Capítulo 10.

5.1K 254 4
                                    

  Después de ese beso, mi cabeza se volvió loca y mi corazón se aceleró tanto, que eran como zumbidos. Tenía miedo al enamorarme, mucho miedo, pero Harry estaba logrando cosas en mí que nadie más logró. Y me encantaba.

    Harry preparó la cena, carne con patatas, mi favorita; sólo que él no lo sabía. Terminamos de cenar, conversando normal, Harry con sus comentarios de doble sentido, yo siendo la virgen inocente y él, el chico que ya estaba viendo todo, toda su vida al máximo. Pero todavía no podía quitarme la imagen de Harry llorando, y el sonido de sus sollozos; sentía una punzada en el pecho con tan sólo recordarlo, era una sensación dolorosa el saber que a Harry le habían ocurrido cosas horribles, cosas que quizás yo no pueda saber, porque honestamente, yo no tengo la certeza de si esto será por solo el fin de semana; no sé si será siempre así, algo de un fin de semana. Eso era algo que también me dolía, pues Harry estaba despertando demasiados sentimientos; sentimientos que quizá con el tiempo yo no pueda controlar.

-...entonces recuerdo que me caí después de eso.- Decía Harry.- ¿Bárbara?.- Tenía la mirada en un punto fijo, pensando en todo esto. Quería sacarlo a patadas de mi casa si esto sería así siempre, pero la sensación de tenerlo cerca es maravillosa, y le rogaría que se quedara.- ¿Estás bien?.- Preguntó.
-¿Ah?.- Exclamé. Harry sonrió.
-¿En que tanto piensas?
-No, no es nada. Exámenes, sólo eso.- Entonces su sonrisa desapareció.
-No te obligaré a contarme, pero sé que escondes algo, y la expresión en tu rostro lo dice todo. Me estás preocupando.
-Harry...- susurré.- estoy bien, no tienes por qué preocuparte, ¿de acuerdo?
-Si tú dices.- Quitó la vista de mí y siguió con su comida.

   Levantamos los platos de la mesa, los lavé mientras Harry barría el piso con la escoba y cantaba mientras yo moría a carcajadas. Cantaba hermoso, muy hermoso.
  Terminamos y fuimos al supermercado, teníamos ganas de comer muchas chucherias y mirar películas, hoy definitivamente no dormiríamos. No tenía noticias de mamá ni de papá, no habían llamado y me estaba preocupando; saqué el móvil mientras iba en la camioneta y llamé a mamá.

-Hola, ¿mamá?.- pregunté.
-Bárbara, hija. Perdóname si no hemos llamado, tuvimos muchas cosas que hacer.
-Tranquila mamá que no pasa nada, ¿cómo están?
-Muy bien hija, llegaremos mañana lunes, nuestro vuelo se pasó para mañana. ¿Te quedas con Harry?
-Eh.. sí, Harry está aquí, ahora vamos al supermercado por unas papas fritas. Cuídense mamá, los amo.
-Igualmente, adiós cariño.- Se cortó la llamada.

La charla con mamá quiere decir, otro día más con Harry. Bajamos de la camioneta y Harry tomó mi mano y colocó un anillo de compromiso, obviamente, era de fantasía, pues Harry jamás me compraría uno y se arrodillaría para pedirme matrimonio. A veces me asombran las estupideces que pienso.

-¿Qué es esto, Harry?.- Pregunté confundida, mirando mi dedo anular donde se encontraba éste anillo. Él se colocó el suyo mismo en el mismo.
-¿Te olvidas del juego de los esposos?.- Sonrió.- Pues las veces que estemos juntos seremos esposos.
-Estás loco.- Reí.
-Así te gusto.- Me dio un corto beso mientras entrábamos en la tienda.

*******

Perdonen lo corto que fue éste capítulo, pero estoy un poco ocupada. Éste fin de semana les prometo más capítulos.❤️

Mí estúpido niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora