Capitulo 34. ¡Fondo!, ¡Fondo!

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LUNA

No puedo dormir. Esta soledad me esta haciendo mal y aunque yo duerma de igual forma en mi castillo, aquí se siente diferente, me falta algo y yo se lo que es, pero no lo quiero aceptar.

Mirando hacia el techo. Me e puesto a pensar en el cumpleaños de Ana. Solo faltan tres días para que sus poderes despierten y por primera vez en mis tantos siglos de vida, tengo miedo. Miedo a que nada salga a lo planeado.

Con un sonoro suspiro me pase la mano por el rostro y sin pensarlo, ya me encontraba sentada en la orilla de la gran cama. Mis impulsos y sentidos han estado pendiente solamente de Rick, desde que lo vi, todo se removió.

Quería estar con él, ya nada no los impedía, pero lo veía imposible, ¿Cómo lo tomaría la sociedad?, y aunque ya eso no me importa, supongo que a él si.

Me vuelvo a recostar en la cama haber si concilio el sueño y cuando lo estoy logrando, unos pequeños toques en la puerta me despiertan. ¿Quién será?

Camino lentamente hacia la puerta y preparada por si es un ataque, la abro rápidamente. Parado al frente de mi estaba Rick, mi Rick.

Tenia un mono holgado y estaba sin camisa. Mi mente comenzó a imaginar de todo un poco y me sorprendí hasta donde mis pensamientos pudieran viajar.

Sus abdomen marcado, además de una ve hacia lucir su cuerpo como los dioses.

—¿Disfrutando de la vista? — soltó gracioso. Me sentí roja. Nunca me había pasado esto. Titubeante levanté el rostro y lo mire a la cara. Se estaba riendo. Su dentadura blanquecina me fascinaba y ese brillo en sus ojos marrones me hacían recordar momentos vividos a su lado.

Nerviosa le dije — No te creas tan importante, querido — Las palabras salieron lo más seguras de mi y me Aplaudí lentamente por eso. —¿Qué haces aquí?— pregunté arrugando el ceño. Debíamos dormir. El viaje era un tanto largo y si queríamos llegar a tiempo, no podíamos detenernos a descansar.

Se recostó del marco y me miró cerio — Quería verte — Soltó de golpe. Lo miré sorprendida, pero no dije nada. Me hice a un lado y lo invite a entrar. Él, sin pensarlo dos veces camino hasta la alcoba.

Se sentó cómodo en un sofá de la esquina y me miró impaciente. ¿Qué espera que le diga?

— Te necesito — titubeó — Verte aquí, tenerte a una puerta y no poder tocar tu bella piel, peinar tu largo y sedoso cabello, me esta matando— me miró deseoso — Lu, me he tratado de controlar, pero mi demonio a querido salir — susurró levantándose del mueble y caminando lentamente hacia donde yo me encontraba. No podía moverme, mi cuerpo no me lo permitía.

El amor de mi vida me necesita, y se que yo también. Todos estos años he ansiado su simple toque.

—¿Puedo besarte? — preguntó a centímetros de mi rostro. Me miraba decaído. Su ego y orgullo ya no estaban. Solo se encontraba un hombre desdichado, solitario y con remordimientos. Me quiera, Rick todavía lo hacia.

Sin pensarlo dos veces, me tiré en sus brazos y lo bese, si lo hice, porque lo extrañaba, porque lo amaba y lo amo. Sorprendido por mi arrebato me tomó fuerte de la cintura y me pegó a su pecho. Sus labios ansiosos me devoraban mi boca y sus manos expertas me tocaban los lugares más ocultos. Todo el desnudaba mi alma y mi cuerpo

—Te deseo — solté jadeante. Él me miró unos segundos y sus ojos comenzaron a cambiar. El morado que tanto me gusta apareció poco a poco y me sonrió coqueto.

—Lo que la reina desee — Su voz ronca era melodía para mis oídos. Sonreí y sin darme cuenta, sus labios estaban sobre los mios de nuevo.

Esta será una noche larga.

HARRY

Gloria a la oscuridad que por fin podré levantarme de esta cama, y aunque las enfermeras digan que todavía necesito reposo, mi cuerpo opina lo contrario. Además, yo no soy el único, Sofhia ya no toleraba el olor a medicamento y decidió levantarse primero que yo, según ella, debía ir a ver a Alejandro.

Fui a mi habitación, me duché y después me cambie. Necesitaba ir a ver a Ana. La necesito.

Extraño su voz y la forma graciosa de reír que posee.

Salí a tropezones de la habitación y le pregunte a la guardia que rondaba por la casa donde se encontraba la princesa. Me dieron las indicaciones de que estaba en una habitación de huéspedes y sin pensarlo dos veces, salí corriendo en busca de mi chica.

HARRY

—¡Fondo!, ¡Fondo! — Maria gritaba a todo pulmón. Habíamos pasado la noche en el bar. Ya no se si es de día o noche. La pelirroja estaba al igual que yo. Entre risas y una botella en la mano, Maria me llevaba por el corredor del castillo. No podía ni sostenerme, pero sorprendentemente mi hermana podía conmigo.

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA— Nos reíamos sin parar.

Sin darme cuenta, estábamos en la habitación de huéspedes que le ofrecí. Me extrañe que estuviéramos aquí.

La pelirroja me sentó en una silla y puso la botella en la mesa. Riendo se sentó a horcajadas en cima de mi. Sorprendido por su arrebato le dije

—¿Qué haces? — arrastraba las palabras. Sonriente me puso un dedo en mis labios. Sonreí por su estupidez sin saber por qué

De un momento a otro se puso seria. Poco a poco se fue acercando. Me quedé paralizado. ¿Qué esta haciendo?

Cuando estuvo a poco centímetros de mi, susurró

—Te deseo. Siempre lo hice— y sin más se lanzó a mis labios. No entendía nada. Las copas me estaban pasando factura. De un momento a otro me imagine a Anairam y sin querer, le respondí su beso. Comencé a recordar todo lo que paso horas antes y eso de alguna forma me encendió.

La tire a un lado y me monté encima. No sabia que pasaba. Solo podía pensar en besar a Ana y sentirla en mi, llenarme de ella.

Comencé a desnudarla, entre gemidos decía mi nombre y eso me ponía aun más.

—Harry— susurraron desde la puerta. Me separé de sus labios y alcé la cabeza. Ahí, apoyada en la puerta estaba Ana. Sus ojos cristalizados me miraban decepcionada. No entendía que diablos estaba pasando. Hace un momento estaba aquí y ahora...

Abrí mis ojos hasta no más poder y baje la vista a la chica que estaba debajo de mi. Maria me miraba sonriente. Me quité de un salto. —Ana— titubeo — puedo explicarlo. Yo...— Mi dama negó varias veces y sin prestarme ni una pizca de atención salió corriendo.

Sangre joven: El comienzo de una nueva era.Where stories live. Discover now