Capítulo 2

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Pero qué injusta era la vida. ¿Por qué unas personas podían vivir entre lujos y otro entre miserias? O simplemente trabajando con un salario tan bajo que apenas te alcanza, y debes sobrevivir como puedas. Era injusto, el mundo está muy mal repartido, el rico se aprovecha del pobre y el pobre trabaja por ser rico.

Aquellos pensamientos rodaban en la mente de Silvia, su impaciencia y la rabia de buscar trabajo se estaba apoderando de ella. Había pasado todo el día intentando buscar algo de trabajo, aunque sea por media jornada. Pero nada. Siempre la misma respuesta. Agotada se sentó en el césped, tecleó un mensaje a su hermana para que le ayudase, la desesperación se iba apoderando de ella y aunque no le hacia mucha gracia tener que recurrir a su hermana, tenía que dejar a un lado su orgullo y rebajarse.

Inmediatamente Alejandra le respondió con que no podía ayudarla en ese momento.

Silvia miró al cielo conformándose con las palabras de su hermana. Se echó a reír irónicamente, ya podía llegarle el agua al cuello y quedarse sin oxigeno que Alejandra no le ayudaría mucho. Era su hermana gemela, tan solo tenían en común el físico. Ambas eran rubias con los ojos azules y una piel blanca heredada de su madre. A pesar de eso era muy difícil saber quien era cada una, desde pequeñas siempre las han confundido y a día de hoy siguen confundiéndolas a pesar de que Silvia es una chica sencilla, apenas se arregla, viste siempre de manera informal, o con el uniforme de su trabajo. Desde que era una adolescente se la ha pasado trabajando sin apenas tener tiempo para ella. Apenas tenía amigos, su vida se ha basado en compañeros de trabajo y ningún novio. Se enamoró una vez del hijo de Tomás. Fernando era un chico alegre y muy educado además de guapo. Siempre han tenido buena amistad y aquello hizo que se ilusionase como boba llegando a pensar que se casaría con él. Pero aquello se quedó en sueños, Fernando se casó y se fue a vivir lejos y ella se quedó dolorida y observando la realidad. Una madre enferma, un padre que lo había encarcelado por blanqueo de dinero y una hermana que solo pensaba en divertirse sin ninguna preocupación en su cabeza. Para Alejandra no le suponía ningún problema tener un hombre que la adorase, ella era todo lo contrario a Silvia. Desde pequeña le gustaba vestir a la moda, maquillarse para verse guapa y sacar partido a su belleza cuando empezó a percatarse que los chicos del instituto se les caían la baba por ella. Aquello solo fue el principio para crear una Alejandra envidiosa, egoísta por no querer preocuparse por su madre y deseosa de vivir rodeada de lujos.

Desde hace tiempo que Alejandra se marchó dejando sola a Silvia con todo el cargo, solo mantienen una breve conversación una o dos veces al mes. Aburrida de darle vueltas a lo mismo, Silvia se levantó empezando a caminar dirección a su casa cuando de pronto se encontró a Sonsoles, amiga y compañera de trabajo.

―Hola Silvia ¿cuánto tiempo, que tal te va todo?―Preguntó ella dándole un pequeño abrazo.

―Pues mira mal, para que te voy a engañar, Tomás ha cerrado el negocio yo me ido al paro y ahora estoy buscando desesperadamente un trabajo para poder pagar la renta y la luz que no la cortaron.

―Oh Dios mío Silvia, ¿tan mal estáis?

―Mal no, lo siguiente. ―Silvia se encogió de hombros continuando hablando de sus vidas.

Al despedirse Sonsoles le prometió que le ayudaría a encontrar trabajo como limpiadora en una casa. Silvia sonrió aliviada de tener buenas amigas que los momentos difíciles te echen una mano.

(...)

Desde primera hora, en la cocina todo eran prisas, idas y venidas de comida y bebidas , los empleados trabajaban a contra-reloj con el propósito que todo estuviera listo para la cena de esa noche.

La Ambición De QuererteTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang