Sucio.

6.6K 798 15
                                    

'Ayudame'

Claro que lo haría.

Es por eso que estaba ahí.

Es por eso que haría lo que estuviese en sus manos.

Es por eso que había convencido a Obito de no intervenir. Por eso se había puesto una soga al cuello. Porque si Obito descubría que estaba encubriendo a su hermano, su destino sería incierto. Terriblemente incierto.

Y así es como había llegado ahí. A los bosques de Riogha. A pedir ayuda, cobrar favores.

—¡Itachi!¡Mi querida sombra de ciudad!—exclamó la criatura frente a él—¡Cómo de jodida debe estar tu situación para que vengas a mi!

—Muy, muy jodida.

La criatura zorruna se levantó en dos patas. Mostrando su magnificencia peluda y elegante. Sus hermosas nueve colas oscilando alrededor a su cuerpo esbelto. Al instante se trasformó a su segunda forma, la humana. Atractiva y extraña.

—¡Ya lo creo! No te veo desde él problema con Nagato. Aún si yo te invité a tomar el té infinidad de veces.

—Eso. Justo eso. Vengo por un problema de Sasuke.

La criatura largó una risotada sarcástica. Se acercó a sujetar la mandíbula de Itachi con la punta de sus dedos.

—Oh, él niño pródigo—sonrió enormemente—¿Con qué bruja se ha enredado ahora?

—No es nada de eso...Mas o menos.

—No veo manera en que yo pueda contribuir en algo, lo que sea él problema de Sasuke—contestó con incertidumbre.

Itachi frunció él ceño ante él gesto de vaguedad y apartó la mano de Kyubi que rondaba con libertad por su cuello. Era siempre así de molesto.

—Me debes un favor, Kyubi.

Él zorro sonrió a como mejor le convenía. Pero sus ojos salvajes lo miraron estáticos. Se acercó a su rostro y le dió una lamida juguetona a su nariz. Itachi no se movió, demasiado acostumbrado a su descarada desfachatez.

—Lo recuerdo—dijo entre dientes.

—Y sé lo que pasó con Deidara y Ren. No me digas que no puedes hacer nada.

La criatura le devolvió una mirada oscura y su sonrisa se curvó ligeramente. No estaba contento.

—Así que...—se regodeó un poco—el niño pródigo se ha enredado con un humano y ahora no quiere acabar su trabajo. Mira cuanta frivolidad ¿desde cuándo siente tanto amor por la vida humana?

—No es así...él estúpido se ha enamorado—chisteo

—¡Amor!—se burló animosamente y miró sus garras con interés —Vaya, a que clase de cloaca se ha ido a meter. Sé lo del asunto de Deidara y Ren también pero déjame aclararte que Deidara ya poseía sangre inmortal, en su árbol genealógico ya habían dos demonios mestizos.

—¿Y si te digo que este humano también tiene algo así como sangre inmortal?

Bufó gravemente y caminó a su alrededor.

—Hmm diría qué no te creo pero si resultase así...¿Qué clase de mezcla es?—se mostró interesado.

—Yo...he estado investigando un poco pero sigo sin estar seguro—titubeo un poco.—Tal vez una segunda opinión me venga bien.

—Bueno, ¿dime qué crees que es?

—Prefiero reservarme mis sospechas a cuando esté más seguro pero me gustaría tu opinión.

Hizo un gesto al aire y asintió. De pronto sintió las garras de Kyubi rasgando un poco su piel, luego su lengua tomando su sangre. Un escalofrió le ablandó las piernas.

—Ah, así que planeas que Sasuke me lleve a conocerlo.

Itachi asintió lentamente.

—Sé que es arriesgado.

—Que bueno que lo sabes, cariñito. Da por saldada mi deuda.

—Hecho.

Kyubi sonrió con todos sus afilados dientes.

—Amo hacer negocios contigo, Itachi.

—Hmm. Quisiera poder decir lo mismo.—comentó agriamente

—Que grosero. Por cierto ¿Qué tan enterado está Obito de esto?

—Un fabuloso 50%.

Kyubi se puso muy serio de pronto.

—Sabes cuanto me encantan la cosas ilícitas, entre ellas tu, pero Obito no suele perdonar ofensas de ese tipo.

—Lo sé.

—Es notable que haces esto por tu hermanito, tienes motivos pero yo no, mas que saldar una vieja deuda...

Itachi notó hacia donde iba la conversación y quiso maldecir al maldito zorro que tenía en frente.

—¿Qué es lo que quieres?.

—Hmmm, veremos...¿Qué tanto quieres mi ayuda?

—No tienes idea...

—¿En serio? vamos a probar.

Itachi no dijo nada, tratando de digerir lo que acababa de hacer.

Que dios fuera a perdonarlo.

Sex's ApettiteOnde histórias criam vida. Descubra agora