando que él también se despierte.

—Buenos días, Gin. -dijo Harry Potter, con una sonrisa en sus labios-. ¿Lista para la acción?

Ella sonrió y asintió con la cabeza.

—Sabes que si. -respondió ella, y luego se levantó-. Ahora levántate, así nos prepararemos. ¿A quién mandarás además de a Ron?

—Mandaría sólo a Ron si es que Delphi no me daría tanto... -él quería decir "miedo", pero la palabra simplemente no salía de su boca.

Le costaba mucho decir aquella palabra ante cualquiera. No porque le molestara decir sus miedos, si no porque después de todo lo que había pasado, no quería asustar a nadie.

— ¿Miedo? -preguntó su esposa, a lo que él asintió.

—Irás con Dennis Creevey* y con Ron, creo que será suficiente. -le dijo él, a lo que ella asintió.

—Genial, con ellos se me será más que suficiente, Harry. -dijo ella, sin dejar de sonreír-. Gracias por confiar en mí con esto... Sé que preferirías ir tú... Pero tienes demasiado trabajo que hacer, así que... Gracias.

—Sabes perfectamente que confío tanto en ti, como confío en Ron o Hermione.

Ginny le sonrió, y luego ambos se fueron a preparar para comenzar con sus respectivas tareas.

***

Mientras tanto, en Hogwarts...

Harry Potter se despertó ya que la puerta no dejaba de sonar. Se encontraba en una habitación parecida a donde dormía él en su presente, sólo que ésta era para tres: él, Ron y Neville.

— ¿Crees que debemos derribar la puerta para que se despierten, Jem? -preguntó una voz de un chico, una vez que los golpes pararon.

—Eso sería genial, Fred. -respondió otra voz-. Pero... ¿Te imaginas si están desnudos o algo así? Eso sería gracioso, y muy asqueroso.

Harry abrió los ojos, y se colocó los anteojos, antes de levantarse de la cama y abrir la puerta.

—No hace ninguna falta de que derriben ninguna puerta, chicos. -fue lo que dijo, mirando a los dos chicos, que sonreían.

—Al fin uno se despierta. -dijo James, riendo-. Será mejor que se vistan y bajen a desayunar, las clases empiezan en una hora y creo que tienen hambre.

—Si... despertaré a Ron y a Neville, ¿les parece bien? -preguntó Harry, y les sonrió a los chicos.

—Claro que sí. -dijo James y miró a Fred-. Es raro esto de ser mayor que mi padre...

Aquel comentario provocó risas por parte de Fred y de Harry.

—Es raro estar en mi futuro... -dijo Harry, mientras se acercaba a su mejor amigo-. Digo, ya había viajado un par de horas al pasado. Pero al futuro... Eso si es algo extraño... -apoyó su mano en el hombro de Ron-. Ron... Oye, Ron, despierta... Hay que bajar a desayunar.

El pelirrojo se despertó, con una sonrisa en su cara.

—Tengo ganas de probar la comida del futuro. -fue lo primero que dijo-. ¿Seguirán los elfos domésticos como cocineros?

—No tengo la más mínima idea. -respondió Harry, para luego acercarse a Neville-. Mm, ¿Neville? ¿Quieres despertarte? Es hora del desayuno.

El chico se movió e hizo un gesto raro con su rostro.

— ¿Qué haces, Harry? -preguntó-. ¿Cómo es que el despertador no sonó?

—Creo que nunca lo hemos puesto. -contestó Ron-. Será mejor que nos cambiemos y vayamos a desayunar.

***

Cuando los tres chicos llegaron al gran comedor, no pudieron evitar llamar la atención. No porque ellos quisieran, si no porque eran muy parecidos a tres personas: Harry Potter, Ron Weasley, y el profesor Longbottom. A los alumnos les llamaba la atención que así fuera, pero cuando se sentaron en la mesa de Gryffindor, muchos dejaron de prestarles atención.

—Odio que la gente nos observe tanto. -exclamó Hermione, indignada.

Ron, por el contrario, parecía fascinado. A él siempre le gustaba ser el centro de atención, ya que no siempre podía "disfrutar" de aquella eventualidad.

—No es tan malo, Hermione, no te quejes. -dijo Ron, al momento que los tres chicos se sentaban en la mesa-. Por cierto, ¿donde está el resto?

Luna y Ginny llegaron unos pocos segundos después, acompañadas de Lily Luna. Rose se encontraba al lado de su futura madre y James y Fred se habían ubicado a los lados de Harry.

— ¿No creen que así llamamos más la atención? -preguntó Hermione, al momento que Albus y Scorpius también se sentaban en la mesa.

Unos minutos después toda la familia Potter-Weasley-Granger-Scamander estaba sentada en la mesa de Gryffindor.

—No te preocupes ti... -empezó a decir Lily, pero se calló-. Digo, Hermione. Siempre nos sentamos juntos, somos una familia muy unida.

Hermione, aunque no muy convencida, asintió con la cabeza.

—Así que... -dijo Ron, mientras se servía un pedazo de tarta de chocolate-. ¿Qué hacemos en el futuro? Estoy seguro que Harry es auror, pero, ¿y los demás?

—Bueno... -respondió Albus-. Papá es el jefe de departamentos de auror, mamá era parte de un equipo de Quidditch, pero dejó para manejar la sección de deportes del Profeta. Hermione es la Ministra de Magia, y tú trabajas en la tienda de chascos "Sortilegios Weasley", junto con George. -explicó él-. Neville es profesor de Herbología, aquí, en Hogwarts y Luna trabaja en la revista que era de su padre.

—No creo que haya estado bien que nos hayas contado todo esto, Al. -dijo Hermione, en tono de desaprobación-. Esto podría cambiar el futuro.

— ¿Cómo sabríamos si el futuro cambia? -preguntó Neville.

—Sólo los viajeros del tiempo se darían cuenta. -contestó Scorpius-. Algo que no es muy conveniente, ya que ustedes no viven en esta época. No se darían cuenta muy fácil si cambian algo.

Harry, Ron, Hermione y Ginny intercambiaron miradas. Luego alguien dio un grito ahogado.

— ¡Por las barbas de Merlín! -escucharon decir y Harry, Ron, Neville, James y Fred se voltearon para ver quien había hablado. Era Hagrid-. Cuando me dijeron que estaban aquí no lo creí... ¡Pero están aquí! Realmente... Es alucinante.

— ¡Hagrid! -exclamó Harry. El chico tenía una enorme sonrisa en su rostro-. ¿Sigues enseñando en Hogwarts?

—No... -respondió el semi-gigante-. He decidido seguir como guardabosques, la profesora Grubbly-Plank se ha quedado con el puesto. Ya estoy bastante viejo para ser profesor. -Todos le regalaron una gran sonrisa a Hagrid. Todos lo querían, pero sabían que ser profesor no era lo suyo. -Bien, me iré a desayunar, ¡no olviden de pasarse por mi cabaña cuando puedan!

Harry asintió, y luego continuaron desayunando. Iba a ser un día muy movido.

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Capítulo editado el 07/03/2019.

*Dennis Creevey: no tengo idea que fue de la vida de Dennis luego de la batalla de Hogwarts, pero lo puse como auror porque me cae bien, fue de los pocos que le creían a Harry sobre la vuelta del Innombrable, así que :)