[ Mess ] [ kino ] ptg

22

Tomando el valor que me queda salgo de los baños y veo a Kino recargado en la pared, su cara me lo dice todo. Este no es un lugar para hablar. Pienso en mi casa, pero no quiero dejar más malos recuerdos en mi departamento.

Me paro frente de él y no digo nada, sube la cabeza y sin palabra alguna le digo que me siga.

Siento que el corazón está intentando hacerme una mala jugada, no puedo ver nada con claridad. Pero mi orgullo no me deja seguir pensando en que me ha visto la cara, de nuevo. Que quizá nunca dejo de hacerlo, y eso es lo peor, que cabe posibilidad que haya sido así.

Llegamos al estacionamiento, solo estamos los autos, él y yo; además de algunas personas que van con prisa a sus autos, por suerte, lejos de nosotros.

Pongo mi manos sobre el cemento de un pequeño muro y me elevo con ellas para poder sentarme. Suspiro y me siento tan derrotada, quizá el problema no es tan grande, quizá solo es una tontería que no me dijo, quizá Hyojong actuó igual de dramático que yo y Hui sololo quería calmar; o quizá no.

Hyunggu está parado, viendo mis piernas colgar del muro. No me ve a la cara y eso me enoja. Si hizo algo mal debe de sostenerme la mirada y decirme, no acobardarse.

Suspiro.

-¿Sabes? Quiero una explicación, te prometo estar calmada -«porque tengo miedo a que me dejes», gritan el conjunto de mis inseguridades - Solo si me dices todo. La verdad completa Hyunggu. -mi voz neutral también denota que estoy a punto de rendirme con él.

Levanta su mirada y luce extrañado, pocas veces me calmo antes de la tormenta, y él lo sabe. Sabe que sus palabras van actuar en un mil por ciento en lo mi acción siguiente. Su mirada me confirma que sabe que esto ya lo hemos pasado.

-Ae, no sé que te estés imaginando, pero no es así. -comienza sin moverse de su lugar. -La chica es una vecina de mi edificio. -comienzo a impacientarme al saber que está cerca de él. -Ayer no fui a casa de mamá, ya lo sabes, llegué a tu casa, no pude haber hecho nada malo... Yo-

-Hyunggu, quiero la verdad. -repito.- No un verdad que me suena a las excusas que dábamos cuando llegábamos tarde a casa en los días de escuela.

Pasa sus manos y luce desesperado. ¿Yo lo desespero?

-Es que como sea que lo diga no suena creíble. -mira al suelo. Sé que es su intento de escape.

-El problema es que sigues haciendo cosas que no suenan creíbles, Hyunggu. -sacudo las palmas de mis mano.- Pero bien, no queda de otra. Solo dilo. Y que sea ya. -algo comienza a crecer en mi. ¿No puede sonar creíble?

-No teníamos planes para ayer. Me quedé en casa, porque tenía pensado darte una sorpresa ahora por la mañana; pero mi mamá habló con la tuya, y la tuya contigo. Tuve que apresurarme. -da un paso a mi, pero aún queda mucha distancia. -Los padres de esa chica llegaron a mi puerta, no te miento, se presentaron en mi puerta con platillos y con su hija. -sus ojos examinan los míos buscando descifrar si me lo he creído o no. - Y solo entraron a mi casa, te lo prometo.

-¿Eso es lo que no suena creíble? -mi incredulidad y sarcasmo hacen una explosiva combinación.

-No...

-Si no vas hablar me voy. -me impulso con las manos y caigo al suelo.- No quiero más juegos.

-Espera. -me toma del brazo. Y se acerca a mi hasta quedar pegados y su boca en mi oído. -Quiero que me escuches. Que me creas y te des cuenta que reaccioné así porque sé que te puedo lastimar con lo que diga. No te estoy dando ninguna excusa.

Sus manos en mi cuerpo no están ayudando, así que me zafo de su agarre. Mi cara inexpresiva le dice que continúe cuando levanto una ceja.

-Ella les ha hecho creer que tenemos una especie de relación y... Y bueno, sus papás llegaron ayer para conocerme. No sé que mentiras habrá dicho ella, me tomó por sorpresa. -dice explicando y abriendo los ojos. -La cosa es que ya estando en mi departamento tuve que fingir.