Mí estúpido niñero.

Capítulo 12.

BÁRBARA POV'S.

Tenía un nudo en la garganta de las ganas inmensas que tenía de llorar; Me estaba sintiendo usada y dolía de la mierda. Había pasado algo a lo que le tenía miedo, Harry me usó como un perro y yo estaba detrás de él como chicle. Soy muy callada y de pocas palabras hasta cierto punto, pero él sacaba lo peor de mí y quería gritarle, gritarle tanto hasta que se me rompa la garganta; jugó conmigo, sabiendo lo mucho que me gustaba. Lo bueno de esto, es que no sabía en absoluto que yo me estaba enamorando y de su parte no espero lo mismo, Harry no lo haría, pues se la pasa acostándose con Barbie's.
Me quedé pensando si realmente era su prima, era un cuento falso de seguro, una de sus muchas manipulaciones. Más le vale que tenga una explicación.

-Bárbara...- Dijo sin quitar la vista de la carretera.- ¿Qué pasa, cielo?
-¿Y a ti qué te importa lo que me pase? ¿Todavía te atreves a preguntar? Y no me digas "cielo".
-Oye... ¿todavía sigues creyendo que estaba coqueteando con ella?.- Decía con voz calmada.
-Lo creo, Harry.- Fruncí el ceño.- No debería importarte lo que yo piense, haz lo que quieras.- Dije bajando de la camioneta para luego entrar a casa. Harry dio un suspiro que decidí ignorar. Sacó las bolsas y entró por detrás mío. Las dejó en la mesa de desayuno de la cocina para tomarme del brazo y hacerme girar sobre mis propios talones dejándome muy cerca de su rostro.
-Te molestas por esto, ¿y dices que no eres nada mío y que yo haga lo que quiera?.- Me miraba muy fijo.
-Harry, suéltame.- Le ordené nerviosa.
-Respóndeme, no me hagas esto.- Corrió un mechón de pelo de mi cara.- ¿Te gusto?.- Puso una mano en mi cintura levantándome la remera y acariciar mis curvas.
-N-no, no me gustas.
-¿No?.- Sentía su respiración chocando con la mía y sus labios rozando los míos.
-No.- Afirmé.
-¿Y por qué te estás tensando?.- Mi cuerpo estaba caliente y la piel se me erizó. Suplicaba sus labios para olvidar esto, pero no quería que siempre fuera así. Pero no lo soporté y lo besé, suplicando sus labios, sus besos. Lo tomé del cabello empujándolo hacia mi para profundizar el beso, lo quería sentir tan cerca. Él presionó mis caderas atrayéndome a él, suplicándome simplemente a mí. Y entonces me separé.

-Harry, esto tiene que parar.- Le dije. Quiso acercarse en busca de mis besos, pero retrocedí.
-¿Qué ocurre?.- Dijo con ojos de súplica.
-Quiero que me digas la verdad, ya déjate de juegos. ¿Qué soy para ti? ¿Esto será solo por los fines de semana? Porque sí es así no quiero tenerte cerca. Yo no soy una de tus chicas a la qué crees que tienes detrás, y que solo está para cuando se te de la puta gana de tener sexo con alguien, Harry. Ya para con esto.- Mis ojos se humedecían y Harry lo notó. La expresión en su rostro me dejó claro que le había dolido, pero estoy segura que es otra de sus manipulaciones.
-¿De qué estás hablando?.- Frunció el ceño. Vi como su mandíbula se tensaba.- ¿Te estás escuchando?
-Sé muy bien lo que digo, ¡Jesucristo!, Harry tienes que darte cuenta tú de lo que estás haciendo conmigo.- Llevé las manos a la cabeza.
Harry suspiró y le dio un golpe tan fuerte a la pared que hasta mí me dolió.- Es que, ¿por qué mierda no entiendes esto? ¿Acaso no te das cuenta?.- Comenzó a alzar la voz.
-¿Que quieres que entienda? Harry no compliques las cosas y aléjate de mí.- Se hizo un silencio profundo.
-Perdóname, yo ya no puedo alejarme de ti...- Susurró.
-¿Qué has dicho? ¿Que no puedes?.- Reí irónica.- Pues lo harás, y cuando lo hagas te darás cuenta de las cosas, y también que yo no valía nada para ti. Ya olvídame, y olvida esto.- Entonces se acercó y me besó y mis lágrimas comenzaron a caer. Ya no podía con esto.
-Bárbara, por favor entiéndeme.- Dijo con una voz tranquila y dulce mirándome a los ojos.- Me estoy enamorando de ti.- Confesó. En ese momento quedé en shock y no sabía cómo responder; no iba a confesarle lo que sentía, no ahora. Quería ver cómo siguen las cosas entre nosotros, al menos por ahora.
-Harry...- Susurré pero me cortó.
-No, déjame terminar. Yo jamás he sentido esto, y me asusta, Dios, ¡no sabes cuánto me asusta! Me asusta porque corro el riesgo de perderte, de que alguien más te mire, de que alguien más te toque como yo lo hago, de que esto se haga más fuerte y que no lo pueda controlar, y ya estoy muy lastimado...- Sus ojos brillaban.
-¿Tu crees que yo podría lastimarte?.- Puse mi mano en su mejilla y cerró los ojos sintiendo mi tacto.- No debes temerle a nada, Harry. Yo estoy aquí para ti...- Me miró.
-¿Conmigo? ¿A que te refieres?
-Es depende de cómo me quieras tú.
-Ay pequeña, ven aquí.- Me abrazó transmitiéndome su calor y ternura para luego depositar un beso en mi frente.- Yo te quiero en todo sentido.
-¿Entonces?.- Le pregunté soltándome despacio de su abrazo para mirarlo.
-¿Quieres ser mi novia?.- Preguntó. Me sonrojé y mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte. ¿Esto estaba pasando de veras?
-Claro que quiero, Harry.- Sonrió y me besó, un beso tan mágico, como si estuviera esperando mucho para un beso así. Definitivamente estaba enamorada y ya no había vuelta atrás.