Capitulo 8

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Ainoha se rindió ante la fuerza que su marido tenía cada día, para que ella no recayera.
Necesitaban una hijo, eso estaba claro, solo el método para poder obtenerlo era extraño, era fuera de lo normal.

--Jerek, ¿Y si no funciona?--Susurro en un hilo de voz, con la cabeza abajo y sin mirar a nadie.

Jerek también dudaba, no estaba completamente seguro, pero quería arriesgarse, quería tener un heredero con el cual pelear con espadas o enseñarle a luchar, o una niña, hermosa como su madre que estuviera con el todo el tiempo.

--Claro que funcionará, te lo prometo--juro dándole un beso en sus manos y mirándola a los ojos --Te amo, Ainoha-- musitó

--Yo más te amo, esposo mío

A lo que Jerek sonrió, tenía que planear como salir del castillo sin que los guardias supieran, al fin y al cabo, lo pensó mejor y era una mala idea decirle a los azgadeños o hasta la propia familia, el único que sabía además de Ainoha y Jerek, era Thais, el de la maravillosa idea.

--Bien, ¿Que es lo que debíamos llevar?-- pregunto Ainoha

--Un mechón de cabello de ti, y un dedo de mi.

--¿No te parece muy poco para lo que van a hacer?

--Lo mismo pienso yo, se que estás dudando, pero es nuestra una chance de ser padres, Ainoha

Sonreía mientras miraba a Ainoha, su rostro era tan delicado, y no hablo de perfecto, porque ella tenía manchas como cualquier mujer que está embarazada en algún momento, solo que sus ojos color grises resaltaban en en las más oscuras penurias, sus labios finos, pero bastantes secos, no solo ella lo necesitaba sino que su cuerpo también, después de haber estado tanto tiempo perdiendo, a nadie le hace bien eso.

A unos dos mil pies más o menos, se encontraban Aranzazu y Athanas

--¿Crees que volverá?-- Athanas siempre tan preguntona.

--Claro querida, el quiere su hijo y nosotros se lo vamos a dar, aunque...--Era bastante raro que no le pidieran algo a cambio al pobre Jerek

--¿Aunque? Ya se que esta pasando por tu retorcida mente, Aranzazu-- Negó en desacuerdo

--No se las voy a dar tan fácil, Athanas, deben aceptar mi propuesta, sino no hay ningún heredero, y toda la oscuridad de Supremo, se verá arriba de Sargoth

Jerek

Aún con las piernas cansadas por andar en caballo ayer, quería esto y lo cumpliría.

Voy a cortar un mechón de cabello de Ainoha, con la espada.
La sala del trono, estaba oscura, sin guardias, solo las voces nuestras. Pero era mejor así, no quería que nadie se enterará.

--Bien, ya hazlo-- pronuncio Ainoha, entrecerrando los ojos y tapándose la cara.

Agarre su cabello color marrón avellanas, y lo corte. Parte de su hermoso cabello cayó al suelo, los recogí.
El dedo creería que me lo cortaran en Supremo, no quiero dejar restos de sangre ni nada.

--¿Estas lista?-- pregunté, obviamente iba a llevar a Ainoha, ella era parte de nuestro plan.

Llamé al primer guardia que encontré, estaba mucho más allá de la puerta de la entrada a la sala.

--Dígame, majestad

--Alista, dos caballos mi reina y yo, saldremos de la ciudad

--Si, señor

Bien, ya estaba todo listo. Ainoha se había ido a cambiar su vestidura, yo me quedé aquí, meditando en el trono, mientras esperaba.

Yo se que no me estoy equivocando, se que es una buena señal, además, sino fuese así, jamás hubieran aceptado esos brujos, se veía amables; se que no son de fiar, como ninguna persona. Porque a la primera que uno confía, siempre lo apuñalan por la espalda.

Interrumpió mi pensamiento-- Los caballos están listos, señor-- ordeno el general de guardias de mi ejército.

Todo marchaba a la perfección, por ahora nada malo ocurría, Ainoha ya estaba lista esperándome.
Su vestido color esmeralda claro, su cabello caía en su hombro, y apenas se notaba su corte.

Agarre su mano, nos dimos un beso casto y caminábamos hasta nuestros caballos, que serían nuestro transporte para llegar a Suno.

La ayude a subir, era demasiado alto para ella, hice que su pie pisará mi mano así le servía como palanca para subirse, después de que se acomodó, me dispuse a subirme al mío.

Bien, estábamos listos, era hora de partir hacia nuestro destino. La puerta comenzó a abrirse, y a lo lejos se escucha un grito, que hace que nos demos vuelta.

--No irían a ningún lado, no se los permitiré...

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Nuevo capítulo, disculpen el atraso
Espero que les guste 😘

Evie (Pausada)Where stories live. Discover now