Capitulo 8.

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Capitulo 8.

Desperté muy temprano y eso me dio la posibilidad para poder cuidarla, observarla, y acariciarla.
Estuve unas horas velando su sueño, y era una sensación única, tanto que si fuera por mi estaría toda mi vida velándola mientras duerme, y es que era completamente hermosa. Se veía tan tranquila, y sin ninguna preocupación, lo que me alegraba bastante.

Despertó algo asustada y desorientada hasta que se encontró con mi mirada, supuse, por sus ojos, que mi mirada la había tranquilizado y/o calmado.
Eso me dio una emoción en mi pecho, emoción de poder lograr tal sensación en ella, sentía como si fuera el mayor logro del mundo.

-Buenos días. -llevé mi mano a su mejilla y la acaricié.- ¿Cómo estás?.

Lauren: Ahora.. -mordió su labio inferior.- Muy bien.

Su comentario me colocó algo nerviosa, así que le dije que prepararía el desayuno, porque por más que quisiera quedarme con ella, en la cama, acurrucadas y sin ninguna preocupación no podíamos, ya que era día de escuela, y no podíamos faltan, o al menos yo no.
Cuando la vi ya despierta por completo, cogí la ropa que más me acomodara para el día de hoy y me dirigí al baño, dándome una rápida y caliente ducha.

A penas salí del baño mientras secaba mi cabello con la toalla, ya con la ropa puesta, vi a Lauren sentada en mi cama, abrazando sus piernas mirándome con cierta expresión que no había visto antes.

Lauren: Hm.. también.. yo también tomaré una ducha.

-Claro, las toallas están colgadas y..

No pude continuar hablando porque ella ya había desaparecido tras de la puerta de mi baño.
Minutos después ella salió con la mirada fija en el suelo, tal vez sin querer mirarme ni por accidente.

Lauren: Camz.. necesito ropa.

Me sonrió y eso me volvió loco el corazón y el estomago.
Tenía su cabello mojado y desordenado.. su espalda estaba descubierta por a penas haber salido del baño. Solo llevaba una simple toalla sobre ella.

-Puedes sacar de ahí.

Apunté mi armario con mi mano temblando al ver gran parte de sus piernas descubiertas.
Ella caminó hacia él, lo abrió y dio un gritó hacia sus adentros, ahogada al ver todas mis cosas.

Lauren: ¿Toda tu ropa .. resalta?. -ambas reímos.- ¿No tienes algo de color oscuro?.

-Ahí. -indiqué.- Es lo único.

Era una camisa negra, algo vieja.. pero probablemente le guste.
Sacó la toalla que la cubría y la dejó caer de una manera casi elegante al suelo. Mis músculos se tensaron por verla de esa manera.. sin nada cubriéndola y es que era tan hermosa.

-Al menos avísame que harás eso.

Cubrí mis ojos riendo con ella. Mis manos continuaban temblando por la imagen de su desnudez que recorría mi cabeza.
Esperé unos minutos, prudentes para que ella se cambiara, pero no podía esperar tanto, las ganas de verla me estaban carcomiendo.

-¿Lista?.

Lauren: Sí.

Yo aún no sacaba las manos de mi rostro, porque conociéndola, posiblemente quería que la viera desnuda solo para sonrojarme.
Pero Lauren hizo lo mismo que ayer. Situó sus manos sobre las mías y las bajó para observarme.
Sus ojos estaban muy verdes y brillantes, estos entrando rápidamente dentro de mi cuerpo, acelerando mi pulso, revolviendo mi estomago y colocándome muy nerviosa.
Me salí de su alcance para no perder el control y caminé hacia la salida de mi habitación.

-hm.. voy a la cocina.

Ella no se quedó atrás y me siguió en completo silencio. Yo sabiendo que estaba sonriendo por mi reacción. Ella me podía controlar como se le diera la gana, y lo sabía.

Lauren: Camz, no tengo hambre.

-No me vengas con eso, Jauregui, comerás todo lo que yo te dé.

Lauren rió, y ese precioso sonido me hizo muy feliz. Una simple risa de su parte hacía mi semana increíble, solo porque su risa no era algo común, por lo que la apreciaba más que a nada.

Sofi: ¡Kaki!, ¡Mira, mira!. -gritó mientras bajaba las escaleras.- Encontré una nueva muñeca que... -se subió a la mesa para quedar de mi misma estatura, pero quedó observando a Lauren.- ¡Oh! -colocó sus pequeñas manos sobre el rostro de Lauren, picándolos.- Que bonitos ojos. ¿Son de verdad?.

Decía mientras tocaba los ojos de Lauren con su dedos, haciéndole daño, pero Lauren no decía nada, simplemente sonreía.

-Sofia. -la regañé.- No hagas eso.

Lauren: ¡Hey!. -rió y la tomó en brazos.- Eres un encanto, pequeña.

Sofi: Gracias.

Lauren le tocó la nariz con su dedo índice y le volvió a sonreír.
Miré mi reloj para saber cuánto tiempo nos quedaba para desayunar, pero no nos quedaba nada.

-¡Lauren!. -tomé todas nuestras cosas.- Debemos irnos. Vamos a llegar muy tarde. ¡Apresúrate!.

Sofi se bajó de los brazos de ésta y salió corriendo con su muñeca, parecía enojada y tenía una idea del porqué.

Sofi: ¡Ella grita siempre!.

Dijo mientras subía dando pasos firmes y fuertes, intentando actuar enojada, lo que hacía bastante bien.

-¡Cállate!. -grité.- No es cierto.

Lauren: Es bastante cierto. -rió.- Ya vámonos.

Cuando entramos a la escuela todos nos veían, ya que había llegado junto con Lauren. Era extraño, pero se sentía bien.
No supe si nos miraban con enojo, confusión o felicidad, eran tantas las miradas que no comprendí la mayoría de ellas.

Ese día fue respectivamente normal, lo único que cambio ligeramente mi estado de ánimo fue cuando vi que Lauren salió a fumar con sus amigos, realmente no me gustaba que estuviera metida en esas cosas, dijo que era drogadicta.. no le creí, lo haría cuando la viera hacerlo. No es que se me hiciera difícil creerlo, sino que debía verla. Simplemente eso.
En la escuela solo fumaba un par de cigarrillos. Lo dejé pasar, al menos no andaba tirada por las calles, no lo sé, pero con eso estaba menos preocupada. Me sentía aliviada de que su estado no fuera demasiado lamentable.

Cambiando rápidamente de tema, quería salir con Lauren, pero esta vez yo la invitaría. El gran problema era, ¿Cómo?.
Nunca había invitado a nadie a una cita, así que esto era totalmente nuevo para mi.

En la salida me topé con ella, y tuve la oportunidad de hacerlo, pero se me complicó bastante, porque ni siquiera sabía cómo comenzar.
Tal vez debía comenzar con una simple charla, pero tardaría en llegar al grano. También podía ser directa y soltar todo de golpe. No. Eso podía asustarla, y lo menos que quería era eso.

-Lauren.. ¿Salímos este Sábado?.

Diablos. Me escuché desesperada, le hablé muy rápido, tal vez la asusté. Pero que idiota me sentía en estos precisos momentos.

Lauren: ¿Camz, ahora tú eres la que me invita a salir? -rió para darme un poco de tranquilidad.- ¿Y a dónde sería?.

Actuó pensativa colocando una de sus manos en su mentón, logrando que riera unos segundos.

-La idea es estar lejos de todos, así que un lugar simple, tranquilo, sin ruido. Solo nosotras.

Lauren: Me encantaría, sobre todo si estamos solo nosotras.

Suspiré con alivio al haber logrado lo que me propuse.
¿Cómo pude hacer eso?.. nunca había tenido tanto valor como para preguntarle a alguien que saliera conmigo.. no sabía cómo los demás iban a reaccionar ante mi osada propuesta, pero esta vez funcionó. Gracias a cualquier fuerza poderosa que me haya ayudado.

Don't Forget Me. «Camren»Where stories live. Discover now