Capitulo 15

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Ainoha

Luego de revelar mi panza, estaba muy nerviosa. No sabía de qué manera se lo iban a tomar, entendía que era una buena noticia. Pero quizás no ha todos le pareció buena.

Los ojos de todos mis familiares se abrieron grandes y asombrados, estaban esperando algo para reaccionar o no sé. Estaba desconcertada por el silencio que había en el patio. Los ciervos, deambulaban tranquilos, ordenando todo lo que habían hecho al jugar.

¿Y si era un momento intempestivo para declararlo? ¿Quizás nadie deseaba esto?

¡Qué carajo estaba diciendo!

Claro que todos lo anhelaban, siempre me consolaban en mis antiguas perdidas.

Sentí un pinchazo en mi exuberante estómago, que cada hora se estiraba mas. Estaba algo ansiosa por su reacción, necesitaba saber cómo se lo tomarían.

Todos esos pensamientos pasaron por mi mente, en fracciones de segundos que parecieron una eternidad. Empezaron a oírse gritos, chiflidos y aplausos. Jerek solo me abrazaba, solo a mí y a mí bebe, estaba tan feliz y sonrojada porque no estaba tan segura de la impresión que iba a provocar. Era obvio que todos estarían felices, al igual que yo. Mi cara solo develaba una sonrisa impresa en mi rostro, que no se borraría por mucho tiempo.

Mi padre comenzó con sus chistes malos y la incomodidad hacia mi esposo se desfloro.

--Le diste justo en el clavo—le grito, riendo, y abrazando a mi mamá. Yo solo me tape la cara, de la vergüenza que me dio, y Jerek, miraba al piso, incómodo y sonrojado. Mi madre le dio una palmada en la espalda, en forma de advertencia.

Mi padre se encoge de hombros y me dice—Lo siento, cariño. —Yo solo asiento, aunque tendría que disculparse con Jerek no conmigo. De todos modos, sé que no lo hace de mala gana, sino que el es así. Y no hay nada que lo cambie, y más a su edad.

Completamente todos mis familiares, se enfrentaron a mi uno a uno, a felicitarnos y darnos sus más sinceros anhelos para que nuestro bebe nazca sano.

Era lo único que merecía la pena, mi bello hijo.

Cesieria, me miraba con los ojos llenos de lágrimas, sorbo su nariz con un pañuelo. Solo me abrazo, se que está mal lo que diré, pero me apoyo más que mi madre, ella si había sido un verdadero apoyo incondicional. Jamás se había rendido, siempre me decía que luchara por lo que quería, que con fe y esperanza, todo lo iba a lograr.

La verdad que tenía mucha razón, sus palabras estaban instaladas en mi mente. Le quería mucho, era la mejor suegra que podría haber tenido y una maravillosa madre. Ahora sé que será una excelente abuela, que cuidara de su nieto tanto como cuido de su hijo.

Se acerco a mi oído y expreso—Estoy muy orgullosa de ti, ahora se que nunca te diste por vencida, cariño. Este bebe tendrá unos fantásticos padres que lo amaran muchísimo—Miro a Jerek y a mí, y tomo nuestras mano—Serán un gran familia—paso su pañuelo por su nariz.

--Gracias, mamá. --Agradeció mi esposo y pasó su brazo por el hombro de su madre. —De nada, mi niño. Los vendré a visitar más seguido, ahora me tengo que ir. Tu padre creo que se paso de copas. —Murmura, observando a mi suegro retorciéndose a carcajadas con Thais. Al lado de mi cuñado, estaba su prometida, que tenía cara de pocos amigos.

No entendía a que se debía su antipatía, creí que en el juego se la paso muy bien, claramente, no es así. Ni siquiera me saludo, tal vez lo había olvidado o se despisto.

Mi esposo había regresado de traer a arrastras a su padre, que estaba algo ebrio. Los halcones, los escoltaron del reino por la puerta. Cada pareja se iba a sus respectivos hogares.

Evie (Pausada)Where stories live. Discover now