Abigail Miller, hija de Josh Miller el hombre más famoso de todo el mundo.
Su padre se ve obligado a meterla en un internado debido a las travesuras de su hija.
Pero ¿quién dice que Abi vaya a cambiar su forma de ser en un internado?.
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Me quedo sin voz, es como si las palabras hubieran desaparecido, como si se me hubiera olvidado pronunciar unas simples letras.
¿Por qué? No lo sé.
-Abi, dime algo.-me pide con preocupación.
-Vete.-es lo único que sale de mi interior.
-Pero...
-Vete.-repito más firme, ya voy recuperando la compostura.
-No me voy a rendir.
-Lo harás.-aseguro.-ahora vete.-alzo mi brazo y señalo la puerta.
A los pocos segundos de ver como sale por la puerta me tiro en plancha en mi cama.
¿Qué es está agunstia que no me deja vivir?.
-0-
Me siento al lado de mi amiga Harper, aunque ella está más centrada en su novio Leo, y la comprendo.
-A ver si voy a estar de sujeta velas con ustedes mejor me voy.
-Tranquila llamo a Max.-dice Leo con un toque de humor.
Mi rostro se torna a serio.
-Deja ese temita, por tu bien.-le amenazo con el bollo.
-Vale, vale.-alza sus brazos al aire.
-Ian tiene que estar al caer.-me asegura Harper.
Y así era, Ian entró, con una gran sonrisa en el comedor, raro, pero bueno estamos hablando de Ian y él no es precisamente normal.
-Hola chicos.-dice sentándose a mi lado.
-Hey bro.-Leo le extiende la mano e Ian tarda en reaccionar, pero le choca la mano.
-¿De sujeta velas?.-me pregunta Ian riendo.
-De candelabros.-digo rodando mis ojos y se echa a reír más.
-Exagerad...-a Harper no le da tiempo terminar ya que Leo comienza a besarla.
-Iugh, vomito.-digo y aparto la vista.
Mis ojos se posan en Max, está sentado con las fresas y otros chicos, Amanda se sienta en su regazo y pasa sus brazos por los hombros de Max, acurruca la cabeza en el hombro izquierdo de este.
¿Y Kris?
Mi vista se desplaza unos metros más al lado, ella está sentada con otros chicos y mira embobada a Max, que mira también a Kris.
Vuelvo a mirar a Max y esta vez lo pillo mirándome. Me giro automáticamente y continúo con mi bollo.
-Te ha pillado.-me comenta Ian.
-Oh cállate.-ruedo los ojos.
-0-
Salir a respirar es todo lo que necesito en este momento, porque no creo que haya nada que me relaje más que el aire puro, aunque esté contaminado.
-Abi.-la voz de Carlos hace que le preste atención.
-¿Qué te pasa?.
-Vamos a hacer algo.
-¿Qué cosa?.
-¿Qué eres doña preguntona o qué?.
-¿Vas a responder o qué?.
Suspira agotado y se ríe.
-Digo que vamos a hacer algo para que nos expulsen de esta mierda.
-Oh, eso me gusta.-sonrío de oreja a oreja.
-0-
Llaman a la puerta y salgo silenciosamente para no despertar a Harper. Le he dejado una nota despidiendome, la quiero mucho, me ha ayudado mucho en todo este tiempo.
-¿Vamos?.-me pregunta.
-Vamonos ya de aquí por favor.
Caminamos silenciosamente por los pasillos, saco los sprais de mi mochila, le paso uno a Carlos y me quedo con otro.
En unos segundos las taquillas tienen pintadas, las paredes tienen pintadas y hasta el suelo tiene pintadas.
Vamos a casa de la directora, allí es donde vamos a soltar la gran bomba.
-¿Has traído...?
-Pues claro.
Saco la cinta aislante negra, y en una hora parte de la casa esta recubierta de cinta negra. Mejor así, está más bonita, y además le pega a su estilo de bruja.
-Bueno amiga, nuestro trayecto aquí ha terminado, ¿vamos?.
-Vamos.
Salimos corriendo, lo único que nos separa de la libertad es un gran muro no muy difícil de escalar. Cuándo Carlos me ayuda a subir una voz me hace tropezar del susto y caer de lleno al suelo.
-¡Carlos no!.-Ian es quién está pegando gritos como un loco.
-¿Ian?.-pregunto confusa dándole masajes a mi cabeza.
-¿Qué haces aquí?.-le pregunta Carlos alterado.
-No voy a permitir perderte. No puedo perder a otra persona que quiero otra vez.
-¿Qué?.-todo es muy confuso.
-Ya hemos hablado de esto Ian, y además no estamos solos...-susurra entre dientes y me miran.
Yo saludo y sonrío, ellos ruedan los ojos y vuelven a mirarse.
-Me da igual, no voy a seguir con la tontería del miedo.
-¿Alguien que me explique qué pasa?.-pido pero vuelven a ignorarme.
-Ian, no hagas esto más difícil.
-Llevamos muchos días juntos, no puedo olvidarte del día a la mañana ¿sabes?.
-¡Ni yo a ti joder! Pero este no es mi lugar, y paso de seguir destrozandote la vida.
-¡Al contrario estúpido!.-y en cuanto menos me lo espero Ian se lanza y comienza a besar a Carlos.
Mis párpados se abren de par en par y mi mandíbula se cae al suelo.
Sí que había notado en Ian un aire femenino, pero que fuese gay me coge de sorpresa. Pero en el caso de Carlos, ya si que no me lo esperaba.
-Te quiero.-le susurra Carlos a Ian.
-Emm...-toso y ambos se giran.-esto es muy tierno, pero quiero irme.-sonrío.
-No se vayáis.-suplica Ian.
-Lo siento.-susurra Carlos y vuelve a por mi para ayudarme a saltar el muro.
-Tú vete, que si no te pillan.-le aconsejo.
Y cuándo parecía todo estar bien, un enorme foco me ilumina y una alarma muy molesta comienza a sonar.
-Mierda.-decimos todos a la vez.
Siento haber tardado tanto pero bueno aquí otro capítulo de La Hija de Josh Miller.
Quería enseñarles un edit que he hecho, pueden reírse está permitido, me ha salido muuuy mal pero está hecho con todo el cariño del mundo así que...
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