Capitulo 42.

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(Espero no matar a nadie con lo siguiente ah no)

Capitulo 42.

Desperté en mi cama a eso del medio día, me dirigí al baño solo para mirarme en el espejo.
Era uno de eso días en los cuales hubiera decidido extinguirme de alguna forma.. mis labios y mis ojos ardían terriblemente, me mandíbula estaba algo hinchada, y mi cabeza estaba a punto de explotar.

Me asusté un poco al escuchar ruido en la cocina, pero al salir del baño me encontré con Camila. Me alegré de verla pero recordé lo de ayer, y ahora solo pensaba en el cómo fue que entró.

-Hola. -hablé seria, acercándome lentamente a ellas.- ¿Qué haces aquí?.

Camila: Creo que no me quieres aquí.

-Claro que sí, pero.. ¿Cómo entraste?.

La tomé por la cintura y la acerqué a mí, quedando a centímetros la una de la otra. Alcé mi mano para acariciarle la mejilla con cuidado.

Camila: Ayer un chico me llamó para pedirme la dirección de mi estúpida novia, la que se encontraba completamente borracha en un bar. Tuve que ir a buscarte y traerte aquí. Eres una idiota.

-Si lo sé. -besé su frente, tomando sus brazos para que me rodeara por el cuello.- Lo siento.. por lo de ayer.

Camila: También lo siento.

-Perdóname si te amo tanto -situé mi cabeza entre su cuello.- Si siento tantos celos e inseguridades; es que al enamorarme de alguien como tú.. tan importante, tan especial.. me siento desechable, insuficiente y lo lamento. No quiero perderte.

Camila: Te amo, con todos tus celos e inseguridades. No te preocupes. -besó mi mejilla.- Te hice el almuerzo. -rió, arreglando mi cabello.- Pero antes, ve a ducharte, porque hueles horrible.

-Vaya gracias. -besé su mejilla y me fui alejando.- Perdón por ser tan estúpida.

Tomé una ducha, y me cambié, colocándome unos vaqueros negros apegados y rasgados a la altura de la rodilla, y una camisa de color azul cielo.
Me comí todo lo que hizo Camila, lo que fue demasiado en realidad, y bueno, decidí no dejar nunca más que mi chica cocinara... nunca más.

Camila: ¿Te gustó?.

-Claro. -dije en un susurro.- Estaba delicioso.

Camila: Oh, muchas gracias. -rió, y rodeó la mesa para llegar a mi lado y abrazarme por detrás.- Para la próxima ocasión pediré algo.

-Solo.. necesitas un par clases de cocina. Eso es todo. -reí para terminar y comenzar otro tema.- Dime.. ¿Tengo algo o alguien de quién preocuparme?.

Camila: ¿A qué te refieres?.

Me besó la cabeza, y yo me volteé en la silla para abrazar a mi novia por la cintura.

-Ya sabes. -bajé la mirada, colocando mis manos dentro de su camisa.- A lo de ayer. A lo que pasó.

Camila: No tienes nada de qué preocuparte, mi amor, yo te amo a ti. -besó mi frente.- No sigas con eso.

Asentí y me levanté de la silla, caminando de la mano a Camila hacia el sofá.
Me senté en este, y ella se sentó sobre mi regazo, rodeando mi cuello con sus brazos, acercándome a su rostro poco a poco, hasta sentir la respiración de una a la otra, yo rocé mis labios con los de ella, y quería profundizar las cosas de inmediato, pero primero acaricié sus labios con los míos.
Cuando nos quedamos sin aire, me alejé, besándole la barbilla un par de veces.

-Sabes que no quiero perderte, intento que todo entre nosotras salga bien, pero mis errores y yo no lo logramos. Porque si más lo intento, peor salen las cosas, solo quiero que seas feliz, y si es posible quiero que seas feliz a mi lado.

Don't Forget Me. «Camren»Where stories live. Discover now