Intro - 1

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Mientras dormía sus sueños se hicieron turbios y supo que algo andaba mal. Fueron inundados sutilmente por una ola de malicia que poco parecía tener que ver con la historia que le contaba (de manera surrealista como de costumbre) su dócil subconsciente. De pie en una escena que no lograba explicar aceptó que aunque se perdiera el asombroso desenlace al que su sueño se dirigía era hora de despertar.

Lo descubrió despierto la medianoche que abarcaba cada absoluto rincón de la reducida habitación matrimonial donde dormía. Tras el viejo árbol desnudo al que daba la ventana que se encontraba ahora completamente abierta el resplandor de la luna, acompañado de la brisa helada, era lo único que le permitía ver algo en la oscuridad nocturna. Así pudo ver las sabanas enmarañadas aun tibias y la puerta entreabierta. Fue entonces que se dio cuenta de que se encontraba completamente solo en la habitación.

Aunque no era la primera vez que se había encontrado con ese escenario no se le hizo difícil ver que esta vez era diferente. Se lo susurraba la brisa y se lo comentaba la noche, la sensación de soledad tan repentina se lo sugería. Le decían que aunque fuera a buscarla en la sala, o en la cocina, sucia aún de la cena de la noche anterior, o en cualquier otro lugar del pequeño apartamento no iba a encontrarse nunca más a esa cara con la que despertó a diario los últimos años. Sabía que se había ido para siempre.



Corazones Vacíos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora