Harry Potter y la travesía hacia el futuro.

22. Oh, Gin. Nuevos planes.

Harry miró incrédulo a su mujer. ¿¡Qué ella había hecho qué!? Se esperaba que algo así de cualquiera, menos de ella y sus mejores amigos, así que se sorprendió cuando ella dijo eso. Él negó con la cabeza.

—Necesito que expliques, Gin. -le dijo Harry, pasándose una mano por el rostro-. ¿Cómo es qué puede que tengas que ver con que ella se haya escapado? ¿Qué has hecho?

—Bueno... -empezó a decir ella, con lágrimas en los ojos-. La vez que fuimos con Ron y Dennis a Azkaban yo hablé con ella. Le dije que si ella me decía como arreglar un giratiempos yo la ayudaría a salir de allí.

— ¿¡Qué has hecho qué!? -preguntó Hermione, incrédula, gritando-. Oh, Ginny...

—Lo que has escuchado, Hermione. -le dijo ella y dejó que algunas lágrimas corran por sus mejillas-. Pero juro que jamás la hubiera liberado, no iba a hacerlo y tampoco lo hice. -admitió la mujer-. Pero... puede que haya abierto mi boca y le haya comentado a un mago llamado Izaro Relish que la liberaría... Aunque no lo recuerdo bien, tengo ese día un poco borroso en mi memoria. Creo que me ha dado algo en el té... Yo... lo siento, es enserio, yo no quería que nada de esto suceda. Nuestros hijos corren peligro, nosotros corremos peligro... Yo...

Harry se levantó de su asiento y antes de que Ginny pueda seguir hablando, la abrazó. Su mujer se puso a llorar en su hombro. Ron, que había estado callado todo ese tiempo abrió su boca y habló.

—Creo que sabemos que Ginny no tiene nada que ver, ¿verdad? -dijo Ron-. Algo le ha pasado, no recuerda muy bien ese día y ese señor puede haberlo hecho algo para sacarle alguna información crucial para poder salir de Azkaban.

—Si... Ron tiene razón. -admitió Hermione-. Ginny, no te preocupes, no ha sido tu culpa, o no al menos que tu lo recuerdes.

—Llegaremos al fondo de esto, Gin. -le dijo Harry, acariciando su cabello-. Pero hasta que eso suceda, investigaré y espiaré a Izaro Relish yo mismo. Sé perfectamente como cuidarme...

Hermione asintió, al igual que Ron y Ginny. Hermione abrió los ojos como platos.

—Harry... el problema es que... -empezó Hermione-. Relish tiene el giratiempos roto. Se supone que es él quien lo arreglaría...

—Entonces nos encargaremos de que lo haga. -declaró Ron-. Y lo haremos bien.

—Si... -concordó Hermione-. Habría que enviarle cartas a nuestros hijos, por si llegan a notar algún comportamiento extraño a su alrededor. Seguimos sin saber donde se encuentra Delphini.

—Tienes razón. -dijo Ginny, secándose las lágrimas de sus ojos-. Déjame ayudarte, Harry, es todo mi culpa después de todo...

—No. -sentenció Harry-. Es peligroso, Gin, además, no es tu culpa, no sabemos ni que ha pasado.

Ella suspiró y luego asintió. Sabía que Harry tenía razón. Lo que más importaba en aquel momento era cuidar de sus hijos y encontrar a Delphini Riddle.

Antes de que sea demasiado tarde.

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Capítulo editado el 07/03/2019.