Capítulo 16

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Jerek

Llegue a mi alcoba, había estado hablando con Hann, mi suegro.

Temas triviales, nada interesante, aunque en ninguna de nuestras charlas faltaba una broma suya y mi incomodidad a flor de piel.

Lo que más me llamo la atención era que al parece él no sabía nada. Es decir, de ellos, los brujos de Suno.

Porque cuando quise articular una palabra hacia el asunto, Asier me hizo una señal de no-digas-nada negando con su cabeza, mientras su esposo se servía mas vino.

Los padres de Ainoha vivían aquí en el castillo, mis padres tenían un castillo aparte junto con mis hermanos. Esas eran las reglas, si quería estar con su hija debía vivir en su castillo. Y Ainoha era lo que más amaba en este mundo, haría cualquier cosa para mantenerla cerca de mí, y así, acepte el acuerdo. Por supuesto, amo el bebe que viene en camino, va a ser muy querido aquí, por todas y todos.

Al darme cuenta que ya me encontraba en mi habitación, abrí la puerta de par en par, y mi esposa yacía mitad de la cabeza fuera de nuestra y su cuerpo inerte dentro de ella.

Corrí hasta su lado, la moví y la zamarreé, ella no despertaba, lo que me tranquilizaba era que aun respiraba, al principio pensé que estaba muerta.

Llame a todo el mundo en el castillo, los guardias, los sacerdotes, su dama, sus padres, los míos. No sabía que había pasado. Quizás los sacerdotes sabrán que hacer para despertarla.

--¿Qué ha pasado?

Preguntaban la gran mayoría de personas que ahora se encontraban en mi habitación.

Thais, había venido, con su pijama azul, y su cara soñolienta y bostezando daban a entender que estaba durmiendo.

Se escuchaban varios murmullos, muchos decían que mi bella esposa estaba muerta o quizás se había producido otro aborto espontáneo. No quería hacer caso a tan descabellados comentarios.

De todas formas Ainoha no tenía ni un rastro de sangre en su cuerpo, asique aliviado, descartaba las dos locas opciones.

--Por favor, silencio...-susurre bajo.

Todos seguían sin prestarme atención, ni siquiera los sacerdotes.
Me quedo mi única opción, que a decir verdad no quería hacerla.
Levante mi brazo haciendo la señal con mis dedos: El pulgar y el anular junto y los demás dedos hacia arriba.

La gran mayoría lo hacía, y en su defecto golpeaban al de al lado para que hiciera lo mismo. No me gustaba hacer esto porque sabía que pasando dos minutos de mi mano de esa forma y nadie me prestaba atención, alguien de la sala moriría. Era tradición, una forma de respeto, por así decirlo.

Luego de que en menos de un minuto todos tenían su brazo en alto con la señal, me dispuse a hablar.

--Bien, antes que nada. Gracias a todos por preocuparse y venir-respire, pase mi mano por mi cabello y aclare mi garganta-Se que todos se preguntaran que rayos ha pasado.
Bueno, la verdad, es que yo tampoco lo sé. Por eso, necesitaba la ayuda de todos para poder ayudar a mi esposa.

Mire hacia los sacerdotes, que estaban con sus manos juntas, escuchando con atención. Me dirigí a ellos.

--Quiero que hagan algo y me digan el diagnóstico en el que se encuentra mi esposa, por favor. --Rogué con mis manos y los mire con compasión. No era nada sin mi Ainoha, la quería devuelta conmigo.

--Claro, mi rey-respondieron al unísono.

Caminaron hacia el cuerpo de mi reina, y le hicieron un pequeño examen. Pidieron que todos estuviéramos afuera.

Luego de unos 10 minutos de incertidumbre, desesperación e intriga abrieron la puerta de nuestra habitación de par en par.

Todos los presentes, miramos atentamente hacia Oliver, el sacerdote mayor.

--Bueno, amigos, mi rey... La señora está bien, sufrió un leve desmayo. Nada de qué preocuparse-Respire aliviado ante tal noticia.

--¿Pero ya esta despierta?-Pregunto Asier, acercándose a Oliver.

--Si, señora.

Desde el fondo de la multitud se escucho a mi hermano.

--¿Podemos verla?

--Si, pero pido precauciones, aun esta algo sensible. Necesitaría que primero pasara el rey, para que ella este más tranquila.

Todos asintieron y abrí paso para entrar a la recamara.

Allí estaba ella, hermosa como siempre, aunque pálida y el brillo que siempre irradiaba, había desaparecido.

•••
Bueno, este es el capítulo de hoy. En el próximo, se viene el plato fuerte, JAJA.
Ya tengo listo el capítulo 17, ¿cuando les gustaría que lo subiera?
Necesito que mis fieles lectores, vayan a la tabla de mi perfil y respondan una pregunta

Evie (Pausada)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें