Capitulo 9

948 97 6
                                    

--No irán a ningún lado, no se los permitiré—grito con mucha fuerza y sin miedo a que le escucharan.

Su voz salía de su garganta, firme, sin temor y con gran decisión para parar lo que los reyes de Sargorh estaban por hacer.

No podía permitir que ellos tomaran tal decisión, sin las consecuencias que esta puede tener.

Si, lo entendemos, es algo demasiado arriesgado y nadie niega eso, solamente que... ¿Si es la única opción que tienen? ¿Qué más van a poder hacer?

Asier, la madre de la reina estaba esperando que se dignaran a prestarle un poco de atención.

--Mamá, esta es nuestra decisión, no puedes interferir en algo que ya está tomado—pronuncia Ainoha desde arriba de su caballo, rechinando sus dientes.

Está bien que su madre la cuidara, estaba bien que se preocupara pero llegar al punto de entrometerse, que es lo que más odiaba Ainoha. Jerek, por su parte, se quedaba en silencio, a él también le correspondía hablar, pero esperaría su turno. Además sabía el carácter que poseía su querida suegra.

--Querida—se acerco al caballo y tomo las manos de Ainoha—tienes que entender que esto es peligroso.

--¿Cómo lo supiste?—es lo único que respondió Ainoha, su cara se tornó rojiza de furia.

--Un guardia escucho, y vino a decirme, el también se preocupa por el reino y por la descabellada opción que acaban de tomar—acariciaba la mano de su hija, mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja—estoy preocupada, Ainoha, no lo hagas hija.

--Es decisión de Jerek y mía, tienes que respetarla.

--¿Acaso no piensas en la seguridad del reino? ¿Y si te ocurre algo a ti o al rey?... Será muy tarde para arrepentimiento—susurro con la cabeza abajo, y mirándose ambos pies.

--Claro que pienso, tu sabes bien y mejor que nadie cuanto necesito un bebe para poder cuidarlo, mimarlo y amarlo, déjame sentir ese amor de madre que tú sientes hacia mi—Ainoha miraba los ojos de su madre con puro amor. Cuya mirada atravesó el corazón de su madres, estaba de más seguir interfiriendo si sabía Asier que Ainoha iba a intentarlo de todas formas.

--Esta bien, no tengo otra opción que aceptar

--Que sea la última vez que espíes, no quiero ser dura contigo mamá—al decir eso salieron galopando con los caballos con gran velocidad, dejando el reino atrás.

Asier se quedo en la puerta del castillo, negando una y otra vez con su cabeza, la puerta comenzó a cerrarse, hasta que ella desapareció.

******

Llegaron a la puerta de Supremo, escucharon unos ruidos raros que venían desde atrás, Jerek no dudo un segundo y saco su espada, el miedo se colaba por sus huesos y el temor a que su amada esposa saliera lastimada.

Se sentían crujidos de ramas, un caballo que pisaba fuerte el lodo de Suno, y que tal intruso no aparecía para poder verlo, como ya era de esperarse creían que era una bruja, pero al sentir galopes era obvio que no.

--¿Quién es?—Ainoha se escondió detrás de Jerek con temor y tiritando​ los dientes y manos miraba a su esposo con ojos alarmados.

--Creo que no fue buena idea traerte—susurro Jerek.

y... falsa alarma, era Thais.

Jerek suspiro e inhaló grueso al verlo venir, Ainoha por su parte se derribo arriba del hombro de su esposo.

--¿Creyeron que los dejaría solos, luego de que yo tuve la magnífica idea?—llego sembrando armonía, Jerek le golpeo el hombro en forma de "Gracias por haberme asustado, idiota"

Evie (Pausada)Where stories live. Discover now