Capítulo 48.-Grandes amigos y un mentiroso.

8.2K 629 106
                                    

Max

Espero y espero y vuelvo a esperar, ¿y sabéis que consigo? Desesperarme.

La campana suena y todos están dentro sentados esperando a la profesora. Harper ríe con su novio Leo y me entran ganas de vomitar.

Echo de menos cuando estaba así con Abi. Justo ayer.

—Harper.—me aproximo a ella y sujeto su brazo, ella en cambio se gira con mala cara.—¿Dónde está Abi?.

—¿Acaso te importa mucho?.—dice de manera borde.

¿Desde cuando Harper es así?.

—Muchísimo.—digo.

—Ya claro, si te importara lo más mínimo no le habrías puesto el cuerno Max.—se zafa de mi agarre.

—Harper, no entiendes nada, quería proteger a Abi.—intento explicar.

—¿Protegerla de quién?.—alza ambas cejas y sus gafas se bajan un poco por su nariz.

—No lo entiendes.—me empiezo a agotar.

—Ya claro, será eso.—dice irónica.

—Harper ya.—la frena Leo, que sí lo sabe todo.—Abi no ha querido venir Max, la dejaste hecha polvo.—me informa.

Joder.

—Y no la verás jamás, porque dentro de nada nos graduaremos y tomaréis caminos distintos.—comenta Harper.—así que dejala tranquila y disfrutar de los últimos días que le quedan.

—¿Piensas que me voy a rendir?.—me señalo.—he metido la pata, razón de más para luchar por ella, ¿Sabes por qué? Porque la quiero.—digo y me acerco a ella desafiante.—qué digo, ¡La amo!.—me autocorrijo.

—Ya, ella también te amaba y sí era de verdad.—entrecierra sus párpados.

—Bien chicos, ¿ansiosos por las pocas semanas que nos quedan para la graduación?.—interrumpe la profesora.

Me levanto dando un golpe en la mesa y captando la atención de todos. La profesora se queda sorprendida y los alumnos también.

—Iré a la sala de castigo.—le informo y salgo de ese infierno.

Puede que Abi esté allí y si no lo está, al menos estaré lejos de esto.

—0—

Unos días después...

Abi

Entro en clase, todo está como siempre, cómo si nada pasara. Y así es, para ellos no ha pasado nada, pero para mi ha pasado un mundo.

Queda una semana y unos pocos días para la graduación, y entonces, después de esa foto que me haré con mi mejor amiga de graduadas, me marcharé de allí y no veré a nadie más.

Más específicamente, no veré a Max.

Me siento en mi lugar, sin remediar ninguna palabra, mirando a la nada con la mirada perdida en mis pensamientos.

Un golpe de algo chocando contra el suelo de golpe me vuelve a la realidad y la gente me hace hueco cuando me volteo para observar que ha pasado.

Max ha tirado los libros y se ha quedado mirándome.

Nuestras miradas comienzan a conectar y mis ojos se cristalizan más y más con cada segundo que pasa.

Mi mirada dice, ¿Por qué?.

Y la suya es difícil de descifrar.

He intentado cambiar para ser mejor y que estuvieran más orgullosos de mi, pero después de aquel día me encuentro igual que en el comienzo con un toque de presente.

La hija de Josh Miller®| Terminada✔Where stories live. Discover now