Capítulo 23

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La figura que comenzaba a acercarse, era extraña. Tenía un cuerpo... ¿Doblado? ¿Que era eso?
Al darle toda la luz en la espalda, su rostro no podía deslumbrarse a la perfección y no sabíamos quién era.

Pero si si contextura era así, obviamente se trataba de un demonio.

A medida que iba acercandose hacia nuestro encuentro, iba tornándose de la forma más humana posible.
Su cabello rubio, con un resplandor como el del sol. Sus ojos rojos como el fuego, y su camisón blanco le daban el toque angelical.
Pero, claramente no era así, era Soli.

--¡Qué gusto verlos! ¿Como están?-- Pronuncio entusiasmada.

Todos se fijaron la expresión de Evie, quizás se largaba a llorar. Pero esto jamas ocurrió, ella estaba en paz y tranquila, observando todo con sus grandes ojitos grises, dignos de mirar, su carita angelical y su cabello blanco lo decían todo. 

Su hija no se sorprendía de nada y eso que estaba en manos de los brujos, su cara y sus ojos negros tampoco le daba miedo. Iba a ser una mujer demasiado fuerte. Estaban orgullosos de ello.

Para esto Soli ya se había sentado donde estaban todos, seguía observando a la bebe.

--¿Que haces aquí?-- atajo Ainoha, con expresión seria y dura. Tomando a Evie en sus brazos y protegiéndola.

--No te asuste, Ainoha, solo quería conocerla. Y ya veo que es preciosa, ¿Puedo cargarla?

A lo que Ainoha, reacciono de mala manera y la posiciono atras suyo. Todos la miraban, era obvio que como madre no iba a dejar que tocara a su bebe, una loca que la visito casi todas las noche e intento matarla innumerables veces. 

Soli la observo de mala manera, sus ojos rojos y boca rechinaba, no le importaba que se enoja. Ella se lo había buscado.

Jerek se asomo a su oído y le sonrió

--Mi amor, sino dejas que la cargue puede que nos mate a todos, incluso a Evie. Por favor, te lo suplico, hazlo por ella.--Jerek tenia razón, lo que menos quería hacer es provocarla. Evie, mostraba su sonrisa sin dientes, era muy simpática. Dejo su orgullo de lado.

--Esta bien, ten-- extendió a Evie en sus brazos para que la cargara. Sus manos ásperas tocaron su piel, y le dio escalofríos. A lo que se alejo rápidamente.

Soli, la tomo y la acerco a su cara podrida, pobre Evie, la porquería que debe estar soportando.

--Evie, eres poseedora de una belleza admirable, y de unos padres y padres postizos que te aman mucho-- le sonreía a la niña con sus dientes putrefactos y miro a los demás-- Que pena que ya no los veras mas.

Dejo a la niña en el sillón y se levanto de golpe, sus ojos comenzaron a ponerse negros, jamas la habían visto así a Soli, comenzó a flotar, mirando al firmamento, cuando bajo, sabían que algo malo ocurriría y si, quería matar a todos y lo haría. Los dedos de sus manos comenzaron a tornarse largos y filosos como una daga.

Se abalanzo contra Ainoha, nadie hacia nada todo era muy rápido. La reina sabia que iba a morir, y vio toda su vida pasar en unos segundos y se entrego a la muerte. Sabia que si la mataba, ella no le haría daño a Evie.

En estos escasos minutos restantes, se atravesó Thais, su flamante esposo, y las manos de Soli, penetraron su estomago, ellos quedaron cara a cara, mirándose la ultima vez. Ella volvió a su estado natural, a su estado humano. Y su marido, le sonrió por ultima vez. 

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Disculpen la tardanza, es demasiado corto, pero lleno de dolor. Pobre Thais, muere en manos de su angelical esposa.

Espero que les guste

Evie (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora