Capitulo 9.

38.1K 1.5K 222
                                    

Capitulo 9.

Había llegado el deseado Sábado, y me encontraba más que ansiosa. Me encontraba asustada, porque no sabía qué podía pasar, no sabía qué esperar de esto, ya que era la primera vez que me disponía a salir con alguien con el fin de besar a esa persona. Todo esto era completamente nuevo y desconocido para mi.

Ella llegó a mi casa, con esa preciosa sonrisa que poseía, iluminando mi día rápidamente. Tomó mi mano y me ayudó a subir tras de ella. Estaba tan nerviosa que ni siquiera fui capaz de rodear su cintura por mi misma, sino que ella tomó mis manos y se rodeó con fuerza, riendo ligeramente por mi vergonzosa situación.
Cuando se aseguró de que estaba bien sujeta a ella, arrancó con dirección a la playa, tal como yo le había dicho.
Cuando llegamos a la playa ya había comenzado a anochecer, creando un color perfectamente anaranjado en el cielo, el que hacía el momento cada vez más perfecto sin que yo lo pidiera. Quizás alguna fuerza poderosa se estaba poniendo de mi lado como nunca antes, y me estaba ayudando para que las cosas salieran bien. Tenía la pequeña esperanza de que no lo arruinara.
Nos bajamos de la moto, y tomadas de la mano, petición de ella por cierto, caminamos hacia la arena, terminando por sentarnos para admirar con detenimiento la puesta de sol. La que nunca había visto tan hermosa.

-Esto es hermoso. -sonreí ampliamente, emocionada de que esto estuviera pasando.- ¿Qué dices?.

Lauren: Sí, es hermoso. -sonrió y me miró fijamente a los ojos, desviando su mirada un par de veces a mis labios.- Como tu sonrisa.

Y eso fue todo.
Con esa pequeña frase me di por vencida y totalmente entregada. Fue bastante sencillo que cayera en sus brazos, porque había que solo mirarla y pensar en que ella me ha gustado hace mucho. Era simple entre decidir si besarla o no,

Me acerqué poco a poco a su rostro, sintiendo su respiración acariciarme. No quería arruinar el momento con algo brusco y rápido, porque quería recordar esto como algo bueno.
Sentí sus labios rozar con los míos, y ante ese leve contacto cerré mis ojos, deseando que me besara, pero como no lo hizo, yo misma tomé la iniciativa y la besé, no porque estuviera desesperada por dar mi primer beso, sino porque simplemente quería besarla. Y agradecí al clima, al suave viento y a las olas que crearon el momento perfecto.
Solo quise sonreír y abrazarla con fuerza cuando la sentí corresponder el beso, porque no me estaba rechazando.
Yo llevé una de mis manos hacia su cuello, acercándola de a poco a mí, logrando que el beso se volviera más intenso y dulce. Será cliché y todo, pero se sentía como si nuestros labios se conocieran de antes, porque ambos tenían una perfecta sincronización, podría decir que hasta ensayada.
Nos separamos luego de unos segundos y juntamos nuestras frentes por la falta de aire, y en ese momento maldije internamente por necesitar respirar, y es que podría estar besándola por horas y horas, y estoy segura de que no me cansaría nunca de hacerlo.
Me acerqué nuevamente y le di un pequeño beso para poder alejarnos definitivamente, lo que fue un error en mi caso porque mis mejillas se sonrojaron, tanto que las sentía arder por la vergüenza que estaba sintiendo. ¿Ahora qué se supone que debo hacer?, nunca he pasado por esto antes, ¿Qué se hace luego de besar a alguien?.

Lauren me miró con una sonrisa en su rostro, una sonrisa que nunca antes había visto, pero se convirtió inmediatamente en mi favorita, porque trasmitía felicidad y confianza.
Con cuidado entrelazó nuestros dedos, acariciando el dorso de mi mano con su pulgar, con esto quitándome algo de vergüenza de encima.
Fue la mejor tarde de mi vida. Di mi primer beso, con la chica que me ha gustado hace mucho, en la puesta de sol, ¿Qué más podía pedir?, todo era perfecto.

Nos quedamos bastante tiempo sentadas en la arena con nuestras manos entrelazadas y nuestras cabezas apoyadas la una con la otra. Pendientes del sonido de las olas, y eso no me pareció incómodo como lo hubiera sido en otras circunstancias.

-¿Qué tienes?, ¿Pasa algo malo?.

Lauren: ¿Por qué, Camz?.

-Porque tienes la mirada perdida, ¿En qué piensas?, ¿Quieres irte?. Si es así..

Lauren: No, claro que no quiero irme. -sonrió, aliviándome.- Solo pienso en cómo será todo esto de aquí en adelante.

-¿Todo esto?.

Lauren: Sí, es que Camila, en serio me gustas, y Dios.. acabo de ser tu primer beso.

Mordí mi labio inferior, feliz de que me dijera por primera que le gustaba. Lo que no pensé que sucedería tan pronto, ni siquiera pensaba que sucedería al verla como alguien tan reservada con sus sentimientos.

-Sabes que también me gustas, ¿Verdad?.

Lauren: ¿Qué?. -agrandó sus ojos, asombrada, y sonrió.- ¿Es en serio?, no juegues con eso.

-Sí. -bajé mi mirada, avergonzada.- Me gustas hace un año más o menos, es solo que ahora me notaste, comenzamos a hablar, a salir y...

Lauren: ¿Y?.

Buscó mi mirada, pero como yo aún no la alzaba, llevó su mano a mi barbilla, levantando tanto mi rostro como mi mirada, conectando nuestros ojos por varios segundos, esperando una respuesta.

-Y me enamoré de ti.

Ella me miró con sus profundos ojos por unos segundos, para luego acercarse y besarme otro vez, formando un beso tierno y delicado, consiguiendo que quisiera más de ella. No tanto como el siguiente paso, sino que más cercanía con su cuerpo, para poder sentir que esto solo era entre nosotras.

Lauren: Habría deseado haberte conocido mucho antes.

Me sonrojé al escuchar esas palabras, Lauren realmente era muy tierna, aunque muchas veces no se notara, y me sorprendía aquella diferencia que existía entre su persona interna y la externa.

Lauren: Esto me encantó. -me volvió a besar cortamente, dejándome con una sonrisa que sabía no desaparecería en horas.- De hecho me encanta. Amo besarte.

Con eso volvió a besarme, y a pesar de que fue repentino, no me negué. No creo posible que alguien se niegue a corresponderle un beso.
Por culpa de la fría brisa que apareció tuve que cortar el beso por accidente, ya que comencé a temblar. En ese momento me regañé internamente por no haber llevado algún abrigo.

Lauren: ¿Te voy a dejar a tu casa?, estás temblando.

Movió sus brazos de arriba a abajo sobre los míos para generar calor, y me abrazó de costado, yo acurrucándome contra su pecho.

-Quiero estar contigo.

Ella besó dulcemente mi cabeza y se movió para levantarse, ofreciéndome su mano para que yo hiciera lo mismo, quedando frente a ella.
La abracé por la cintura, y ubiqué mi cabeza sobre su pecho, con esto conservando perfectamente el calor que quedaba en mi cuerpo.

Lauren: No quiero que te enfermes, Camz.

-Solo abrázame.

Lauren: Lo haría siempre, pero insisto. -rió y besó una de mis cienes.- No quiero que te enfermes, porque me sentiré culpable.

Asentí y busqué su mano, entrelazando nuestros dedos y caminando hacia donde había dejado la moto aparcada. Sentía mi corazón latiendo con desenfreno en mi garganta, y podría jurar que si seguía así mientras íbamos a mi casa, vomitaría.

-¿Entras?.

Le pregunté cuando me bajé de la moto, quedando a unos cuantos pasos de ella, comenzando a buscar mis llaves de la casa en mi bolsillo trasero.

Lauren: Lo siento pequeña, pero me tengo que ir, te veo mañana ¿Si?.

Tomó mi mano, me acercó a ella y me besó nuevamente. Ambas queríamos más cercanía, lo sentía por como tenía sus manos casi pegadas a mis caderas. Para hacernos felices a ambas, coloqué mis brazos alrededor de su cuello y ella alrededor de mi cintura. Ella profundizó el beso, mordiendo mi labio inferior, pero solo un par de veces, ya que el aire nos hizo falta y tuvimos que separarnos.

-De acuerdo. -besé su mejilla.- Adiós.

La miré y esperé que se fuera, viendo lo hermosa que era hasta el último segundo donde la perdí de vista.

Don't Forget Me. «Camren»Where stories live. Discover now