I Wish Ardently To Have An Eternal Love© (Victuuri)

Capítulo 02

Deslindándose por el hielo, Yuuri Katsuki estaba una secuencia de pasos de su programa, dando un ágil cuádruple, hubiera aterrizado con elegancia pero...

—    ¡Yuuri! ¡Amazing!

Cayéndose en el hielo, y una vena asomándose en su frente observó afuera de la pista.

Víctor quien tenía una sonrisa en el rostro ahora pasó a una cara de preocupación.

—    ¡¿Yuuri estás bien!? — Celestino y Víctor hablaron a la vez.

—    ¡¿Qué demonios haces aquí?!

Víctor ahora era quien tenía una mirada dolida.

—    ¡Yuuri! ¿Cómo que qué hago aquí? ¡Soy tu entrenador! — Celestino se encontraba con el ceño fruncido.

—    ¡Pe-perdón! No era para ti, Celestino.

—    ¡No hay nadie más aquí, Yuuri!

Miró a Víctor y este se encontraba riendo en su lugar.

—    ¡Debe pensar que estás loco! — Dando risotadas casi se le salen las lagrimas.

—    ¿Yuuri, te sientes bien? Mejor sal de la pista para que te recuperes de esa caída y lávate la cara. — Celestino se masajeó las sienes y Yuuri deslizándose hasta la entrada se puso los protectores de sus patines y salió.

Sentándose en una banca cerca se quitó los patines para ponerse los zapatos deportivos y haciéndole un gesto a Víctor para que lo siga.

—    ¿Qué haces aquí? Te dije que te quedarías en casa, ya luego me acompañarías.

—    Sí, pero no puedo estar muy lejos de ti.

Víctor aferrándose a la espalda del japonés restregó su mejilla izquierda en la nuca de Yuuri.

—    Víctor ¿Qué edad tienes? ¿Treinta? Compórtate como alguien de tu edad.

—    Tengo 26 como a ti te hubiera gustado... ¡Te juro mi cabello es plateado! ¡No son canas, Yuuri! ¡Créeme! ¡No estoy viejo! — Apretándolo más hacia su cuerpo le besó en la nuca.

—    ¡Victor, para! Alguien nos va a ver...

—    Nadie puede verme, Yuuri, ¿Qué tal si empezamos un juego? Primero vamos a casa y a tu habitación donde Vicchan no pueda interrumpirnos~... — Victor pasó a su lado seductor por milésima vez en el día, haciendo a Yuuri estremecer para soltarse de él.

—    ¡Recuerda que debes guardar distancia! — Le señaló tembloroso y Víctor alzó las manos como si un policía lo hubiera atrapado en algún crimen.

—    Yuuri... Sabes que lo que más me importa en este mundo eres tú, no quiero que te sientas incómodo conmigo, anhelo poder estar contigo un día de la manera en la que nuestros cuerpos se acoplen, quiero que aprendas a amarme — Tomó la mano de Yuuri para dirigirla en sus labios para depositar un beso — Te demostraré que puedo ser la persona que te amaría más de lo que cualquier persona lo haría, te protegería... Dime, ¿Quisieras tener una familia conmigo?

—    ¿Esto es una p-propuesta de ma-ma-matrimonio? — Yuuri podía sentir su rostro al rojo vivo, tragó ¿Cómo Victor le podía decir tantas cosas hermosas? El don de Ágape es demostrar su amor sincero, era verdaderamente hermoso.

—    Si eso hace que te quedes conmigo... Sí.

—    Regresa a casa, ya.

—    Pero, Yuu—