Capítulo 30.-Volviendo a los viejos tiempos.

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El saco de boxeo es lo único que me ayuda a desahogarme en estas situaciones de odio.

Max era un idiota pero ya sí se pasó.

—¿Cómo estás?.—escucho la voz de Harper y me giro para mirarla.

—Max es un estúpido.—me encojo de hombros y seguidamente limpio el sudor de mi frente.

—Se lo dije, se pasó.—me da la razón.

—Por mi que se vaya con la nueva lejos de mi vida porque no quiero volver a verlo nunca.—digo y mis ojos se cristalizan.

—No te amargues más por él ¿si?.

—Es que no puedo evitarlo, ha dado donde más duele.

—Solo son antecedentes, no te comas más la cabeza.—hace una pausa.—¿llamamos a una pizzería?.—pregunta con una sonrisa.

—¿Qué haría sin ti?.—me contagio de su sonrisa y juntas nos vamos del gimnasio.

—0—

¿Qué mejor plan que ver cazadores de sombras y comer pizza con tu mejor amiga?.

Ninguno.

Mi amiga friki tiene buen gusto en películas a ser verdad, y me ha dicho que otro día tenemos que ver todas las películas de Harry Potter.

El móvil de mi amiga vibra y el nombre de Leo aparece en la pantalla. Comienzo a saltar como una loca por toda la habitación y a ella se le cae el móvil como 10 veces.

—¿Sí?.—dice.—¿está bien?.—ahora está asustada.—¿dónde está?.—hace una pausa esperando la respuesta.—vamos para allá.—cuelga el teléfono y coge la chaqueta del perchero y mi sudadera, me la lanza y la cojo al vuelo.

—¿Qué ha pasado?.—pregunto mientras me pongo la gran sudadera.

—Leo se ha desmayado, están en la biblioteca.

—¿Y por qué te llaman a ti?.

—Soy ayudante en la enfermería, sé sobre los primeros auxilios y esas cosas.

—¿Cuándo pensabas contarme eso?.—digo riendo pero ella me ignora y sale de la habitación con un bolso que ha sacaso de debajo de su cama.

—0—

Max está dándole cachetadas en la cara a su amigo como un bobo y Kristen está elevando sus piernas. Gran momento para desmayarse a las cuatro de la madrugada. ¿Y esta chica por qué sigue aquí?.

—¿Qué ha pasado?.—pregunto cruzandome de brazos y observándolos.

—Estabamos aquí, hablando y de repente se ha caído.—dice Kristen.

—¿Esperas que me trague eso? ¿sabes quién soy yo no?.—frunzo el ceño.

—Todo el mundo sabe quién eres tú por desgracia.—dice Max.—Kris te ha dicho la verdad.

—Vaya, perdóname Kris.—recalco su nombre con cierto odio.

—¡Está volviendo!.—dice Harper con alegría y todos prestamos atención.

—0—

Al día siguiente me despierto sola, Harper se ha despertado más temprano para hacerle una visita al pupas. Así lo he bautizado, ¿os gusta?.

Cuando llego a clase veo a los odiosos riendo a carcajadas.

Sí, ahora estoy bautizando a todo el mundo, lo sé.

Mi estómago se revuelve y solo espero no vomitar aquí en medio. Me siento en mi lugar y miro a la nada, intentando no matar a nadie o vomitarle.

James aparece en mi campo de visión y no puedo evitar sonreír al verlo. Si él no hubiera llegado yo estaría sola ahora mismo.

—¿Todo bien?.—me pregunta con el ceño fruncido.

—Maravilloso.—digo con cierta ironía.

—¿Tu padre?.—intenta adivirnar.

—Ojalá.—ruedo los ojos y sonrío.

—Bueno al menos has sonreído, algo es algo.—dice satisfecho y no puedo intentar reír.—Que raro...—musita.

—¿Qué cosa?.

—Pues que Max aún no ha venido ha intentar que deje de hablar contigo.—abre sus párpados bien sorprendido.

—La nueva lo mantiene alejado de mi, en parte le debo algo.—me encojo de hombros.

—Pues ya me cae bien la nueva.

—Pues a mi no.—digo dejando a un lado mi sonrisa.

—James.—la voz de Max llega a mis oídos y me giro para observarlo.—Richard dice que tiene un hueco en su restaurante.—le sonríe.

¿PERO QUÉ? ¿MAX LE ESTÁ SONRIENDO A JAMES?.

—¿En serio? Pensé que no ibas a decirle nada.—dice James sorprendido.

—Si... E iba a hacerlo pero Kris me dijo que me pusiera en tu lugar y en fin...—dice rascándo la nuca.

—Gracias Kris.—le dice James.—por hacerle pensar digo.

—¿Max pensando? Lo nunca visto señores y señoras.—digo con ironía levantandome de mi asiento.

—Abi.

—¿Mm?.—alzo una ceja y lo miro seria.

—A veces, molestas y esta es una de ellas.—dice serio y frío.

—Pues si te molesto ahí tienes la puerta.—la señalo.—y llévate a Kris que te hace pensar taaanto.

—No pienso irme.—dice serio.

—Pues tú mismo.—alzo mis brazos al aire y me vuelvo a sentar.

No sé que ha pasado, pero desde la llegada de la nueva todo es distinto, Max y yo hemos pasado de estar bien a como estabamos en el principio.

Y esto es estúpido, porque lo quería lejos, pero ahora echo de menos sus abigail, enana o su sonrisa sincera que solo me dedicaba a mi.

Es un idiota, como todos.

—0—

Leo

Harper se encuentra sentada a mis pies, leyéndome una de sus novelas, no la escucho, a mi me gusta oír su voz, es lo que me llena de armonía.

—Harper, ¿no vas a clase?.—frunzo el ceño.

—Oh no, he pedido el día.—me sonríe y le sonrío.—no te iba a dejar así solo, además soy ayudante.—se encoge de hombros y se levanta a por la medicina.

—Eres la mejor enfermera.

Y en ese instante el vaso de agua se resbala de sus manos y cae en mil pedazos al suelo. Me levanto como puedo a ayudarla a pesar de que ella me pide que no lo haga.

Cuando voy a coger uno de los pequeños cristales del suelo mi mano se posa encima de la suya y al alzar la vista nuestras narices rozan.

La tengo tan cerca, compartiendo aliento, su pecho asciende y desciende muy deprisa y no puedo evitar contagiarme. Y cuando no me quiero dar cuenta, estoy sujetando su rostro y besándola.

Y hasta aquí otro capítulo.

¿Como va la novela mis little lectores? ¿os gusta?.

¿Y que les pareció el primer beso de Harle?.

He pensado que podríamos elegir una canción que definiera a Mabi (Max y Abi) y otra a Harle (Leo y Harper).

Decir canciones que crean que los definan.

Gracias por todo, los amo❣

La hija de Josh Miller®| Terminada✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora