Harry Potter y la travesía hacia el futuro.

6. Cicatriz.

Hermione salió corriendo tras Ron, a la vez que Rose era consolada Ginny.

—Rose, debes entenderlo, Ron a veces puede ser un poco... -empezó Harry, intentando defender a su mejor amigo, a la vez que intentaba ayudar a su futura sobrina.

—Estúpido, pesado, celoso, posesivo, resentido... -comenzó a despotricar Albus Severus contra su tío, pero fue interrumpido por Ginny.

— ¡Albus Severus Potter! -exclamó la pelirroja, molesta con su futuro hijo-. ¡No permitiré que le hables así a tu tío! ¡Increíble! Mi hermano a veces puede ser pesado y celoso... -dijo Ginny, observando amenazadoramente a Albus, mientras el cerraba su boca, a sabiendas que su madre lo iba a castigar si seguía diciendo lo que pensaba sobre su tío-. Pero es una excelente persona, y apuesto todos mis galeones a que él te ama más que a nadie en este mundo...

—Exceptuando a Hermione, o a la comida... -la interrumpió Harry, provocando que todos en la habitación rieran.

—Ya sabes cómo es tío Ron, Rosie... -dijo Fred, acercándose a su prima-. Ya se le pasará.

—Además apuesto mi escoba, lo que es mucho decir, que la profesora McGonagall llamará a tus padres a que arreglen el giratiempos. -añadió James Sirius.

— ¡Genial! -exclamó Lily, ante lo dicho por su hermano mayor-. ¡Veremos a papá entonces!

—Si, ustedes siguen siendo tan unidos como siempre... -añadió Dominique, observando a Harry, escudriñándolo con la mirada.

Le intimidaba. Le intimidaba que aquellos niños lo observarán como si fuese algún animal de zoológico. Instintivamente se llevó la mano a la cicatriz, al sentir que su futura hija de la observaba con vehemencia. Aunque, él sabía perfectamente que no era la única. ¿En el futuro el seguiría teniendo aquella cicatriz?

Luna, Neville, Lysander, Hugo, Lorcan, Louis, Molly y todos los jóvenes que anteriormente no habían participado de la conversación, estaban ocupados teniendo una conversación sobre el Ejército de Dumbledore y como lo habían formado. Obviamente todos sabían la historia, pero sólo parte de ella. Por eso, todos prestaban atención a cada detalle de lo que Neville y Luna decían.
Poco a poco, Rose, Albus, Lily y Dominique se unieron a aquella charla. Simplemente para conocer a sus padres de jóvenes.

— ¿Vienes, Jem? -preguntó Fred a su primo, quien negó con la cabeza.

—Ahora... Mm... En unos minutos... -respondió un distraído James, observando a su futuro padre.

Ginny, le regaló una sonrisa a Harry y se unió al grupo de chicos a hablar del ED. La sonrisa fue correspondida por el receptor, quien no dudó en levantarse para ir con los demás. Pero antes de que lo haga, James lo frenó, carraspeando.

—Sé que seguramente te estés preguntando porque Lily te miraba la cicatriz de aquella forma, porque todos lo hacemos... -empezó el mayor de los Potter-. En realidad no sé que seguramente te lo estás preguntando, te lo estás preguntando en si...

— ¿Cómo? -preguntó Harry, observando a su futuro hijo con gran interés.

—Se utilizar Legeremancia y Oclumancia... -explicó el chico, quien se adelantó a la pregunta de Harry, respondiéndola-. Con Fred y los gemelos nos metemos en muchos problemas, haciendo travesuras y demás, los cuatro la sabemos utilizar... pero, eso no viene al punto.

—Estoy impresionado, yo no la domino, ni la Oclumancia, mucho menos la Legeremancia... -exclamó Harry, sorprendido ante las maravillosas habilidades de su hijo-. Hay muy pocos magos que pueden hacerlo.

—Lo sé, en realidad, ahora lo manejas bien... así es como descubres cuando me meto en problemas y eso... -dijo un muy avergonzado James-. Pero, a lo que iba es que... Todavía te duele la cicatriz, muy pocas veces... aunque claro, tú no sabes que yo sé que te duele... Lo intentas ocultar, pero mamá lo sabe y yo lo sé... Es por eso que la observamos. Ellos no saben que te duele... -James señala a su familia, cuando dice aquellas palabras-. Pero creo que lo sospecha Lily y Albus también...

— ¿A que viene todo esto? -pregunta Harry, sin saber a que punto quiere llegar su hijo.

—Todo esto viene a que cuando papá venga a Hogwarts... Quiero que lo hables contigo mismo... Que te digas que le contaras a mamá, ella últimamente está muy preocupada... Las pesadillas del año pasado con Al... –empezó a decir James, pero paró al darse cuenta que habló demasiado.

—Creo que no deberías decirme todo esto, James... -dijo Harry, luego de unos minutos de silencio-. ¿No crees que estaremos cambiando las cosas en el futuro?

—Lo sé, lo siento. No debería de haber hablado tanto... Pero háblalo, ¿si? Creo que tú te escucharás a ti. -con un último suspiro, James se dio media vuelta y se fue a reunir con su familia para escuchar las historias.

Harry se quedó pensativo ante las palabras de su futuro hijo.

Si, él destruía a Voldemort en un futuro. Lo sabía. Lo intuía. Sentía que iba a ganarle al mago más tenebroso de todos los tiempos. Como también sabía que todavía iba a haber peligro allí afuera... Algún mortífago suelto, con intención de asesinar a su familia, por venganza por haber destruido a su amo.

Por eso en ese momento, Harry, se prometió a si mismo que cuidaría de su familia con su vida. Más que a si mismo.

Porque sabía perfectamente que él los amaría más que al Quidditch.
Más que Ron a la comida.

Porque como muy bien había dicho Albus Dumbledore alguna vez "El amor es la magia más poderosa y a su vez peligrosa que existe". 

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Capítulo editado el día 07/03/2019.