Marauders Things

Sirius Black V

Haber llegado a la gran casa perteneciente a la familia Black había sido más incómodo que cualquier otra cosa.

Empezando con que su madre miraba a Sirius con desaprobación e incluso algo de desprecio y contigo no era algo tan diferente, tal vez por el hecho de que estuvieras con él o por tu estatus de sangre.

Podías escucharla susurrar insultos hacia ustedes,incluso peleas se llegaron a formar entre ellos dos. Sin embargo, Sirius seguía intentando que nada de lo que sucediera en aquella casa te apartara de su lado.

—Creo que estaremos aquí hasta mañana.— suspiro de forma cansada Sirius tirandose en su cama. 

Esa había sido la primera vez que entrabas a su habitación, las paredes tenían colgadas banderas de Gryffindor y la habitación en general era algo desordenada.

El chico de ojos grises se veía agotado,el día no había sido fácil. Querías ir abrazarlo,ayudarlo de cualquier forma,pero no sabías cómo decirlo o hacerlo. Los problemas que él tenía con su familia eran muchos y no querías formar una pelea entre ustedes.


—Espero que no te moleste dormir conmigo.— dijo Sirius en típico tono de arrogancia.

Cerraste la puerta tras tuyo. Sonreíste al ver que Sirius volvió a ser él aunque sea por un instante.

Pasaste tus manos por la suave colcha antes de sentarte en la cama,lo miraste,se notaba que no estaba feliz estando allí,lo odiaba,pero era la única forma de mantenerte fuera de cualquier peligro. —¿A dónde iremos mañana?— le preguntaste jugando con uno de sus mechones.

—No lo sé. Tal vez a la casa de James— su tono de voz era apagado,ni siquiera te miraba.—pero, cualquier lugar es mejor que este.— susurró.

El ambiente se tornó incomodo. Sirius seguía mirando al techo y tú no querías arruinar más su estado de ánimo ,así que te inclinaste hacia él y golpeaste suavemente su pecho,logrando captar su atención.—¿Sabes qué? Será mejor que vayamos a dormir.— le propusiste sonriendo.

Las luces se apagaron dejando la habitación entera a oscuras. Te giraste en la cama ;pudiste sentir los brazos de Sirius rodear tu cintura y uno de sus cálidos besos en tu cuello.— Buenas noches,amor...— susurró en tu oreja con voz ronca.

—Buenas noches,cariño...