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No nos conocimos en una fiesta. No se me cayeron los libros y él no  los recogió. Tampoco me salvó de unos ladrones. Pero el conocernos en algo tan cotidiano nos hizo tener una idea de lo torpes y distraídos que podemos ser.

El que me ayudara a pegar una cartulina demostró que simplemente es amable. Que preguntara por mi día era lindo, no conocía a nadie más que mi vecina. Quizá por eso me fijé en él, por eso me caía tan bien. Quizá me gustó su interés en mi. Y al paso del tiempo la confianza y el grupo de amigos creció a lo que somos ahora. Pero es justo lo que no sé, lo que somos.

Si regresara en el tiempo, la semana pasada, luego de que me dijera lo que siente... ese diría fue nuestro momento más... Raro. No sabíamos que decir. No sabíamos si movernos para no despertar al otro. Incluso el desayuno fue incómodo. Pero un para de risas cambió todo. Pero no quiero que se quede así.

Quiero saber cosas, respuestas. ¿Cuándo comencé a gustarle? ¿Por qué creyó que me acordaría de algo cuando estaba con resaca? Pero, lo que considero más importante; si yo le gusto, ¿qué hacía con otras chicas?

No quise decir nada en el momento, mi cabeza no pensaba bien y mis labios estaban muy ocupados. Pero ahora, con la cabeza más fría, solo quiero saber que ha pasado. Hay cosas que tengo claras -o eso creo-, como que el crush que había tenido en él, no era solo su físico. Era su físico, pero también era él, él completo. No me di cuenta sino hasta que me dijo lo que el sentía, algo dentro de mi se sintió en calma, quizá -muy seguro que si- porque me sentí correspondida. Pero eso no quita las mil estupideces que tuve que soportarle por no hablarme claro.

Como ahora.

— En serio, faltan dos días para navidad y no has puesto ni una simple luz en tu casa, Ae. —Hui se deja ir pesadamente en E'dawn quien parece ni molestarse.

—¿Me vas a ayudar a desempolvar todo, poner y luego quitar? —levanto una ceja.

—Mejor no. —sonríe arrugando la nariz y mostrando de sobremanera  sus dientes.

—Eso creí.

Estamos todos en mi departamento, la mayoría regresó de sus vacaciones. Yuto y Wooseok han hablado maravillas de Japón, pero no se quedaron hasta las fiestas, quién sabe por qué. E'dawn regresó con un nuevo tatuaje. YanAn ha regresado un poco bronceado y Yeoone revisa las fotos que todos han tomado.

¿Qué es lo extraño? Que todo puede estar muy bien, muy normal. Sí, pero Kino tiene una mano posesiva en mi pierna. Los demás nos miran expectantes, pero Kino no dice nada. Hicieron varias preguntas al llegar, cosas como si habíamos estado bien, que se nos veía más juntos -lo cual causó risas entre todos por lo ridículo que sonaba- entre otras cosas. Kino solo respondía con una sonrisa y algún comentario casual mientras jugaba con mi mano. Les estamos dando la impresión erronea. O, al menos hasta el momento, porque no somos nada aún.

Se ha quedado en mi casa, hemos visto películas, dormido juntos. Todo, no hemos tenido ni la intención de salir. Mamá dijo que no quería que me preocupara por ella, pero sé que no quiere que vaya a pelear con el imbécil de mi hermano.

—¡Hey! —grita Wooseok animado subiendo las piernas al sofá. —Juguemos: yo nunca, yo nunca.

—¿Tienes alcohol, Seul? —pregunta JinHo ya animado.

—Ri-ah lo va a traer.

—¿Viene Ri? —pregunta ShinWon.

—Jumm —levanto mis cejas a él, repetidas veces —Si.

—Tranquilo ShinWon, ya sabemos que la chica te gusta. —se burla E'dawn posando su mano en el pecho de Hui.

La cara roja de ShinWoon lo es todo. Estallamos en risas.

[ Mess ] [ kino ] ptgWhere stories live. Discover now