Harry Potter y la travesía hacia el futuro.

14. Malas noticias, Harry.

N/A: Los nombres de los adultos estarán escritos así y lo de los adolescentes así.

***

Harry caminaba por los pasillos de Hogwarts, dirigiéndose a los campos de Quidditch, ya que James lo había invitado a jugar con el resto de la familia un partido. Una chica, de Slytherin, que debería rondar los 15 años se acercó a él.

—Hola, soy Tara, un placer. -dijo, estirando su mano. El cabello de Harry cubría la cicatriz, ya que habían deducido que si alguien la notaba no iba ser tan difícil adivinar quien era.

—Daniel... -contestó él, presentándose.

Era muy extraño que un Slytherin le hable, sin problemas, como si no lo odiaran. La chica le sonrió y tiró su cabello hacia atrás.

—Y... ¿Cómo va todo en Hogwarts? -le preguntó, sonriéndole-. ¿Te han estado tratando bien?

—Si... me encanta. -contestó él, amaba Hogwarts, siempre le había gustado, era su verdadero hogar después de todo.

—Me alegra... -dijo la chica, acercándose unos centímetros a él-. He escuchado que eres amigo de Albus y de Scorpius... Y que te has quedado en lo de los Potter en las vacaciones.

—Si... -respondió Harry, asintiendo, e intentado alejarse de la chica-. Lo siento, me tengo que ir al campo de Quidditch, iré a jugar un partido...

—Puedo ir contigo, te enseñaré dónde es... -le dijo la chica, agarrándose del brazo de Harry-. Prometo animar a tu equipo.

Y antes de que Harry pueda quejarse, o soltarse de la chica, ella tiró de él, guiándolo al campo de Quidditch. La Slytherin se pegaba cada vez más a Harry, lo cuál le molestaba. Cuando llegaron al campo, James lo miró alzando una ceja y Ginny parecía que iba a explotar. Harry sólo quería meterse debajo de algo para que dejaran de mirarlo. La pelirroja se acercó a ellos y miró con mala cara a Tara.

—Mm... ¿Discúlpame? -dijo, evidentemente enojada y celosa-. ¿Qué estás haciendo?

—He traído a Daniel hasta el campo de Quidditch, él no sabía donde quedaba. -dijo la chica, con aires de superioridad.

—Eso es mentira, yo sí sabía, nunca me dejaste hablar. -la corrigió Harry, pero la chica hizo como sí no lo hubiera escuchado.

— ¿Y tú quién eres? Por cierto, nunca te he visto en mi vida. -Tara lo dijo con una voz parecida a Draco, o a eso le pareció a Harry. Aquella voz que él ponía para hacerse valer más que los otros, aquella voz de superioridad.

—Soy Bonnie, la novia de Daniel. -le respondió Ginny, fulminándola con la mirada.

—Si tan novia eres, no deberías de dejarlo sólo por allí. -dijo la Slytherin-. Es muy lindo y he escuchado a más de una decir que quiere salir con él. Y Daniel... -añadió, volviéndose a él-. No olvides que apoyo a tu equipo.

Le guiñó un ojo, y se alejó, dirigiéndose a las gradas, las cuáles estaban llenas de alumnos. Ginny gruñó, y llevó a Harry hacia los vestidores.

***

Ministerio de Magia, departamento de Aurores.

Harry Potter sentó en su escritorio y se llevó los dedos índices a la sien, masajeándola. Estaba agotado, había pasado días sin poder dormir. Desde que habían viajado en el tiempo para salvar a Al y a Scorpius que cada día le dolía más la cicatriz. Sabía muy bien que su familia lo sabía. Pero intentaba ocultarlo siempre que podía. Además, dos días atrás casi atrapaban a un ex-mortífago, pero este se escapó, dejando en San Mungo a dos de sus mejores aurores. Releyó por quinta vez el archivo, donde explicaba cuán peligroso era el mortífago y suspiró.

Thelonious Harper:

Edad: 47 años.

Estatus de sangre: sangre pura.

Varita: madera de espino, 18 centímetros, pelo de unicornio, hecha por Garrick Ollivander.

Color de pelo: negro.

Color de ojos: marrón.

Altura: 1 metro69 centímetros.

Amenaza: 100%

Delitos: fue participe de la batalla de Hogwarts, se lo acusa de más de 50 asesinatos de brujas, brujos y muggles. También se lo acusa de utilizar maldiciones imperdonables.

Día de captura: todavía no ha sido capturado.

Hermione Granger golpeó la puerta del despacho y sin esperar respuesta entró. Miró a su mejor amigo con cara de preocupación. Harry se irguió en el asiento. Presentía que algo malo había sucedido.

—Harry. -dijo la mujer, con voz autoritaria, llena de miedo y preocupación-. Ha pasado algo malo.

—Dime, Hermione, ¿qué ha pasado? -preguntó, mirándola, casi saltando de su asiento.

La cara de ella mostraba que estaba a punto de dar muy malas noticias.

—Delphi... ella... no sé cómo, ni cuando... pero ella...

— ¿Ella qué, Hermione? -preguntó Harry, elevando la voz.

—Ella ha escapado.

La cara de Harry pasó por varias fases. Primero de confusión, luego de comprensión y por último de preocupación.

—Avísale a la profesora McGonagall que me espere en su despacho, en una hora estaré allí.

Y antes de que Hermione pueda siquiera abrir la boca, Harry desapareció.

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Capítulo editado el 07/03/2019.