Sangre joven: El comienzo de una nueva era.

Capitulo 2. Nuevo instituto

ANAIRAM

Llegando al instituto estacionamos el jaguar en el aparcamiento publico. Estaba repleto de carros y motos. Al final del lugar, encontramos un sitio donde estacionar.

Sofhia apagó el motor. Me entraron unos nervios de repente, no sabia como comportarme en mi primera vez en un instituto. ¿Haría amigos?, ¿O me tacharían como asocial?, porque yo no era muy platicadora que digamos. Comencé a restregarme las manos con impaciencia.

—Ana calmate, solo son personas— Susurró mi amiga, tomandome como siempre de las manos. Tenia razón. Son solo personas pero no podía evitar sentirme nerviosa.

—Sofhia lo se, pero igual me da un poco de miedo llegar a un lugar desconocido con personas desconocidas— no mentía con eso y ella lo sabia. Esto era duro para las dos. ¿Quién nos aseguraba qué no nos tratarían cómo en el orfanato?

—Bueno aquí entre nos Ana, yo también tengo un poco de nervios, pero piensa que habrá personas nuevas y chicos lindos—ella al pronunciar eso, hizo un baile con la cejas. Me causo mucha risa, pero trate de controlarla.

Aunque se que ella solo lo dijo para romper la tensión que se formaba. Sofhia nunca le intereso ningún chico, como a mi tampoco, pero no quitaba el hecho de que siempre le hacia bromas, tratando así de ser chicas normales —aunque no llegábamos ni a eso—

—Tienes razón señorita Jones. Habrán chicas celosas y chicos los cuales te podrás manosear—susurré con carisma. Al escuchar eso se hizo la ofendida y me dio un pequeño golpe en las costillas con su codo sin parar de reír.

—Bueno ya. ¿Vamos a bajar del coche o nos vamos a quedar todo el día riéndonos como focas desnutridas?—cuando escuche eso no pude parar de reír y ella tampoco. Se había contagiado con mis carcajadas de "foca"

— Voto por bajar del coche— Asintió y se desabrocho el cinturón. Hice lo mismo y salimos del jaguar cerrando la puertas al mismo tiempo.

Me dirigí a ella tomándole de la mano. Sofhia la presiono como muestra de apoyo y seguridad mientras caminamos hacia la entrada.

Tenía nervios, muchísimos nervios. Desde que llegue a este pueblo, no he podido respirar tranquila, siento una presión que no sabría definir, quiero sumarle a eso, el hecho de que puede que sea por la escapada del orfanato.

Al pisar el suelo del instituto mis nervios aumentaron, pero teniendo a sofhia de mi lado, los calme un poco.

Entramos y comenzamos a caminar hacia la oficina del director.

Al llegar ahí la secretaria nos dijo que tomáramos asiento.

—¿Crees que el director este bueno?— Susurré para romper la tensión que crecía entre nosotras. sofhia lanzó una carcajada al escucharme decir eso y me miro divertida.

—Te pasas, aunque si esta bueno me lo tiro—ella hizo un baile con sus cejas y yo no pude parar de reír ante su comentario y su cara tan chistosa. Se veía tan graciosa que ni siquiera ella misma se daba cuenta que estaba haciendo el ridículo frente a la secretaria.

La señora mayor nos miraba con recelo pero no nos importo. Miré a mi amiga con detenimiento y cuando le iba a comentar algo, una voz nos interrumpió

—Señoritas pueden pasar, el director las esta esperando—

Nos levantamos de las sillas y comenzamos a caminar hacia la puerta.

Al llegar nos miramos mutuamente y después yo toque suavemente la madera.

Una voz muy varonil nos indico que pasaramos. Nos tomamos de las manos y con un suspiro, entramos.