Mí estúpido niñero.

Capítulo 6.

-Bárbara Dios mío, ¿estás bien?.- Preguntó mamá al ver que iba sosteniéndome de las paredes.
-Sí mamá, estoy bien. Sólo me duele la cabeza.- Respondí sin ánimos. No estaba para lidiar con sus preocupaciones, no ahora.

Subí a mi habitación, mamá me había dado una pastilla para el dolor y me hizo efecto rápido así que me sentía mucho mejor.
Me recosté en mi cama y me puse a pensar, ¿qué quiso decir Kellin con que quería cuidarme? Ya no lo entiendo, ni yo me entiendo. Después de todo, todavía no sé si podré verlo de otra manera. Me puse mi pijama, la tarde transcurrió normal; me quedé viendo TV y tomando helado, no me agradaba mucho faltar al instituto, pues tenía que subir mis notas para poder ser la primera en la lista de alumnos ascendidos al viaje de ciencias que se hace todo los años. El ganador de este año, tendrá una beca para la universidad Harvard, así que tenía que estudiar mucho.

Llegó la noche, terminé de cenar y cepillé mis dientes; quería dormir, estaba muy cansada.

                    *6:35 am*

  Me desperté bastante temprano, así que tendría tiempo de arreglarme más tranquila. Me levanté y fui al baño, seguido busqué mi ropa y me fui a duchar.
Hoy me esperaba un día con un cuestionario por mi mejor amiga, ya me imaginaba las preguntas que me haría; "qué pasó?" "Por qué no me has llamado?" "Estás bien?" "No viniste a clases y etc.
  Lorie era muy sobre protectora, y juró que si un hombre rompe mi corazón, ella le rompería las pelotas.
  Me vestí con un jeans azul oscuro y una musculosa blanca, coloqué un anillo en el dedo índice y en mi cabello hice una coleta alta.
  Bajé a desayunar, otra vez ya estaba todo servido. Saludé a mamá y a papá, y me dispuse a servirme.

-Bárbara, cariño, ¿cómo estás hoy?.- Preguntó mi madre con una gran sonrisa en el rostro. Parecía de buen humor.- ¿Te sientes mejor?
-Sí mamá, me siento mejor tranquila.- Respondí.

  Terminamos de desayunar y subí a cepillarme mis dientes, tomé mi bolso y salí de casa.
  Coloqué mis auriculares y comencé a escuchar mi canción favorita (Four corners and Two Sides - Sleeping With Sirens). Las preguntas comenzaron a rondar mi cabeza, sobre Kellin, sobre mí, el vecino, Dios mío, ¿por qué el vecino? Creí que había dejado de pensarlo.
  Me estaba riendo sola, ¿qué diablos pasa conmigo? Hasta que alguien tocó mi hombro, sacándome de mis pensamientos. Enseguida quité mis auriculares y voltee a ver quién era.

Ahí estaba él, el vecino.- Harry, hola.- Dije mirándolo fijamente. Éste respondió con una sonrisa.
-Hola, Bárbara, ¿puedo caminar contigo?.- Dijo  avanzando para ir a mi paso.
-Claro, sí. ¿Tú a dónde vas? ¿También a mi secundaria?.- Pregunté levantando una ceja, Harry soltó una risa.
-No, hace un año la terminé pequeña. Voy a Starbucks y luego a la universidad.- Respondió, sin quitar su sonrisa del rostro. Cuando de repente, vi que ésta desaparecía.
-¿Qué te pasó ayer?.- Dijo sin quitar la vista de mí.- Te vi con Kellin.- Espera, ¿acaso se conocían? Esto es cada vez más confuso.
-Me desmayé, no es nada.- Respondí casi en un susurro.
-¿Nada? ¿Te vio un médico?.- Frunció el ceño.
-No, no me vio un médico. Estoy bien, fue solo hambre o nervios, no lo sé.
-¿Desayunaste?.
-Si ayer sí, no lo sé, es extraño. Pero me siento bien.- Sonreí.
-Hablo de hoy, Bárbara.
-Claro que desayuné. ¿Por qué te preocupas?.- Pregunté nerviosa. No obtuve respuesta de su parte por unos minutos.
-Olvídalo.- Susurro. Hice que no lo escuché, pero no podía olvidarlo. De todas formas deje de insistir.

  Me dejó en la puerta del instituto y dijo que me veía después para luego marcharse.
  Ingresé y fui a mi casillero, sacando lo necesario y guardando lo que no. Por supuesto, no me había olvidado de Lorie, pero no la veía por ningún lado, debe estar con su novio besuqueándose. Pude visualizar a Kellin en su casillero hablando con James, se veía precioso distraído y riendo. El timbre me hizo reaccionar, cerré mi casillero y le di la última mirada a Kellin, éste también me estaba mirando, dándome una sonrisa de lado que con gusto devolví.
  Ingresé a clase, como siempre aburrida, hasta que Lila, nuestra profesora de arte dramático comenzó a hablar.

-Señores, señoritas, escúchenme.- Todos la miramos.- Tenemos alumno nuevo, Andrew, ¿puedes presentarte?.- Todos miramos a la dirección que la profesora miraba; de ese lugar se levantó un muchacho alto, cabello negro y ojos color azul eléctrico. Tenía una chaqueta de cuero negra, remera gris y pantalón negro. Y un hermoso tatuaje en su cuello, era sexy.

-¿Qué puedo decir?.- Respondió con su voz demasiado gruesa y varonil.- Me llamo Andrew Biersack pero mis amigos me dicen Andy, no son mis amigos así que por lo tanto no pueden llamarme así porque no los conozco. Vengo de Míchigan, me expulsaron de 3 preparatorias pero no me quejo. Eso es todo.- Se sentó bruscamente, todos voltearon a la profesora que seguía hablando, yo por lo tanto me lo quedé viendo. Sus ojos eran tan azules como el agua más clara del mar, su piel pálida y sus labios eran rojos como la sangre. Casi sin darme cuenta, ambos nos estábamos mirando, fijamente.
  Sonó la campana y me sonrió, me quedé guardando mis cosas, voltee y estaba parado detrás de mí.

-Hola, ¿Andrew, cierto?.- Pregunté nerviosa.
-Sí, soy Andrew, un gusto. ¿Y tú eres?...
-Bárbara, soy Bárbara. El gusto es mío.- Me sonrió.
-¡Bárbara!.- Apareció Lorie, gritando como una loca.- ¿Donde estabas?.- Se detuvo a mi lado mirando a Andrew.
-Andrew, ella es Lorie, mi mejor amiga. Lorie, Andrew, el chico nuevo.- Los presenté. Se dieron la mano y Lorie me tomó el brazo haciéndome que corra otra vez, me despedí de Andrew con un grito. Sabía que si seguía corriendo terminaría en el suelo, conociendo a otra persona, como pasó con Kellin.

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Bellezas, arriba les dejo una foto de Andy!🖤