La vida de Yuuri Katsuki ha sido muy buena, solo que había un detalle, le faltaba una pareja, estaba cansado de estar solo, pero lo que nunca pensó fue que... en una noche al desear a su pareja ideal, los Dioses Ágape y Eros lo escucharon, ellos so...
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Amaneció y Yuuri Katsuki retiró el cabello platinado de su pareja que rebeldemente estaba en su rostro, se puso los anteojos y notó a Victor abrazado a él desnudo, oh cierto, anoche habían tenido relaciones. Desde la cama observó el cielo, aún estaba oscuro por lo que se quitó los anteojos de nuevo y se abrazó al Dimiourgía dispuesto a dormir pero no pudo hacerlo, intentó conciliar el sueño por unos minutos, no lo logró así que decidió darse una ducha y sacar a pasear a Vicchan.
Antes de salir se despidió de Victor con un pequeño beso que le depositó en una de sus mejillas, ya afuera se alivió de que la nieve ya no era tan espesa por lo que pudo caminar por las calles, el cielo estaba más iluminado, estaba amaneciendo. Sabía que Victor se molestaría con él cuando volviera a casa, le había prometido al peliplata que no saldría sin protección, pero no creía que Japón estuviera siendo amenazado por las criaturas del castillo de Drácula. Vio a lo lejos el mar e inhaló esa brisa marina característica de Hasetsu, se dio la vuelta dispuesto a volver a casa, de seguro Victor lo buscaba por lo que no quería preocuparlo, siguió un camino largo hasta Yu-Topia, a Yuuri siempre le había gustado caminar y apreciar su alrededor por lo que no tuvo prisa en llegar, rato más tarde arrastró la puerta de su hogar y al entrar lo primero que vió fue a Victor colocándose un abrigo y un gorro de lana.
— Amor, volviste — Lo abrazó — Iba a salir a buscarte.
Yuuri negó sonriente — No te preocupes — Le besó la mejilla izquierda — No hay nada raro afuera.
— Bebé — Victor lo miró a los ojos y Yuuri por un momento le preocupó — Esas bestias no tardarán en llegar a Japón como en Kazajistán, no quiero que te pase nada, así que no salgas sin mí — Victor tomó ambas manos del ojimarrón y besó sus nudillos a lo que sonrió al notar lo tan preocupado que estaba su Dimiourgía por él, eso significaba que el don de Ágape no ha desaparecido en una gran cantidad.
— De acuerdo, mi cielo — Yuuri sonrojado entrelazó sus dedos con los de Victor adentrándose a la casa, se preguntaba cuando fue la última vez que fue así de cariñoso con alguna parejas anteriores — Espera — Dijo el japonés repentinamente — ¿Qué hay con ese acento? — Yuuri susurró y alzó una ceja mirándole confundido por aquel acento ruso que sonaba muy natural.
— ¿Te gusta? — Los ojos de Victor se cerraron por la sonrisa que estaba plantada en su rostro formando un lindo corazón — Lo estuve practicando desde que desperté, es ruso, como les dije a tus padres de que soy de ahí pues... Tenia que hacer una manera de hacerlo convincente.
Yuuri rió levemente mientras abría la puerta de su habitación — Pero ayer no tenias ese acento cuando hablabas con ellos — Victor le sonrió pero Yuuri conocía esa sonrisa nerviosa — ¿Qué fue lo que hiciste? — Se cruzó de brazos.
El peliplata tomó una hebra de su cabello para empezar a jugar con ella tímidamente — Le pedí al Dios Eros que me haga un favor, nada más, no hay de qué preocuparse.
