I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Narnia Imagina. (Peter Pevensie) -Tercera parte. [Final.] #3

Tras el shock inicial, nos reunimos en una sala para hablar sobre lo que haremos. Los Telmarinos están aquí para atacarnos, y tenemos que defendernos. Para ello, necesitamos un plan.

Tras el último plan de Peter, no confían en el nuevo que les está planteando.

Lucy irá en busca de Aslan para pedirle ayuda, y para ello tendrá que ir por el bosque. Susan irá con ella para protegerla.

Mientras, los Narnianos tendrán que defenderse.

—Miraz es el rey, y por ello tiene que seguir unas tradiciones. —Interrumpe Caspian. —Hay una tradición en específico que puede que nos dé algo de tiempo.

Miro a Caspian, sabiendo de qué está hablando, y él no tarda en mirarme. Ambos asentimos. Es arriesgado, pero puede funcionar.

Una vez explica de qué va la tradición, deciden que Edmund será el que lleve el mensaje. Le vemos alejarse de la guarida junto a dos Narnianos.

Decido quedarme junto a Peter cuando veo que Caspian se va. Tengo una idea de a dónde se dirige, y no voy a ser yo quien le interrumpa.

Edmund vuelve a los veinte minutos de haberse ido, y nos comunica la respuesta de Miraz.

Cuando veo como Peter se empieza a preparar, mi corazón empieza a latir más rápido. Edmund le ayuda a ponerse la armadura.

—Déjame un momento, Edmund. —Pide Peter.

Edmund le mira, después me mira y vuelve a mirar a su hermano.

—Te espero en la entrada. —Contesta Edmund antes de irse.

—Supongo que necesitas estar solo antes del combate. —Digo aclarándome la garganta.

Le dedico una sonrisa antes de empezar a caminar hacia la entrada.

—No, espera, por favor.

Me paro, dejando que Peter me alcance.

—¿Pasa algo? —Pregunto.

—Yo... Bueno, solo quería...

—Peter. —Digo haciendo que me mire. — ¿Puedo darte un abrazo?

Él levanta la mirada, sorprendido por lo que he dicho.

—Sí.

Me acerco a él, y cuando estoy lo suficientemente cerca, le abrazo. Me resulta algo difícil por la armadura, pero eso no me impide que lo haga.

—Suerte, y... Ten cuidado. —Susurro antes de apartarme.

—Gracias. —Susurra.

Estamos tan cerca el uno del otro que puedo sentir su aliento en mi cara. Por un momento pienso en lo fácil que sería preguntarle por un beso, pero al darme cuenta de lo que estoy pensando, me pongo roja y me alejo unos pasos de él.

—Es mejor que salgas ya.

—Tienes razón. —Contesta empezando a andar hacia la entrada.

Edmund y Peter suben la pequeña rampa que da al claro, donde va a tener lugar el combate. Los Narnianos le animan cuando pasa por su lado.

Les acompaño hasta que llegan a la zona donde Miraz está esperando. Cuando me ve se levanta.

—Una pena que hayas elegido el bando perdedor. —Dice mirándome. — Tus padres están avergonzados de que su hija les haya salido traidora.

No reacciono ante sus palabras, no dejo que vea que lo que ha dicho me ha afectado.

Al ver que no respondo, se pone el yelmo y coge su espada. Peter hace lo mismo y se prepara.