Don't Forget Me. «Camren»

Capítulo 4.

Capítulo 4.

*POV Camila*.

Estaba muy nerviosa y confundida. De un momento a otro pasamos de Lauren no sabiendo de mi existencia, y ahora las chicas dicen que me mira a cada segundo. Lo que me estaba alterando de una manera increíble. Tal vez seguía molesta conmigo o algo.

Hoy tenía que ensayar con la afinación del canto, para una presentación muy importante. Aunque faltaba bastante tiempo para ella, pero tenía que perfeccionarme. No podía fracasar, porque de ser así, mi sueño se iría por la borda.

Toda la mañana estuve totalmente aburrida con las clases, porque odiaba matemáticas, odiaba historia y odiaba química. Pero para mi suerte iría en la última hora a ensayar, ya que a ese horario el salón de música estaba desocupado. Si fuera por mí estaría todos los días allí, tanto porque me gustaba, como para perder clases.

Entré con normalidad, pero me quedé paralizada a penas noté quien estaba ocupando el salón.
Ahí estaba ella, tocando el piano y cantando ligeramente, casi como un susurro.
Su voz era ronca, y muy diferente a todas. Era de ella. Eso la hacía especial.
Estaba tan concentrada cantando, que no se dio cuenta de que yo me encontraba ahí, observando fascinada.
Al terminar de cantar, al parecer sintió mi presencia y se volteó. Al verme saltó de donde se encontraba, quedando casi a un metro del piano.

Lauren: ¿Qué.. qué haces aquí?

Se tocó el cuello con una de sus manos, mientras que sus mejillas se tornaban de un leve color rosado, mostrándome perfectamente lo nerviosa y avergonzada que estaba.

-Venía a ensayar, lo siento. -me disculpé.- Es totalmente verdad lo que dicen. Cantas muy bonito, Lauren.

Le sonreí amablemente, para quitarle un poco la verguenza, la que no entendía por cierto, porque se trataba simplemente de mí. No tenía sentido que estuviera nerviosa, sino por el contrario. No era como si mi presencia fuera significativa.

Lauren: ¿Cómo sabes mi nombre?

Dijo extrañada mientras volvía a sentarse situando nuevamente sus manos sobre el piano, pero dejando sus dedos allí, sin moverlos ni un poco, como si no supiera qué hacer.

-Vamos. Todo el mundo te conoce. -exageré junto a una risa.- Eres una Jauregui.

Lauren: No es así. -sacudió su cabeza en gesto de negación, con el ceño fruncido.- Tal vez sea Jauregui, pero eso no me hace conocida.

-Claro que sí. -dije sentandome a su lado junto al piano, dejándola inmóvil.- Continúa tocando y cantando. Suena muy hermoso.

Lauren: Bueno, si me conocen.. no son por cosas muy buenas. -suspiró, con una sonrisa sarcástica.- Disculpa, ¿Cuál es tu nombre?

Ahí, en ese preciso momento quedé totalmente en blanco, con hormigueos en mis manos y con mi estómago vuelto loco. Se me había olvidado mi propio nombre. ¿Cómo era eso posible?

Lauren: ¿Y? -sonrió, mirándome fijamente.- Bueno, no es obligación decirme. No hay problema.

-Kar... Karla. -tragué con fuerza.- Pero.. pero dime Camila.

Me faltaba el aire y mi corazón latía cada vez más rápido. La chica que me gustaba me preguntaba mi nombre, ¿Por qué justo ahora me quedo en blanco?, esto era una estupidez.

Lauren: Bueno Camila, ¿Tartamudeas muy seguido?

Se lamió sus labios, cosa que me hizo delirar, porque nunca la había visto hacerlo tan de cerca.
Ella soltó una pequeña risa, y con eso ya me di por muerta. Era lo más bonito que había escuchado.
Yo no sabía qué hacer, así que miré hacía el suelo, más que avergonzada por la situación. Ni siquiera recordaba lo que me había dicho.