Marauders Things

Entre animagos y otras confusiones

Nota: ¡Solo animagos! Lo que significa que esto solo sera de Sirius, James y Peter.

Sirius.

Que un perro siempre te persiga en tus viajes a Hogsmeade ya era algo normal,nunca habías visto al animal antes de que apareciera repentinamente una mañana fría y nublada de un sabado de Diciembre.

La nieve caía sin piedad sobre tu chaleco mientras que tratabas de poder mantener el calor frotando tus dos manos una contra la otra. Podías sentir tus medias mojarse,ya no podías decir si realmente cuando volvieras al castillo tus dedos de los pies seguirían allí.

Cuando ya podías distinguir al pueblo un ladrido te hizo detener,con confusión giraste a la dirección donde habías escuchado el sonido,encontrandote con un perro negro y de buen tamaño. Los copos de nieve adornaban a su negro pelaje como escarcha,estaba más que ansioso por estar contigo.

-Hola amiguito.- dijiste acariciando su cabeza.-¿Te perdiste? Ven,busquemos a tu dueño.

Y así seguiste con el misterioso canino,este continuaba con su adorable entusiasmo,correteando a tu alrededor,lamiendo tu mano o cara y landrandole a cualquiera  que se acercara a una distancia que él considerara peligrosa; caminaste por las blancas calles de Hogsmeade,te detuviste en cada tienda,le preguntaste a cada persona,pero nadie podía asegurarte de donde era aquel perro.

Derrotada y con unas cuantas plumas de azúcar en la mano saliste de Honeydukes seguida del alegre y gran perro.

-¿Que hare contigo,amigo?- le susurraste poniéndote a tu altura,el perro solo ladro,sonreiste por esto.

-Tal vez logre meterte en el castillo,escuché que un chico hce muchos años logro criar una Acromantula por si mismo,¿que te parece si te vuelves mi secreto?- el animal lamio tu rostro,se veía muy alegre por el trato.

-¡Canuto!

Gritaron a la distancia.

-¿¡Canuto,donde estas!?

-¡Ya lo vi!

Corriendo llegaron,James,Remus y Peter,tres chicos de Gryffindor con los cuales apenas si habías hablado.

-¿Que haces aquí?- la voz de Potter sonaba un tanto molesta.

Peter trato de atraerlo hacia su lado mientras que Remus miraba con desaprobación al canino.

-¿Es suyo?- preguntaste,rascandole las orejas al perro que presuntamente se llamaba Canuto,el cual seguía firmemente a tu lado.

-Eh...sí. Es muy problematico,lo sentimos (T/N).- se disculpo Remus arrastrando por fin al perro y apartando ligeramente a Peter en el proceso.

Fue seguido por James y al segundo por Peter,los viste alejarse entre la blanca nieve y rodeados de varios alumnos,distinguiste como le reprochaban al animal su peligrosa hazaña,de como pudieron haberlo capturado y también de que estaría castigo más de un mes cuando regresara a Hogwarts.

James.

La vista que provee el Bosque Prohibido en la noche sin duda es fantástica,melancólica y soñadora,perfecta para caminar sin querer ser molestado.

Las hojas crujían debajo de tus pies mientras te abrias paso entre los árboles,el aire puro y frío llenaba tus pulmones haciendote sentir como nunca. No había nadie cerca,solo eras tu,los árboles y las criaturas que por allí debían de rondar,tal vez fuese por la estrecha y cercana amistad que guardabas con Xenophilius,pero eso de creer y buscar criaturas que los demás creían inexistentes sonaba muy interesante.

Caminabas sin rumbo alguno,buscando lo que fuese que pudieras hayar y pensando nada más que en eso,no esperaste lo que sucedería a continuación. Un aterrador aullido se escucho por el lugar,haciendo que tu sangre se congelara en el acto,seguido de la inusual imagen de un ciervo con lo que parecía ser una rata montada en su lomo y un perro negro a su lado,corriendo a la dirección del temible sonido.

Era luna llena,sabias que debía de haber hombre y mujeres lobo rondando por algún lugar.

Echando el sentido común a un lado y poniéndote a ti misma en peligro no tuviste una mejor idea que seguir a tales peculiares animales a tan escandalosas horas.

Estuviste detrás de estos a una buena distancia, contemplando como el ciervo y el perro, los cuales tenian mayor fuerza y tamaño para hacerlo, arremetian contra una gran criatura que seguramente pasaba los 1.80 metros de altura, o eso era lo creías ya qur la falta  de luz era muy desfavorecedora.

No sabias que sucedería o siquiera porque sucedía aqurlla escena tan extraña, pero cuando te percataste de que el sol ya se estaba asomando, los animales y lo que prometía ser un hombre lobo ya habían desaparecido.

Saliste de los arbustos donde te habias estado escobdiendo las pasadas tres o cinco horas y empezaste a buscarlos, algún rostro o pista de estos.

A la lejanía distinguiste una figura, esta era alta y pertenecía a un ser humano; los susurros no tardaron en llegar y tu solo te aproximaste más a esta.

Si, era un humano, uno lleno de raspones y moratones además; uno de sus brazos tenía una herida algo grave, alrededor de esta había sangre seca, se veía dolorosa, sin embargo no le parecía importar, más bien solo estaba cansado.

Al acercarte más a donde esa figura se encontraba pudiste darte cuenta de que era un chico, específicamente James Potter; se ponía su camiseta con una expresión de dolor en su rostro.

Le hablaba entre susurros a quién fuera que tuviera en frente, no comprendias bien que hacía en el bosque a esas horas y con múltiples heridas, pero tenías la corazonada de que tenia que ver con los raros sucesos de la noche anterior.

Peter.

Un grito seguido de otros, después varias chicas corriendo despavoridas de la inminente amenza de un pequeña e "inocente" rata.

Los chicos solo rieron al ver como su broma era efectuada perfectamente. Al pasar las chicas por su lado ellos solo les sonreían y saludaban de forma inocente, como si nada hubiese sucedido.

Al final, cuando ninguna chica se encontraba cerca un chico bajito y apenado salio del baño de muejeres.

-No volveré a hacer esto.-murmuró avergonzado.

-Un trato es un trato, Pettigrew.- hablo Sirius, mostrandole su mejor sonrisa a su amigo.

-Si como sea, no volveré a hacer una apuesta con ustedes.

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La cartelera sigue igual por los momentos.
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