Aún no somos nada.

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Narra Ally

Jacob y yo nos fuimos al bosque y luego me volvió a llevar al instituto.

-Gracias por traerme.

-Todo un placer.-dijo sonriendo.

Me miró fijamente a los ojos, yo me fijé en la forma de sus labios. Después subí la mirada hasta la suya. Estábamos bastante cerca. A una distancia peligrosa. Él agarró mi cintura rodeándola con los dos brazos y entralazadando sus manos a mi al rededor. Estaba apoyado en la moto.

Pegó su frente en la mía. Mi respiración se agitó. Justo cuando estaba acercando sus labios a los míos sonó el timbre del instituto sobresaltandome. Liberandome de su agarre. En un repentino y brusco movimiento Jacob pegó mis caderas a las suyas con las dos manos y me besó. No le importaba el frío de mi piel ni a mi el calor de la suya. Acaricié su brazo disfrutando el beso. Con la otra mano entrelazaba mis dedos en su pelo. Yo ya tenía claro que no me opondría si me besara. Así que no lo hice.

Su olor a lobo no me parecía tan fuerte y apestoso como les parecía a Alice y Rosalie, es más, me era más fácil oler el perfume sobre su chaqueta de cuero, que su olor corporal. Y eso que los vampiros tenían el olfato muy desarrollado, para cazar. El que al principio empezó siendo un delicado beso, de caricias recibidas de ambos labios, acabó convirtiéndose en una guerra de lenguas.

Cuando noté que le empezaba a faltar la respiración me aparté. Él cogió aire pero no se quería separar de mis labios. Rocé mis labios con los suyos una vez más, depositando un corto beso en ellos. Acaricié su pelo nuevamente acordandome de que mis manos estaban en el corto pelo de su nuca. Sonreí. Me había gustado. Y mucho.

-Ally.-escuché detrás mío.

Recordé entonces dónde estaba, con quién estaba, y a quién esperaba. Aparté mi mano de su pelo y me giré pero mi otra mano seguía en su codo.
Me gustaba sentir su calidez. Resultaba satisfactorio.

-¿Has terminado?-dijo Edward.-Puedo esperar, si queréis.

Noté el tono de su voz y no era para nada de agrado.

-Hola Edward.-dijo Jacob aún con un brazo alrededor de mi cintura.

-Jacob.-le respondió él el saludo.-Ally, ¿Vas a venir conmigo?

-Sí.

-Te espero en el coche.

Durante el beso, pasaron miles de cosas por mi cabeza y probablemente Edward las escuchó. Hice una mueca. Por culpa del beso olvidé que estaba en la puerta del instituto esperando a que saliera Edward. Aunque no me arrepiento del todo. Miré a Jacob en cuanto Edward se dio la vuelta para irse. Me sonrió.

-Bueno, ya se ha enterado de quién es tu lobito.

Sonreí.-Aún no somos nada Jacob, no lo olvides.

-Ya sabes que no es necesario que te lo pida.-dijo obvio.

-Para mí si lo es.-le di un corto beso.-Adiós Jake.

Me dispuse a irme pero agarró mi brazo haciendo que mi cuerpo girara y me quedara pegada a él. Me cogió la cara con las dos manos y me dio otro beso como el anterior.

-Adiós Ally.-dijo sonriendo con mi cara entre sus manos. Ahora sí, me fui. Con una inevitable sonrisa. Hasta que dirigí mi mirada al coche de Edward y mi sonrisa se borró y cada paso que daba más nerviosa me ponía. Sentía que mi corazón volvería a latir para ir muy rápido e indicarme lo que acababa de pasar. Me subí al coche.

-Hoy ha sido una mañana larga, ¿no?-dije para intentar romper la tensión.

Miráme a los ojos. (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora