Capítulo 1️⃣

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Una madre y su hijo mantenían una calurosa discusión mientras se encontraban en la cocina. Cada vez que ambos tomaban la palabra para hablar, terminaban por interrumpirse, subiendo más el tono de voz. Ambas personas se fueron calmando poco a poco, pero la discusión parecía no llegar a ningún lado.

—¡Mamá, ya te había dicho que no quería ir! ¿Cuántas veces más tendré que repetirlo?— exclamó furiosamente el muchacho de largas pestañas y ojos color avellana.

—Creo que ya hemos hablado suficiente de esto hijo... No tienes opción alguna, irás porque irás y fin de la discusión.— contestó la señora de manera pacífica.

—¿Papá? ¿No dirás nada?— dijo el castaño.

El señor se encontraba leyendo el periódico en uno de los sillones de la sala, al escuchar que el muchacho se dirigía hacia el, bajó el periódico de su vista y lo volteó a ver con una ceja alzada y una expresión seria en el rostro. Suspiró profundamente y finalmente habló.

—Mira Tyler, no es primera vez que hablamos de esto. Dos meses atrás ya te lo habíamos comentado, no sé por qué no quieres ir a un internado.— se quitó los anteojos de la cara y los dejó en una de las mesitas de la cocina. —es tiempo de que madures y seas responsable.

—Parece que estoy viviendo un infierno de nunca acabar...— Tyler se llevó las manos a la cara mientras repetía en una voz casi inaudible "por qué yo".

El castaño estaba seguro de que no haría ningún amigo, si ya todos lo odiaban en su último año de escuela, ¿qué lo hará diferente esta vez?

La madre de Tyler rodó los ojos y salió de la cocina sin decir una palabra más. Tyler la imitó y antes de poder salir, su padre se paró frente a él y lo detuvo.

—Quiero que empaques tus cosas lo antes posible, porque en dos días estarás en ese maldito internado te guste o no. ¿Entendido?— el señor al ver que Tyler no contestaba, subió de pronto su tono de voz. —¿entendido Robert?

—Como quieras.— Tyler apretó los dientes y le lanzó una mirada fulminante, mientras hacía a un lado a su padre y salía a zancadas de la casa.

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Tyler caminaba en la acera mientras se dirigía hacia la casa de su mejor amigo. Mantenía una mirada baja y tenía una conversación consigo mismo dentro de su mente. Podía sentir que algunas lágrimas estaban por salir a la vez que experimentaba una mezcla de emociones que van desde la tristeza y enojo hasta la frustración y angustia.

"A veces me pregunto si de verdad pertenezco a este mundo, no encajo en ningún lado", pensó para sí mismo.

Finalmente Tyler llegó a una casa color crema y gris de tamaño mediano, se podía apreciar un bonito jardín de flores de muchos colores a la entrada. Tyler subió unos pequeños escalones y tocó tres veces a la puerta. No pasó ni un minuto y la puerta se abrió.

—¡Vaya! Hasta que al fin llegas eh, ya pensaba que te habías olvidado de tu mejor amigo. ¿Tengo sentimientos sabes?— dijo con una risita el muchacho de complexión delgada, cabello negro y rizos alborotados. —y además te atreves a aparecer con esa cara.

—Cállate Matty y déjame pasar.— exclamó Tyler dándole un suave golpe en el hombro del pelinegro y se metió rápido dentro de la casa.

—¡Pues ya pasaste!— exclamó Matty con una risa mientras se daba la vuelta para cerrar la puerta.

—¿Podrías por favor ponerte unos pantalones mientras estoy aquí?— soltó el castaño con una risa.

El pelinegro tenía puesta una camisa semi abierta, que le quedaba bastante grande. Podía dejarse ver un tatuaje de un corazón con unas manos encima y unos pájaros un poco más arriba.

—¡Hey!— gritó Matty. —una persona no puede aguantar los pantalones por tanto tiempo ¿o sí? Además, hay que admitir que este tipo de ropa interior acentúa muy bien a mi miembro.

El muchacho señaló hacia sus bóxers con diseños de dinosaurios que le quedaban bastante ajustados.

Tyler se dejó caer en el sofá y le aventó una almohada al pelinegro y éste solo rió y sacudió su cabeza en negación.

—¿Matty qué voy a hacer? Tengo miedo de entrar a la universidad... Y más a ese horrible internado, ugh.— mencionó el castaño con la mirada hacia abajo.

—Sabes que este día iba a llegar ¿verdad? Además no será tan malo, será como un nuevo comienzo para ti.— dijo el pelinegro sentándose a su lado. —y quizás hasta conozcas a tu primer amor... — respondió mirándolo con una sonrisa pícara.

—¡JA! Como si esa fuera una posibilidad.— contestó Tyler con una expresión de fastidio. —a penas tú y mi familia me soportan.

—Oye, todo estará bien ¿si?— extendió una mano hacia la mejilla del castaño y la empezó a acariciar suavemente. —cualquier cosa que llegaras a necesitar sabes que cuentas conmigo, ¿lo sabes verdad?

Tyler sonrió pequeño y abrazó fuertemente al pelinegro, dejando caer su cabeza en su hombro izquierdo.

—Te quiero mucho Matty. Te extrañaré tanto...— dijo el castaño dejando ir unos cortos sollozos.

—Ay Ty sabes que yo igual, me harás mucha falta.— el pelinegro comenzó a darle suaves caricias en la espalda. —será raro volver a Inglaterra...

—Aunque también y podrías quedarte ¿no?— habló Tyler mientras seguía abrazando al pelinegro.

—Tyler shh, no arruines este bello y sentimental momento.

Tyler rió con desganas y se separó de Matty para poder limpiar algunas de las lágrimas que había derramado.

—Pero en serio hombre, a la próxima ponte pantalones que estos momentos se están poniendo un poco incómodos para mí.— mencionó el castaño tapando sus ojos con las manos.

—Ya veremos. — dijo Matty riendo a carcajadas.

Internado parte 1. "Friend, please" [joshler] Where stories live. Discover now