I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

The Originals Imagina. (Klaus) #2

Hace rato que he dejado de contar las veces que me he mirado en el espejo, por no decir las veces que me he cambiado de ropa. 

Una vez más, y esperando que sea la última, me miro en el espejo. 

Asiento, la camisa blanca y los pantalones rosa palo es un buen conjunto para conocer a los hermanos de Klaus. Además, es un outfit bastante cómodo. 

Cuando salgo del baño, me encuentro con otro problema. Manoletinas, ¿o tacones? Definitivamente manoletinas, no tengo ganas de estar toda la tarde con tacones. 

—¿Estás ya lista, amor? —Pregunta Klaus. 

Me pongo los zapatos y bajo las escaleras, donde, al final de ellas, me espera Klaus. Cuando me ve, sonríe. 

—¿Nerviosa? —Dice acercándose a mí. 

—Claro que no. —Miento. 

Klaus se ríe, y después me coge de la mano. Los dos caminamos hacia la puerta, pero antes de salir, él se gira y me besa. 

—Nos vamos, entonces. 

El camino a su casa se me hace demasiado corto. Cuando llegamos, a la primera persona que vemos es a Elijah. No es la primera vez que le veo, por eso cuando se acerca a mí para saludarme no me siento nerviosa. 

—(A/N), volvemos a vernos. —Me saluda. — Tan guapa como siempre. 

—Yo también me alegro de verte, Elijah. —Respondo con una sonrisa. 

Klaus se aclara la garganta, y es cuando me doy cuenta de que ahora hay dos personas más. Una mujer y otro hombre. 

—Kol, Rebekah. —Les presenta Klaus señalándoles. — Está es (A/N). 

Mi mirada se dirige a la chica de pelo rubio, el cual lleva recogido en una trenza. Le dedico una sonrisa amable antes de mirar a Kol, al cual también sonrío. 

—Encantada de conoceros. —Hablo finalmente. 

—Espera un segundo aquí. —Me pide Klaus. — Tengo que presentarte a alguien más. 

—Vale. —Murmuro viendo como se va. 

El silencio que hay en la sala no dura mucho, ya que Rebekah me dedica unas palabras. 

—Me gustan tus pantalones. 

—Gracias. —Respondo. — A mí me encanta como llevas el pelo, soy terrible haciendo trenzas.

Rebekah se ríe. 

—Te puedo enseñar, no es tan difícil como puede parecer. —Propone.

—Mujeres. —Susurra Kol. — Siempre dedicándose cumplidos. 

—Tú tampoco estás nada mal, Kol. —Digo riéndome. — El color de ese jersey te queda bien. 

Mi comentario le pilla desprevenido, pero él sonríe. 

—Gracias. —Dice asintiendo. 

—¿Va a presentarme a...? —Comienzo a preguntar, pero Klaus me interrumpe. 

—Hope. 

Cuando veo a la pequeña en sus brazos, no puedo evitar sonreír. 

—Es adorable. —Murmuro acercándome a ellos. 

—¿Quieres cogerla? —Pregunta. 

—¿Yo? —Digo mirándole. — No, no. ¿Y si se me cae?

Mi respuesta hace que Klaus se ría. 

—No se te va a caer, mira. —Dice acercándome a Hope. 

Cojo a Hope en brazos. Ella me mira con los ojos como platos, y me fijo en los ojos tan bonitos que tiene. 

—Hola, soy (A/N). —Susurro sonriendo.